Turismo, áreas protegidas y difusión

Las áreas protegidas son naturales atractores de visitantes y tienen el potencial de ser generadores de fuentes de ingreso no solo para su propio sustento sino también para la comunidad que las rodea, y de ello hay buenos ejemplos en el mundo, pero también en nuestro país, pese a que la experiencia con estos espacios es reciente (la Quebrada de los Cuervos inauguró el Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SNAP), en 2008; aunque parte del predio actual ya era un parque municipal desde mediados de la década de los años ‘80).

El SNAP fue un gran paso adelante para dar a conocer que el país tenía mucho más que ofrecer a quien deseara tomar un descanso fronteras adentro que las playas en el verano y los centros termales. Desde entonces a esta parte el sistema ha ido creciendo en la medida que le ha sido posible en función de los repartos presupuestales, que siempre tienen otras prioridades para remediar, por supuesto, pero es justo reconocer que no ha dejado de crecer aun en momentos adversos. También es importante remarcar que a medida que ha ido avanzando se ha ido entendiendo que un área protegida no es poner una parte del territorio dentro de una esfera de cristal, sino solamente regular algunas de las actividades productivas que, en general, se pueden seguir realizando bajo determinados parámetros para que puedan convivir con la conservación de los recursos naturales, sosteniendo los servicios ecosistémicos que desde siempre existieron en el lugar y con actividades nuevas, amigables, que permitan mejorar la gestión. Y es allí donde el turismo sostenible cobra un rol destacado.

En este inicio de la Semana de Turismo, y como es habitual, se están emitiendo recomendaciones sumamente importantes para el disfrute de estos espacios con seguridad y tratando de generar el menor impacto, y eso está bien. También es muy positiva y un esfuerzo muy loable la campaña de difusión que se está realizando desde los ministerios de Ambiente y de Turismo buscando difundir estos espacios como una opción. Sin embargo, y en esto queremos poner la lupa, cabe preguntarse si la información que se está proporcionando al potencial visitante es la adecuada. Si no peca, por ejemplo, de demasiado genérica, en su esfuerzo por ser abarcativa y termina confundiendo en lugar de convocar. Lo mismo ocurre con un video que se difunde por las redes sociales, desde el punto de vista técnico y estético admirable, pero que no tiene, por ejemplo, una referencia de a qué área corresponden las imágenes que se van mostrando, lo que ayudaría mucho a despertar el interés. El artículo en la web del Ministerio destaca que nuestro país “cuenta con 17 destinos naturales que esperan a los visitantes para deslumbrarlos con sus paisajes, avistar especies, recorrer senderos y realizar actividades de ecoturismo basados en la conservación de la biodiversidad y los valores culturales de cada territorio”. Estas áreas, agrega, “brindan amplias posibilidades de disfrute en armonía con la naturaleza, transformando la visita en una experiencia única que apunta a un turista cuidadoso y responsable que contribuya a la conservación, al desarrollo local e integre la identidad nacional”.

Un mensaje genérico, introductorio, que finaliza invitando a ingresar al sitio www.destinosnaturales.gub.uy para obtener mayor información. Y ahí donde el usuario esperaría encontrarse con lo que se promete: “una plataforma que ofrece información sobre los distintos servicios turísticos y las diversas opciones de paseos y actividades al aire libre”. Claro, lo que no se previó es que la información que contiene ese sitio no está pensada para un visitante cualquiera, un turista que quiere ir a conocer un área protegida sin haber ido antes a una. En cambio, y por mostrar un ejemplo, sobre Montes del Queguay refiere que “La zona es valorada por su diversidad de ambientes, su singularidad y grado de naturalidad, así como elementos de interés para la protección de sus ecosistemas y especies prioritarias para la conservación”. Agrega que en el área “están representados diferentes ambientes: bañados, pajonales, lagunas, cursos fluviales, una de las mayores masas de montes ribereños naturales del país, sierras basálticas y bosques de cerritos asociados, arbustales o chircales, bosques parque y pastizales no inundables. En estos entornos se encuentran varias especies vegetales prioritarias para la conservación”. Indica también que allí “se destacan altos valores culturales, históricos y arqueológicos. En esta zona vivieron los últimos charrúas por lo que es frecuente el hallazgo de piezas vinculadas a esa cultura, así como a otras culturas aborígenes y a la historia de nuestro país”. Además de sonar como una peligrosa invitación a apropiarse de esas piezas en caso de hallarlas (cuando lo que corresponde es dar aviso para que intervenga un equipo que lleve a cabo la investigación necesaria, téngalo en cuenta), se trata de información más pensada para un escolar o un liceal que tenga que hacer un escrito que para alguien que tenga real interés por ir hasta allí. Carece, por ejemplo, de videos o de fotografías de apoyo, de indicaciones sobre cómo llegar, sobre qué servicios hay y sobre todo qué servicios no hay, qué indumentaria hay que llevar, qué accesibilidad tiene el lugar, qué potenciales peligros presenta, de qué alojamientos dispone dentro del área y en los alrededores.

Sí advierte que “los predios que conforman el área protegida son privados, por lo cual el acceso debe ser coordinado con los propietarios” y que “Sobre la Calzada de Andrés Pérez se cuenta con una zona de uso público, a la cual concurren desde hace años, los vecinos de la zona y la utilizan como sitio de recreación”. También indica que se encuentra en el departamento de Paysandú y que la superficie es de 19.969 hectáreas de área protegida y de 23.441 hectáreas.
En definitiva, lo que se hizo fue reciclar un sitio del SNAP en el que la idea era, justamente ofrece información básica sobre las áreas, pretendiendo hacerlo pasar por un por portal turístico de las áreas protegidas, que, en caso de desarrollarse, no vendría nada mal.
Y si tienen ganas de conocer más sobre los Montes del Quequay y la experiencia de visitar esta área, una buena recomendación es mirar en YouTube el capítulo que le dedicó el programa Contacto, de Eduardo Batista, que se emitió en el Canal 11 de Punta del Este.
Digno de destaque es, en cambio, que en el artículo del Ministerio de Turismo se hayan incluido los contactos de algunos de los guías que trabajan entorno a las distintas áreas protegidas del país, así por lo menos hay a quién preguntarle.