Entre Ríos protege otra vez a su fauna autóctona

Ante un histórico fallo, la Justicia anuló la medida que autorizaba la caza del Sirirí Pampa, Sirirí Colorado, Pato Picazo, Pato Capuchino e Inambú Común (Perdiz).
Gabriel Bonomi, socio fundador y coordinador del equipo de conservación del Centro para el Estudio y Defensa de las Aves Silvestres (Ceydas), explicó a EL TELEGRAFO, que “hay una ley que es la 4.841, Ley provincial de caza, que regula este tipo de actividades y en principio protege a todas las especies, salvo algunas que son consideradas plaga. Debo decir que ninguna de las que se habilitaron son consideradas plagas. La ley no cambió y todos los años –lamentablemente– se habilita en Entre Ríos, la caza de determinadas especies; básicamente la denominada ‘caza deportiva’. En este caso se habilitó una especie de mamífero que es la liebre europea, y cinco especies de aves”.
En 2002 se cazaron
más de 500.000 patos
Estudios del año 2002, estiman que sólo en la provincia de Entre Ríos, se matan por temporada, más de medio millón de patos en establecimientos que promueven el turismo cinegético o turismo de caza.
Si bien puede parecer que si se cazaban tantas aves era porque existía una población muy importante, lo cierto es que estos últimos tiempos Argentina ha sido víctima de graves incendios que redujeron notoriamente la cantidad de fauna autóctona que la habitaba.
“El año pasado la zona de Entre Ríos y Santa Fe, sufrió una sequía extraordinaria; se secaron la mayor parte de los humedales y hubo grandes incendios que se dieron en el Delta entrerriano fundamentalmente. Según estudios, esto implicó la pérdida de biodiversidad y obviamente que muchas de las especies –acuáticas sobre todo– y las vinculadas a pastizales y pajonales, fueran víctimas del fuego, otras no pudieron reproducirse. Esto hizo que las poblaciones de patos declinaran notoriamente. De acuerdo a esto era esperable que no se habilitara este año la caza, porque no hay estudios poblacionales desde hace veinte años por parte de la Dirección de Recursos Naturales”, explicó Bonomi.
Aves migratorias
y la caza deportiva
Hay especies que habitan Argentina, Brasil y Uruguay a lo que Bonomi subrayó que “las cuatro especies que se habían habilitado, son especies migratorias; esto significa que son un recurso compartido. Migran hasta el sur de Brasil, incluso una de las especies de pato que está permitida su caza en Argentina y también en Uruguay, está prohibida en Brasil y es el Pato Picazo. Nosotros o ustedes, no podemos decidir arbitrariamente sobre un recurso compartido; es algo que pertenece a varias jurisdicciones”.
El integrante de Ceydas también explicó que los monitoreos deberían ser regionales, justamente por el hecho de ser aves migratorias, pero no se hacen hace muchos años.
“No se puede hacer un relevamiento hoy en julio en Entre Ríos y otro en Uruguay en octubre, porque pueden ser las mismas especies que migran”.

Cotos de caza y déficit de fiscalización

“Argentina no tiene un registro de cazadores, es decir que no se sabe la cantidad que ingresan al país y esto apunta a los cotos de caza que traen extranjeros. Si entran diez mil cazadores y cada uno mata seis patos, los exterminan. No hay una metodología seria que se siga y esto le pasa también a Uruguay. Por otra parte también hay un déficit tremendo de fiscalización”.
Al igual que en nuestro país, lo que mueve este tipo de turismo en Argentina, es el ingreso económico que dejan los cotos de caza.
“Promueven la caza de palomas, patos y perdices y estos cotos de caza cobran 3.000 dólares la excursión por persona; la mayoría son estadounidenses y hay toda una empresa armada alrededor de esto. Son compañías de turismo cinegético que no tienen ningún tipo de control por parte del estado provincial. Nadie va a fiscalizarlos y cazan miles y miles de patos por fin de semana”.

Derogación de la medida

Días pasados Ceydas junto a cinco organizaciones más, presentaron un recurso de amparo contra el gobierno de Entre Ríos, junto a una medida cautelar para que se derogue la resolución Nº 1099 para detener la caza de estos animales autóctonos que comenzó en mayo.
El día 7 de julio fue de festejo para Gabriel Bonomi de Ceydas, las organizaciones que habían apoyado y toda la población que se había hecho eco del repudio hacia aquellas medidas adoptadas, cuando se supo el fallo del juez: “El juez dio su fallo acá en Entre Ríos y se derogó en la provincia, la resolución que habilitaba la caza. Salió bastante antes de lo que nosotros esperábamos, así que estamos muy contentos y emocionados”.

Situación en Uruguay

Por un motivo similar, aquí en nuestro país es que se está moviendo la oenegé Conservación de especies nativas del Uruguay (Coendu), cuando luego de una suspensión de tres años de la caza de patos, se volvió a habilitar sin el estudio poblacional que era requerido para tal resolución.
“De nuestra parte en Uruguay desde el decreto de abril, toda la movida que se hizo fue fuerte. Fuimos recibidos por Comisión de Ambiente de Diputados, el mismo presidente de la República, varios legisladores y el martes pasado estuvimos con la Comisión de Ambiente del Senado. No ha pasado nada más –más allá de las cosas que siguen saliendo en prensa y de los tres recursos que interpusieron la Asociación Por el Trato Ético Animal (Aptéha), el diputado Eduardo Lust y la organización Animales Sin Hogar. Por otra parte, el ministro de ambiente Adrián Peña no nos ha recibido y eso nos deja un mensaje claro con respecto a la caza porque sí recibió a la organización de cazadores.
Ahora tenemos que esperar que de todas las reuniones, alguien tome la iniciativa desde el punto de vista legal con el decreto”, comentó Mauricio Álvarez, presidente de Coendu.