Síndrome metabólico y su incidencia en enfermedades cardíacas, ACV y diabetes

El síndrome metabólico es un grupo de trastornos que se presentan al mismo tiempo y aumentan el riesgo de las enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares y diabetes tipo 2. El doctor Marcelo Luaces, integrante del equipo técnicos de Atención de Alzheimer Paysandú (ADAP) aseguró que “estos trastornos incluyen aumento de la presión arterial, niveles altos de azúcar en sangre, exceso de grasa corporal alrededor de la cintura y niveles anormales de colesterol o triglicéridos”.

El médico recuerda un aspecto que remarca el director técnico de la institución, doctor Gustavo Curbelo: “lo que le hace bien al corazón, le hace bien a la mente. Por tanto, es fundamental conocer los factores de riesgo cardiovascular para actuar oportunamente y desde APS (Atención Primaria en Salud) como la difusión en prensa oral y escrita, talleres desde nuestra institución promoviendo hábitos saludables e interviniendo en factores de riesgo cardiovascular modificables”.
En este sentido, destacó que “un gran logro es la Milla Dorada, una propuesta innovadora para nuestros sanduceros y ejemplo para las demás comunas de la República para combatir el sedentarismo”.
Sin embargo, aclaró que “tener solo uno de estos trastornos no significa que una persona tenga síndrome metabólico. Pero sí significa que existe un mayor riesgo de contraer una enfermedad grave. Y si desarrolla más de estos trastornos, su riesgo de complicaciones, como la diabetes tipo 2 y las enfermedades cardíacas, aumenta aún más”.

Frecuente

Luaces aseguró que “el síndrome metabólico es cada vez más frecuente, y hasta un tercio de los adultos estadounidenses lo tienen. Si una persona tiene síndrome metabólico o cualquiera de sus componentes, los cambios radicales que se implementen en el estilo de vida pueden demorar o incluso evitar la aparición de problemas de salud graves”.

Síntomas

La mayoría de los trastornos asociados con el síndrome metabólico no tiene signos ni síntomas evidentes. “Un signo que es visible es la circunferencia grande de la cintura. Si el azúcar en sangre es alto, podría notar los signos y los síntomas de la diabetes, como aumento de la sed y la orina, cansancio y visión borrosa”.
Si una persona siente que presenta “al menos un componente del síndrome metabólico, debe consultar al médico para ver si debe realizarse análisis para detectar otros componentes”.

Causas

El síndrome metabólico se vincula estrechamente con el sobrepeso, la obesidad y la falta de actividad física. Además, “se vincula con una afección denominada resistencia a la insulina. En condiciones normales, el sistema digestivo descompone los alimentos que ingiere y los transforma en azúcar. La insulina es una hormona generada por el páncreas que ayuda al ingreso del azúcar a las células para utilizarla como combustible.
En las personas con resistencia a la insulina, las células no responden normalmente a la insulina y la glucosa no puede ingresar a las células con tanta facilidad”.
Explicó que “como resultado, los niveles de glucemia aumentan incluso cuando el cuerpo produce más insulina para intentar disminuir la glucemia”.

Complicaciones

Tener síndrome metabólico puede aumentar el riesgo de desarrollar lo siguiente:
Diabetes tipo 2. “Si una persona no realiza cambios en el estilo de vida para controlar su exceso de peso, puede desarrollar resistencia a la insulina, que –a su vez– puede causar un aumento en los niveles de azúcar en la sangre. Finalmente, la resistencia a la insulina puede provocar diabetes tipo 2”.
Enfermedades del corazón y circulatorias: “El nivel de colesterol alto y la hipertensión arterial pueden contribuir a la acumulación de plaquetas en las arterias. Estas plaquetas estrechan y endurecen las arterias, lo que puede producir un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular, todo lo que se traduce en un riesgo de desarrollar demencias”, señaló Luaces.

Prevención

Un compromiso de por vida con un estilo de vida saludable puede prevenir las afecciones que causan el síndrome metabólico. Luaces enumeró que es necesario “un estilo de vida saludable, actividad física al menos 30 minutos la mayoría de los días, comer muchas verduras, frutas, proteínas magras y cereales integrales. Limitar la sal y las grasas saturadas en la dieta. Mantener un peso saludable y no fumar”.