Canciller argentino criticó la negativa británica a negociar por islas Malvinas

BUENOS AIRES, 2 (EFE)
El canciller argentino, Santiago Cafiero, criticó ayer desde las páginas del diario “The Guardian” la continua negativa del Reino Unido a sentarse a negociar la soberanía de las islas o actuar como si la guerra hubiera ocurrido ayer. Según subrayó el ministro de Relaciones Exteriores de Argentina, el trato que recibe su país del Reino Unido se parece a veces a la de un país que viola los derechos humanos en vez de uno que lleva cuarenta años consecutivos de democracia.
“Creemos que ningún resultado de ninguna guerra puede resolver una disputa reconocida por la comunidad internacional. Esto sentaría un precedente peligroso. El conflicto de 1982 no alteró la naturaleza de la disputa entre ambos países, que aún está pendiente de negociación y resolución”, escribe Cafiero. El canciller también señala que antes de la sorpresiva ocupación de las islas por parte de la dictadura argentina, hubo 16 años de contactos sobre la reclamación territorial, en las que se tenían en cuenta los intereses de los habitantes de las islas. Pretender que la disputa no existe o que no crea obstáculos en nuestra relación bilateral es “ingenuo”, dice.
Cafiero insiste en que “los dos gobiernos comparten valores fundamentales y una visión de un orden mundial basado en reglas. Y, sin embargo, en la agenda del Atlántico Sur, nos comportamos como si el conflicto hubiera ocurrido ayer”. La Argentina de hoy no es una amenaza para nadie, señala el titular de la diplomacia argentina, y señala que la búsqueda del reclamo histórico de soberanía está en la Constitución nacional, que pide se lleve a cabo a través de fines pacíficos.
“Pese a ello, el Reino Unido mantiene una importante base militar en el Atlántico Sur, (y) realiza ejercicios militares periódicos en la zona en disputa”, escribe Cafiero. El presidente argentino, Alberto Fernández, afirmó en una entrevista publicada por la cadena británica BBC Mundo que las Malvinas “no son inglesas” y rechazó la posibilidad de negociar una soberanía compartida del archipiélago atlántico.
Al cumplirse 40 años de la incursión argentina en las islas, Fernández se declaró “naturalmente pacifista” y abogó por resolver cualquier disputa territorial “dialogando y encontrando puntos de acuerdo”.
Estaría dispuesto a “sentarme a dialogar con los que usurpan mi tierra para ver si consigo que me la devuelvan”, dijo el presidente argentino, que recalcó que aspira a que “la Argentina tenga plena soberanía” sobre las Malvinas. “Son nuestras tierras”, argumentó. “Es como si usted usurpa una casa mía y después yo tuviera que discutir con usted a ver cómo compartimos los derechos sobre la casa. Si usted la usurpó, no tiene ningún derecho. Y eso es lo que pasa en las Malvinas”, continuó el mandatario.