La Semana 55 ingresa en la historia; a prepararse para la 56

Culminó la 55ª Semana de la Cerveza, la de la vuelta. Es muy difícil hablar de novedades en esta celebración tan sanducera porque todo lo que se hace ya se hizo. No obstante, no es la innovación (más allá que siempre será bienvenida) lo más importante y no lo fue tampoco en esta edición.
Lo que sí debe destacarse es que pese a que quienes organizan la Semana carecen de la expertise, desde que son directores políticos municipales en áreas muy diferentes, lo logrado –considerando la base ya establecida durante los últimos años– puede calificarse sin dudarlo de muy bueno. No se trata de pedir novedad, se trata de pedir compromiso, dedicación y resultado. Logrado al mil por cien.

El predio ferial fue prácticamente idéntico al de los últimos años. Pero dentro de ese esquema (para los sanduceros) muy conocido, lució mejor. Las carpas dadas a los artesanos y expositores mejores; se eliminaron los estands se chapa con que se discriminaba a los artesanos de Paysandú. Este año, tuvieron las mismas carpas que todos. Un logro.

La plaza de comidas recuperó un escenario. Y se amplió la variedad en la oferta gastronómica. Un logro.
El Parque de Diversiones fue el mismo que hace años, en el mismo lugar que hace años, pero mejor presentado, reluciente, bien iluminado. Un logro.
El costo de ingreso al predio como al anfiteatro fue ínfimo, por una decisión política, que tuvo su riesgo en la medida que podría generar que la Intendencia se enfrente a una gran inversión directa. A nivel internacional casi resultaron risibles: 100 pesos para el predio, 250 para el anfiteatro y hasta 150 pesos (los hubo de menor costo) para estacionar un vehículo cerca de los accesos. Incluso si esos costos los debió pagar una sola persona, apenas poco más de 10 dólares. Un logro.
Durante los espectáculos en el anfiteatro, hasta en los pasillos, de manera permanente personal médico para atender rápidamente cualquier emergencia. Un logro.
Una gran estructura tubular frente al teatro de verano “Eduardo Franco” de la Intendencia, que eliminó la clásica carpa e hizo más visible e impactante el mensaje oficial. Un logro.
Dentro del predio, fuerte operativo de seguridad, a cargo de Policía, con una combi, motos y un móvil para retirar con total seguridad el dinero de las cajas de expendio de entradas al anfiteatro. Un logro.

Muy buen operativo de Tránsito en derredor al predio, para mantener un tránsito fluido y que cada vehículo utilizara la entrada apropiada. Un logro.
Hubo un muy buen operativo de limpieza, con volquetas ploteadas con imágenes de Paysandú y personal limpiando de manera permanente el predio. Un logro.
Los espectáculos comenzaron a las 21 y en algunos casos se extendieron hasta la 1 o más. En realidad, debieron comenzar a las 20 para acercarse al criterio internacional.

Al abandonar el anfiteatro, difícilmente quedaban ganas de disfrutar una cerveza. Ya era demasiado tarde. Por otro lado, un artista local, uno uruguayo y uno extranjero, o dos uruguayos con el local no agrega atractivo. El modelo a instaurar debería ser el de un artista local y uno “de fondo”, tenga la nacionalidad que tenga. Algo a mejorar.
Lo que más sorprendió y la gran deficiencia de esta Semana fue el sonido hacia el público (todo pareció estar bien con el de escenario). Los dos tercios extremos del anfiteatro recibieron poco sonido e incluso el centro, donde se escuchó con claridad, no recibió la potencia de otros años. Casi podría decirse que la amplificación utilizada en carnaval fue mejor. Algo a mejorar (y sin demora), para la Semana 56ª.
Hubo ineficiencia en la estructura para el ingreso al anfiteatro, pero fue mejorada una vez detectado el problema. Algo a mejorar, sin desconocer el logro de solucionar sobre la marcha el inconveniente.

Las pantallas laterales del anfiteatro fueron realmente pequeñas, lo que le quitó brillo a los shows. Asimismo, en el predio ferial no se colocó ninguna, que en ediciones anteriores servían para el disfrute de quienes no ingresaban, recibiendo una excelente imagen, y el rebote del sonido. Algo a mejorar. El último día se instaló una pantalla en una de las estructuras de la intendencia, pero que no transmitió en directo.

El costo de la jarra conmemorativa fue elevado (990 más los 100 pesos para ingresar al predio). Ahí hubiera correspondido otra decisión política que lo subsidiara, por lo menos a la mitad. Muchos sanduceros (y turistas) soñaron con llevarla a casa, pero el precio los detuvo. Algo a mejorar.
Todos los integrantes del Comité Ejecutivo, los organismos asociados, el personal de feria, el personal administrativo y técnico estuvo siempre en acción, haciendo cuanto les era posible para que la fiesta fuera una fiesta. El mejor logro.

La edición 55ª de la Semana de la Cerveza, mientras se desarma el predio, los expositores retornan a sus lugares de origen, los artesanos sanduceros evalúan sus ganancias, los gastronómicos y los cerveceros realizan su balance, comienza a ingresar lentamente en la historia.
Queda un año por transitar, la vida mostrará prioridades, logros, errores, amores y desengaños. Finalmente llegará el sábado 1º de abril de 2023. Y volveremos al predio ferial, porque comenzará la 56ª Semana de la Cerveza de Paysandú. A prepararse. Todos seremos bienvenidos. E.J.S.