Acto en recuerdo de los policías caídos en servicio en Paysandú

En la Plaza de la Policía –en Rodríguez Nolla y avenida Italia– conmemoraron del Día del Policía Caído en cumplimiento del deber, instaurado en forma oficial en 2008 por Ley 18.377. En el acto, encabezado por el jefe de Policía, comisario general (R) Eduar Alvez de Almeida, se recordaron las figuras de los tres agentes de nuestro departamento que perdieron la vida al participar de diferentes operativos: Geber Illescas (1996), Wilson García (2011) y Juan Carlos Oviedo (2018).
Con la presencia del intendente departamental, Nicolás Olivera, representantes del Círculo Policial, Sindicatos Policiales y Fiscalía, familiares de los fallecidos y demás policías, se entregaron ofrendas florales alusivas.

SIEMPRE EN EL RECUERDO

El 30 de marzo de 1996, durante un intenso operativo policial, a raíz de un intento de apoderarse de una caja registradora de una chacinería en la zona de 19 de Abril e Ituzaingó, el agente de segunda Geber Ramón Illescas Ledesma –de 25 años– sufrió un aparatoso accidente. Durante el cercamiento del local a fin de aprehender a los malvivientes que estaban armados, Illescas y su compañero treparon a los techos, ocasión en que cedieron unas chapas y ambos cayeron al vacío. Las graves lesiones sufridas por Illescas –traumatismo de cráneo grave, coma primario, fractura parieto occipital y de parietal derecho– derivaron en su internación en el CTI del antiguo Sanatorio Modelo. Días después, debido a una serie de complicaciones, el agente falleció.
El 7 de agosto de 2011, el agente Wilson García López, de 40 años, concurrió junto a sus compañeros de la por entonces Dirección de Grupos de Apoyo (DGA) a una finca cerca del monumento a la Virgen, en la zona Este de la ciudad, donde se encontraba un hombre atrincherado. Cuando el móvil –conducido por García– se dirigía hacia la escena, el rodado se puso en movimiento sin haberse acomodado correctamente los demás ocupantes, instancia en que un efectivo perdió el equilibrio y efectuó dos saltos para poder ingresar, accionando accidentalmente su pistola calibre 9 milímetros. La bala ingresó en el flanco derecho de García, hiriéndolo en el abdomen. Fue derivado al servicio de emergencias de Comepa, donde se le practicó una intervención quirúrgica que lo llevó al CTI; pero, pese a los esfuerzos médicos, a las pocas horas dejó de existir.

El 28 de marzo de 2018, el agente Juan Carlos Oviedo Custodio, de 25 años, se encontraba cumpliendo su turno en la Comisaría Sexta de Quebracho. Una denuncia sobre que un sujeto estaba amenazando con un arma a su expareja encendió la primera alarma de los efectivos. Mientras la joven estaba en la Comisaría, su madre –Nelly Elizabeth Goyeneche Pintos– custodiaba la casa familiar. Hasta allí llegó el victimario en bicicleta, quien comenzó a golpear la puerta de la finca con una pala, a la vez que portaba un rifle calibre .22 de su propiedad. El agente Oviedo Custodio estaba junto a una compañera en la comisaría y la denunciante, cuando fue advertido de la situación. El uniformado –motivado por su amor al servicio– no pudo quedarse de brazos cruzados y salió en la moto oficial hacia la casa de la señora. Al arribar, desenfundó su arma de reglamento y entró. Caminó unos 20 metros y fue sorprendido por el sujeto que lo enfrentó con su rifle. Hubo un forcejeo, ocasión en que el malviviente logró sujetar las manos al agente y apuntó su arma hacia su mentón, donde efectuó un disparo. Al joven uniformado, que vestía chaleco antibalas y casco protector (por la moto), la bala le salió por la nuca. Su deceso fue inmediato.

MOMENTO DE REFLEXIÓN

Al finalizar el acto, el jefe de Policía indicó que se trataba de un día especial para recordar “a nuestros camaradas que dieron su vida en cumplimiento del deber”.
“Realmente es un momento de reflexión, podemos ver que está fortalecida la moral de nuestro personal y cada vez que salen a patrullar entregan lo mejor de sí para brindar seguridad al departamento. Sin dudas que dentro de la infinidad de tareas que le toca a la Policía, el proteger al más débil y al más vulnerable es lo más importante, y poder restablecer el orden público cuando es vulnerado o violentado”, dijo.
Alvez de Almeida precisó que el riesgo siempre está presente, por lo cual siempre le advierten al personal evitar la rutina porque “no todos los procedimientos son iguales, por más que podamos estudiar los manuales, o en diferentes situaciones. Pero siempre les decimos que deben estar alerta en todo momento. Lo vemos a diario por el nivel de violencia que vive nuestra sociedad, carente de valores”.
“Generalmente a la Policía le toca ver o trabajar con el lado más oscuro de la sociedad para que podamos traer tranquilidad a nuestros vecinos. Cada vez se torna más peligroso pero nuestros policías han recibido capacitación, están preparados y con mejor equipamiento y móviles, trabajamos día a día para que no suceda nada que lamentar”, comentó.

UNA FAMILIA QUE ESPERA

Por su parte, el dirigente del Sindicato Único de Policías del Uruguay (SUPU), Alejandro Alvarez, indicó que como todos los años “el sindicato participa y acompaña a los familiares de los compañeros que conocimos en función”.
“Es muy especial y significativo estar acá como compañeros de estos tres policías que conocimos bien cumpliendo sus funciones. Es un día para reflexionar en base a la función policial, porque gracias a Dios en estos últimos meses no tenemos policías caídos en servicio, aunque sí situaciones de suicidio”, agregó. Indicó que es importante tomar consciencia de que “el policía está siempre para cuidar al vecino pero también tiene una vida y una familia que lo espera”.