Combo de productos, sabores, música y reconocimientos en la Feria Franca

La Feria Franca de Paysandú adhirió a los festejos de la ciudad con una propuesta de actividades que engalanaron la clásica venta de feriantes –y ahora también emprendedores varios– para que el tradicional y emblemático espacio del Mercado Municipal tuviera su protagonismo.

De la mano del Proyecto Paysandú Sostenible, que entre sus líneas de acción trabaja en pos del mejoramiento de la feria franca y que recobre el sitial que ocupó durante décadas, este jueves se expusieron alimentos de estación, se ofrecieron charlas sobre los beneficios de tener una huerta en casa, y experiencias de trabajo con hortalizas, a cargo de la nutricionista Victoria Lain y y productores, respectivamente, en tanto los estudiantes de Alta Cocina de la Secretaría de la Juventud realizaron una demostración de elaboraciones empleando especies de estación, pudiendo degustar el público una deliciosa sopa y croquetas.

Mientras, por la calle Sarandí, desde 19 de Abril hasta Montevideo, y por esta hasta algunos metros pasando la entrada majestuosa del Paseo del Mercado, se observaba la clásica feria de los domingos, con los puestos de frutas, verduras, plantas, semillas e insumos de huerta, productos gastronómicos y de emprendedores con variados artículos que se han sumado recientemente.

Continuando el recorrido, en el interior del Paseo del Mercado, se podían observar estands de productores vinculados al área hortícola de Paysandú Sostenible, que presentaron abonos orgánicos, producción de plantines y subproductos, entre otras cosas, cerrando con el estand de Alta Cocina y su demostración en vivo de elaboración de ricos platos en base a productos locales y posterior degustación. Más temprano, integrantes del coro Voces del Chaplin ofrecieron un espectáculo musical.
También se desarrolló una breve charla sobre su historia, que se inició en 1942 en el mercado, y un merecido reconocimiento a feriantes que durante décadas –algunos comenzando aún siendo niños– han encontrado en este espacio su forma de ganarse la vida, comercializando los productos que ellos mismos producen en sus quintas.

En esta instancia de celebración de Paysandú Ciudad, “se buscó hacer una feria como la que habitualmente se hace los domingos, con un cierre de calle, y con algún atractivo más con el Proyecto Paysandú Sostenible”, expresó el coordinador de Ferias, Alvaro Contrera, en diálogo con EL TELEGRAFO, destacando que precisamente “hoy lo que se trata es que la Feria Franca sea el último eslabón del proyecto para que todo lo que se produce en Paysandú en el sector hortícola se venda a través de ella”.

En esa línea “se ha venido trabajando incansablemente, ya hace un tiempo, en mejorar la presentación de la feria”, en aspectos de limpieza y disposición de los puestos en forma uniforme en gazebos, así como vestimenta de los feriantes, puntualizó.
Entre los eventos, destacó y agradeció la presencia de “las Voces del Chaplin, que estuvieron muy bien con el profesor Nahuel Lemes”, y “las charlas de feriantes y productores, contando su experiencia desde que entraron al proyecto, cómo arrancaron, con toda la asistencia técnica que se les da y cómo llegan a la producción y poder vender sus productos”.

RECONOCIMIENTO A FERIANTES

“Como broche de oro” tuvo lugar el reconocimiento a feriantes que desde hace décadas asisten con sus productos a este espacio. Para ello “indagamos y hay algunas personas que están hace muchos años”, destacó. “Hay una anécdota de uno de los feriantes, que ya hoy es una persona que formó su familia en la feria, que antiguamente cuando había una rotondita, en Sarandí y Montevideo, el empezó vendiendo ajos siendo chiquitito, se llama Rafael Micheli. Hoy sigue en la feria y es el sustento de su familia. Otro de los feriantes, que tiene más de cuarenta años en la feria, que arrancó de joven con su papá, es Héctor Mattiauda, el popular Coco. Luego, con cuarenta y tres o cuarenta y cuatro años, la familia Basso, que hoy está Darío y que es es otro de los puestos”, detalló. Se trató de aludir un poco a la historia de la Feria Franca, centrándose en el “reconocimiento a esas personas que, con el pasaje de estos años, con las cosas malas y buenas que han habido, han seguido estando en la feria y hoy por hoy son pilares”, significó.

“UN PASEO PARA LA FAMILIA”

Asimismo, valoró que “se han ido juntando mucho más feriantes”, encontrando hoy no solo puestos de “frutas y verduras, sino también de emprendedores de Paysandú Sostenible; hay muchos más y esperemos que se sigan sumando”, por lo que “invitamos a la gente que venga, porque ha cambiado bastante y la verdad que hoy ya es un paseo más que una feria”.

En este sentido, destacó la importancia de la heterogeneidad de productos en una feria que se actualiza para llegar al público consumidor de la mejor forma. De acuerdo a su propia experiencia como vendedor, citó la importancia de “tener constancia y que la gente sepa dónde encontrarlos. Entonces, hoy aparte de que ya saben que hay frutas y verduras, hay también viveros, emprendedores que están vendiendo artículos que los hacen ellos, los elaboran, son productos nuestros, y hoy están presentes en la feria, que están dentro de la Agencia de Desarrollo de Paysandú también”. El público debe saber que en este espacio “no solamente viene a comprar fruta y verdura, sino que se puede comer una empanada, puede comprar sus plantas, puede comprar un regalito porque tiene algún cumpleaños. En definitiva, la idea es que además de una feria de frutas y verduras, sea un paseo general para la familia”, concluyó.