Celebración del Día del Trabajador Rural

El 30 de abril fue declarado en nuestro país el Día del Trabajador Rural, a partir de la ley 19.000, creada en 2012.
En una publicación realizada por los sociólogos Alberto Riella, Paola Mascheroni y Jessica Ramírez, de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la República, se estudia “la evolución de los salarios y condiciones del trabajo agrario en Uruguay entre 2005 a 2018 y su relación con el desempeño económico del sector en esos años” observándose que “en este período se registra un proceso importante de regulación del mercado de empleo que se ve acompañado por un ciclo económico de crecimiento del sector entre 2005-2014 y una segunda fase del 2015-2018, donde comienza una contracción y pérdida de dinamismo económico a causa del deterioro de los precios internacionales de los principales rubros de producción”.
Denonimado Ciclos económicos y puja redistributiva: el caso de la institucionalidad del mercado de empleo agrario en Uruguay (2005-2018), el artículo refiere que “entre 2005 y 2009 se promulgan una serie de leyes que buscan dar respuesta al rezago histórico de la regulación laboral en el medio rural y la falta de derechos de los trabajadores agrarios respecto a la legislación urbana”, citando entre ellas la incorporación en 2005 de “este colectivo a los Consejos de Salarios”, así como “la regulación de la subcontratación e intermediación de mano de obra (2007), que hace responsable a las empresas que utilizan contratistas de la formalización del empleo y los aportes a la seguridad social de los trabajadores”, y “la Ley de Jornada Laboral y Régimen de Descansos en el sector rural (2008), que limita la jornada laboral a 8 horas diarias y 48 horas semanales”.

DESOCUPACIÓN

Con respecto a la evolución de la desocupación en el sector en el citado lapso, la publicación indica que “acompaña las fases del ciclo económico, con una reducción al inicio durante el período de expansión, y un aumento en los posteriores años donde comienza a visualizarse un estancamiento del agro”.

SALARIO REAL

En lo que respecta al salario, “en comparación con el año 2006, el salario real de los trabajadores agrarios muestra un incremento promedio de 77,5% en todo el período. El mayor aumento se registra entre los años 2011 y 2012, mientras que el año 2015 marca un punto de inflexión, a partir del cual el salario real detiene su crecimiento y luego se estabiliza. Ello se explica principalmente por un aumento de la inflación y un contexto de ralentización del empleo e incremento de los niveles de desocupación a nivel nacional”, sostiene el trabajo.
En tanto, al establecer una comparación entre “el salario de los trabajadores agrarios con el de los trabajadores no agrarios, se aprecia que en promedio son muy inferiores. Al inicio del período, el salario no agropecuario promedio era 1.6 veces el salario promedio de un trabajador agropecuario. Esta distancia se va acortando paulatinamente hasta el año 2015, donde el salario agropecuario se va equiparando con el salario no agropecuario. En el año 2016 se revierte la tendencia de acortamiento de la brecha en los ingresos laborales, y a partir de ese año el salario de los trabajadores agrarios crece en menor medida que el salario del resto de los trabajadores”.
Respecto a “la formalización del empleo agrario, aumenta hasta el año 2015, pasando del 68,6% al 78,8%. En los siguientes años se produce un descenso en la proporción de asalariados agrarios con empleos formales, que al final del período se ubica en el 74%.
Es decir, que en los últimos años analizados, se rompe la tendencia de crecimiento de la formalidad laboral y aumenta levemente la proporción de asalariados con empleos informales”, especifica. Por otra parte, el estudio revela que “el porcentaje de asalariados agrarios con una jornada laboral de 48 horas semanales aumenta hasta el año 2010 y luego tiene una evolución discontinua. En estos 12 años, pasa del 32,7% al 37,7% en el año 2018, siendo el máximo nivel en el año 2010 con 45,3% de asalariados agrarios con una jornada de 48 horas semanales. Quienes tienen una jornada laboral que excede las 48 horas semanales se reduce sistemáticamente en el período, pasando de 39,7% al 10,4%.
El descenso en 29,3 puntos en la proporción de asalariados con una jornada mayor a las 48 horas, indica una mejora sustantiva en uno de los principales aspectos de las condiciones de trabajo. En el otro extremo, a partir ya del 2013 comienza a aumentar la proporción de asalariados agrarios que tienen jornadas inferiores a las 48 horas semanales, que alcanza a la mitad de los trabajadores. Ello puede estar indicando el crecimiento del subempleo asociado a la desaceleración observada, y por ende, la contracción del mercado de empleo rural que no es capaz de generar puestos de trabajo con jornada laboral completa”.

NIVELES DE POBREZA

“Los niveles de pobreza de los asalariados agrarios –medidos a través de la línea de pobreza– se reducen de manera sustantiva en el período, disminuyendo de 29,8% al 5,9% en doce años. Esta tendencia sostenida a la reducción acompaña la evolución de la pobreza a nivel nacional. Esto indica que en el período, el aumento sostenido de los ingresos salariales permitió a los asalariados agrarios lograr una mayor satisfacción de sus necesidades básicas”, establece el trabajo.
“Además del aumento de los salarios reales, también es necesario señalar el efecto de las políticas sociales y sus transferencias monetarias que se incrementaron de forma importante durante todo el período”, acota.