La historia de una búsqueda

En su libro, Rafael Oyharzábal narra las experiencias espirituales que transformaron su vida.

Se publicó hace pocos días el libro “Crónicas de un despertar”, del sanducero Rafael Oyharzábal. Lanzado a través de la editorial local No Excluyente, es un libro de lectura atrapante, en el cual el autor narra en primera persona una serie de experiencias espirituales que fueron transformando su vida.
Según informa el propio libro, Oyharzábal es abogado y escribano desde hace 30 años. También incursionó en el área empresarial, y en los últimos 20 años se desempeñó como docente. “Es un libro relativamente corto, muy accesible”, dice sobre su obra. “No es un libro de autoayuda. Lo único que pretende es relatar una historia de vida, un perí-odo de una vida en la cual a alguien le pasa algo. ¿Qué le pasa?: se despierta en él el don de la mediumnidad”. Un médium, explica, es alguien que actúa como un canal “entre el mundo material y el mundo espiritual”. En su caso, esa condición “se despertó de una manera abrupta, cuando empecé a recibir mensajes. Lo que hablo en el libro no es lo de ahora, cuando estoy ejerciendo y trabajando con eso, sino la forma en que llegué a eso, sin pensar”. El hecho puntual que lo condujo a todo esto –y que el libro narra en detalle– fue un encuentro con medicinas ancestrales, como la ayahuasca o el kambó, entre otras. “Desemboqué en eso, digamos, porque el universo me dijo que estaba programado para mí, y yo tenía que hacer eso”. A partir de esa revelación decidió abandonar sus profesiones anteriores. “Y me dediqué a esto, que es lo que me hace feliz, lo que me hace sentir bien, me colma el espíritu”.

Experiencias sorprendentes

Según el escritor francés Allan Kardec, dentro de los médiums “hay gente que es clarividente, otra que es clariaudiente, y otra que hace psicografías, es decir, que escribe, o dibuja. A mí se me despertó primero por la parte de la psicografía”. Su primera experiencia en ese sentido, relatada sobre el final del libro, se dio cuando comenzó a recibir mensajes “de una persona del Siglo XIX, una bailarina gitana. Había muerto lejos de sus hijos, y me pedía que fuera a hablar con ellos para decirles que no los había abandonado”. Las psicografías, algunas de las cuales se muestran en el libro, incluían incluso detalles geográficos bastante precisos. Desde entonces, Oyharzábal ha recibido mensajes “de espíritus y entidades de luz”, y ha usado esa herramienta para asistir a otras personas. “Para elaborar un duelo, cuando vos perdiste tu papá, un hijo, un hermano, esto es maravilloso. Las devoluciones que tengo merecen haber nacido”.
Más allá de todo lo anecdótico, el libro tiene que ver con la búsqueda “de un camino espiritual, de un despertar a otra realidad, de alimento para el alma. Te diría que es la búsqueda en una persona de su felicidad, o su paz interior. Es una etapa en la vida de un buscador. Yo me considero un buscador. Ahora estoy contando una parte de mi vida, la parte determinante, con la esperanza de que a otras personas –aunque sea a una– le llegue el libro, entienda, busque, haga su propio proceso de búsqueda… Porque cada proceso es individual”. Valora especialmente el trabajo de Mario Pons, Marco Rivero y Carolina Neighbour, de la editorial No Excluyente. A pocos días de la publicación, los comentarios que recibe son muy buenos. “Hay colegas abogados que lo han leído y les ha encantado. Me han dicho que es un libro que te atrapa, que te lleva a seguir leyendo. He tenido una respuesta espectacular, muy gratificante”.