Entidades uruguayas organizaron Primer Encuentro Internacional de Derecho Animal

La oenegé Trato Ético Animal y la Universidad de la República organizaron en conjunto a través de una videoconferencia la primera edición del Encuentro Internacional de Derecho Animal. EL TELEGRAFO asistió al evento, que contó con la participación de exponentes de todo el continente americano.
En la intervención de apertura, la Dra. Victoria González mencionó que “el derecho animal es una rama del derecho y esto lo tenemos que sostener. Se dedica a un conjunto de normas que directa o indirectamente van a salvaguardar la vida, la dignidad de todas las especies. Miramos a cada animal como un individuo, no como una especie tal o cual”. Agregó “cada individuo tiene su valoración en sí mismo. El derecho animal es una ciencia, una materia propia que merece estar dentro de todas las universidades”.

En tanto, la Dra. Verónica Ortiz, experta uruguaya en el tema, invitó a los participantes a sumarse a investigar y trabajar en una temática que en Uruguay está muy atrasada si se compara con los avances en otros países de Latinoamérica. Ortiz indicó que “a pesar de que hemos sido pioneros en la protección de animales no humanos, estamos insertos en un sistema esencialmente ganadero y gran parte de la normativa considera a los animales objetos propiedad del ser humano. A nivel académico, este es el primer espacio formal para hablar de la temática. Ninguna Universidad tiene cátedra o estudio de posgrado al respecto y el colegio de abogados no tiene comisión que trabaje sobre el derecho animal. Los acercamientos al tema que se han hecho han sido siempre a través del término ‘bienestar animal’. Tampoco existe doctrina o jurisprudencia propia, no hay fallos al respecto”.

En la misma línea, la doctora sostuvo que “hay evidencia científica sobre los grados de experimentación de estados afectivos que pueden tener los animales no humanos. El artículo 1º de la constitución habla de los habitantes del país, ahora es innegable que habitar, habitamos el mismo espacio con los animales no humanos, quiere decir que desde ese punto de vista no habría una contradicción para incluir en el término habitantes a los animales no humanos. Es un camino largo, hay que darle contenido”.

Ortiz concluyó que “el Código Civil dice que son muebles aquellas cosas que pueden transportarse de un lugar a otro, incluso las que pueden hacerlo por sí mismas, como los animales. De ahí en más todo el mundo interpretó que los animales son cosas, y así venimos desde hace muchos años, esa interpretación lleva a que se puedan comercializar algunos animales. También debemos reconocer los vínculos afectivos que unen a determinados miembros de una familia, en este caso personas humanas y no humanas. No es tener un animal como objeto, son miembros de la familia, se generan vínculos y comparten todos los espacios. Como todos los conceptos son creaciones, nada impide que los modifiquemos. La sociedad evoluciona y con ella tiene que evolucionar el derecho”, cerró.