Inauguraron en la víspera la nueva instalación del Centro de Tratamiento Intensivo (CTI) del Hospital Escuela del Litoral, que cuenta con ocho camas totalmente equipadas. Además, se mantienen las cuatro destinadas a COVID-19, por lo que en total cuenta con una docena de camas CTI. Solo en infraestructura, es decir, en la obra edilicia, se invirtieron 48 millones de pesos.
En octubre de 1982 el Hospital incorporó el primer CTI, con tres camas y médico intensivista, convirtiéndose en el primero del Interior. En 1993 se instaló el CTI polivalente de cinco camas, que estuvo en operación hasta el presente. Ese espacio ahora será adaptado para incorporarse como una ampliación del servicio de Urgencia del Hospital Escuela del Litoral.
De la inauguración participaron el intendente Nicolás Olivera, el secretario de Presidencia, Álvaro Delgado, el presidente de ASSE, Leonardo Cipriani, el director del Hospital Escuela del Litoral, Gustavo Curbelo, el vicepresidente de ASSE, Marcelo Sosa, el vocal del mismo organismo, coronel retirado Julio Mikac, y la directora de la Región Norte, Ivonne Bruno, además de otras autoridades nacionales y departamentales.
Leonardo Cipriani recordó que en el Interior “durante la pandemia el hospital de Paysandú fue el primero que recibió una paciente de COVID-19, proveniente de Nuevo Berlín, donde permaneció hasta su recuperación”.
Recordó que “durante una de mis visitas empezamos a soñar con cambiar de CTI, porque el que estaba en uso databa de 1993. Se precisaba algo mejor. Aquel sueño, once meses después, es una realidad. Claramente tenemos que seguir soñando, porque así se logran los objetivos en la salud pública”.
“En este hospital –agregó– hemos hecho otros cambios, como agregar una sala de cirugía al Bloc Quirúrgico e instalar un laboratorio para análisis PCR”.
“TRASCENDENTAL”
“Estamos todos muy contentos de este logro y como intendente debo agradecer la disposición de las autoridades de ASSE y del hospital para hacer realidad este nuevo CTI, que amplía la capacidad con la que se contaba. Eso siempre resulta trascendental porque de lo que se trata es de salvar una vida humana”, dijo por su parte el intendente Nicolás Olivera.
“En nombre del gobierno departamental nos sentimos realmente satisfechos. Es de esperar que sigan las cosas buenas, para continuar mejorando la calidad de vida. Especialmente teniendo en cuenta que en un centro de estas características permite el tratamiento de las enfermedades o situaciones sanitarias más complejas”, dijo y agregó que “recuerdo cuando un paciente sanducero debía ser trasladado cientos de kilómetros. Eso ya no ocurre y ahora aun menos porque estamos mucho mejor capacitados para la defensa de lo más esencial, de la misma vida humana”.
Gustavo Curbelo, en tanto, contó la historia del centro hospitalario desde que el coronel Basilio Pinilla determinara la construcción del Hospital de Caridad, cuya comisión de fomento estuvo presidida por Marotta de Graña, hasta nuestros días. “Contamos con lo necesario para defender la vida y de hecho, durante esta pandemia, ningún sanducero anduvo por las rutas buscando una cama de CTI”, subrayó.
