La selección absoluta de Guichón retornó a los trabajos el lunes en el Estadio Municipal, pensando en dar vuelta la historia ante Lavalleja el sábado desde las 21 de local, tras la caída del pasado fin de semana por 3 a 0 en la semifinal de ida en Minas.
Pablo Castro, ayudante técnico, señaló respecto al partido que “creo que fueron muchas cosas las que pasaron y que claramente nos jugaron en contra” en el partido de ida.
“La inexperiencia seguramente fue una de ellas, y no es a modo de excusa sino la realidad. Lo trabajado no lo pudimos plasmar en cancha y nos vimos superados por la idea y la experiencia del rival en el manejo de los momentos”, agregó.
Castro señaló que “si pensamos en lo netamente futbolístico, nuestros propios errores nos costaron caro, y el sábado no los podemos cometer. No nos salió nada, y uno de nuestros puntos fuertes que es el medio campo no funcionó, ellos buscaban por nuestra izquierda y ahí llegaban con claridad sobre nuestra área”.
En cuanto a la semana y los trabajos llevados adelante en la semana, el lunes fue tiempo un movimiento regenerativo y la primera charla en la que intentó dejar claro todo lo ocurrido en el compromiso de ida, y el martes trabajaron con pelota.
Ayer el plantel hizo gimnasio, y hoy será momento de parar el equipo en cancha para meterse de lleno en los trabajos para revertir lo que pasó en el primer partido.
Guichón se volcó por completo en apoyo al seleccionado y tanto cuerpo técnico como jugadores tienen en claro que ha sido algo importantísimo para ellos.
Castro remarcó que “lo más importante de todo para nosotros esta semana ha sido lo anímico y lo motivacional. Muchas veces este tipo de golpes sirven, y más cuando aún te queda tiempo para corregir”.
Por eso, “pase lo que pase queremos cambiar la imagen, porque 90 minutos no pueden tirar todo lo que se hizo durante tres meses”, aseguró con convicción.
“Que la gente vaya a la cancha, como lo hizo todo el campeonato, porque se merece ver a su selección dando todo, más aún de local. Tenemos claro que será difícil, pero esto es fútbol y no hay imposibles”, cerró el ayudante técnico de una Roja que quiere permitirse seguir soñando con los pies sobre la tierra.
