El Directorio del Banco de Previsión Social (BPS) y Antel anunciarán en los próximos días la entrega de dispositivos dentro del Plan Ibirapitá. “Esta decisión se enmarca en las responsabilidades otorgadas al organismo en la Rendición de Cuentas anterior y es que se encargue de este plan. En la reunión del directorio de este miércoles votamos con críticas porque los dispositivos se entregarán con muchas limitantes”, dijo a EL TELEGRAFO el integrante del equipo en representación de los pasivos, Ariel Ferrari.
Explicó que el programa “le daba tablets a todos los jubilados que cobraran hasta 8 Bases de Prestaciones y Contribuciones (BPC) que son 41.800 pesos. Pero este programa, entregará los dispositivos hasta los pasivos que cobren 5 BPC, que son unos 25.800 pesos”. Ferrari informó que “los pasivos que ya recibieron tablets, no recibirán el nuevo dispositivo, aunque no le funcionen y se hayan discontinuado, porque hay usuarios que lo tienen desde hace siete años”.
Agregó que “se pone otra limitante y es que la persona tiene que ser mayor de 65 años. No lo discutimos en el directorio, pero nuestro apoyo es crítico. No se analizó por qué a los 65 y no a los 64 años. No se analizó por qué a quienes le dieron las tablets que hoy están discontinuadas y no tienen repuestos para reparar o a quienes se les rompió, no le entregarán otro dispositivo nuevo”.
Sin embargo, “se le da la libertad de elegir si quiere tener mayor velocidad y más gigas, pero tiene que pagar 200 pesos. Eso antes se daba gratis. Y si quiere el acceso a Vera TV Premium, para ver los partidos de fútbol o películas, tiene que pagar 60 pesos. Esa cantidad, que parece poco, en una jubilación mínima es más del cincuenta por ciento del aumento del tres por ciento que recibió ahora en julio. Es decir, si recibió 450 pesos de aumento, tiene que pagar 260”.
Según Ferrari, “el plan comienza a andar con la entrega de unos 1.500 dispositivos, que corresponde a quienes se inscribieron el 20 de marzo de 2020 y desde que comenzó la pandemia, no se entregaron más. Pero es un universo muy pequeño, porque cuando comenzó el Plan Ibirapitá se entregaron unos 270.000”.
El integrante del directorio señaló que “no sabemos la cantidad de pasivos que están habilitados para recibir el nuevo dispositivo y cuando lo pregunté, me dijeron que no tenían una respuesta. Es decir, esas cosas no se analizaron ni se proyectaron”.
Ferrari precisó que “tenemos una postura crítica y lo aprobamos para no detener el proceso de algo que ayudó mucho a esta población en medio de la pandemia y es que las personas vulnerables tuvieran conexión a Internet. Pero, claramente, nos falta mucho todavía”.