Un nuevo caso de maltrato animal, en esta oportunidad un caballo que cayó desplomado por las condiciones sanitarias en que se encontraba por tirar de un carro, y otro de tenencia irresponsable al constatarse el ataque de dos perros a un potranco que se encontraba atado, fueron registrados en Paysandú.
“El domingo recibí una llamada para atender un tordillo viejo que era utilizado para tirar de un carro. Luego de ese viaje era notorio que no daba más. Cayó y ya no pudo levantarse, pero desde hacía una semana que los vecinos alertaban a los dueños del caballo que estaba muy flaco y no tenían que usarlo más para esa función”, relató el veterinario de la oenegé Amigos de los Animales, Germán Matosas.
Explicó que “son personas que viven en condiciones muy humildes en la zona de suroeste, pero lo colocaron igual al carro. Si bien no murió atado al carro –como ha ocurrido en otros casos–, era notoria su flacura. Estaba con las mucosas toxémicas y hemorrágicas, que son síntomas de gravedad, con presión cardíaca elevada y pude observar que estaba agonizando. Son síntomas que el animal tenía un adelgazamiento crítico”.
Matosas reconoció que “en esas circunstancias no tuvimos otra chance que sacrificarlo y si bien acudí por el llamado de la oenegé, estas personas se hicieron cargo de los honorarios. Ellos me relataron que lo usaban aunque se encontraba en ese estado porque pensaban que iba a resistir y porque lo habían comprado hace algún tiempo. Pero en estos casos, al caballo hay que engordarlo primero para sacarlo a la calle después”.
El veterinario consignó que se trata de “un caso concreto de maltrato animal por ignorancia y descuido con un animal que por lo menos tenía 20 años. Este tipo de caballos viven entre 25 y 30 años, pero en estas condiciones no podía salir a la calle”. Estos elementos relevados por el profesional formarán parte de un informe solicitado por la oenegé.
ATACADO POR PERROS
El lunes conoció el caso de un “potranco en Paso de las Piedras que tiene pérdida de tejido. Le falta el labio lateral y una herida hasta llegar al hocico, donde le faltan uno de los orificios nasales y la parte interna del cachete. Está atendido por un colega, pero dudo que esta situación sea compatible con la vida”, reflexionó. El veterinario que asiste este caso “le puso unos puntos y además el potranco tiene una laceración cerca del cuello de unos 15 centímetros”.
Relató que “dos rottweiler asiduos al lugar lo atacaron mientras estaba atado. Es un caso bien concreto de tenencia irresponsable porque son perros mayores de 25 kilos que deben llevar bozal en los espacios públicos. El dueño de los perros después se fue del lugar y no se tuvo más noticias y ahora el caballo es atendido con suplementos. Pero en la zona de la playa y otras áreas rurales he atendido varias veces a potrillos con poco tiempo de nacidos que son atacados por perros, que los ven como presas”.
