Aprendizajes de una transición

Los tres expresidentes de la República, Julio María Sanguinetti, Luis Alberto Lacalle y José Mujica, compartieron un panel en el cierre de la VIII Semana de la Energía, un evento internacional desarrollado en nuestro país a instancias de la Organización Latinoamericana de Energía (Olade).
En la oportunidad los exmandatarios compartieron reflexiones acerca del proceso que ha llevado al país a ocupar un lugar de destaque en materia de transformación energética mediante la incorporación de energías renovables a la matriz, un proceso que ha tenido numerosas ventajas, entre ellas un ahorro significativo de dinero en la importación de combustibles fósiles; en la diversificación de fuentes, lo que provocó, por ejemplo, que no se sufriese una crisis de generación a pesar de haber atravesado uno de los más prolongados episodios de déficit hídrico, y por supuesto, un menor impacto ambiental.
Los históricos líderes coincidieron en que en la base de estos avances alcanzados hay un acuerdo estratégico, que no fue fácil de alcanzar, pero que fue el que abrió las puertas a la participación del sector privado en el mercado de la electricidad, asumiendo que no hubiese sido posible de otra forma el despliegue que se alcanzó, y que prosigue: hace muy pocos días informábamos de un importante nuevo proyecto en los límites entre Salto, Tacuarembó y Paysandú, y hay por delante todo un nuevo camino en la incorporación masiva de la movilidad eléctrica –que a esta altura se asume como ineludible– y, por supuesto, el desarrollo relacionado con el hidrógeno verde, o sustentable.
“Me parece que lo que representa la presencia de nosotros tres es la continuidad de ciertas políticas, dentro de un ambiente político que discute apasionadamente, llega a momentos duros, pero que ha sabido mantener ciertas líneas a través de los distintos gobiernos”, dijo Lacalle, que citó tres ejemplos en “la Ley Forestal, uno de los grandes éxitos del sistema político uruguayo y de la economía; la Ley de Puertos, también discutida pero que se ha mantenido y que cumple un destino geopolítico importante del Uruguay”; y el restante es, justamente el de la energía, en la que “el porcentaje de generación natural sustentable de la energía del Uruguay, de 90 y tanto por ciento, representa en la comparación mundial un guarismo realmente para mostrar”.
Pero claro, no ha sido un camino sencillo. Recordó Mujica que, durante el período en que gobernó Jorge Batlle, reinaba entre los expertos de UTE la visión de que el futuro sería la importación de energía barata desde la República Argentina. “Fuimos mascullando y aprendiendo todos, probablemente, los técnicos y los políticos, hasta que logramos en el 2010 sentarnos y consensuar, convencernos que teníamos que variar la matriz energética del país y fue un acuerdo nacional, que no es ni de Juan ni de Pedro, fue del país, de todo el sistema político, y nos terminó dando un resultado espectacular”, celebró. Prosiguió, en el mismo sentido, destacando que este resultado no vino “por inspiración del Espíritu Santo; vino porque pudimos entre todos construir un conjunto de políticas que desarrollaron la inversión eólica, aparecieron recursos y dimos un salto de tal magnitud que si en el 2005 teníamos más o menos 35, 37% de energía renovable, en el año ‘19 teníamos 60 y pico por ciento de la energía renovable, pero a su vez habíamos dado un salto en la cantidad bruta de energía que se producía el país de cerca del 130%”, y pasó además, de ser un permanente importador de electricidad, a exportar excedentes a los países vecinos. “Este paisito lo pudo hacer ¿saben por qué?, porque tuvo básicamente unidad nacional”. Afirmó también Mujica que este proceso es “un mensaje hacia adelante” de que este tema de la energía es tan importante “que valdría la pena perder tiempo y tratar de instrumentar visiones por lo menos de una década, y ajustarlas cada 4 o 5 años”.
Sanguinetti, a su vez, valoró la inversión que se está haciendo en términos de movilidad eléctrica, desarrollando la infraestructura imprescindible con un gran inversión, al igual que la que se está haciendo para terminar de cerrar el anillo del norte, con la conexión entre Salto Grande, Tacuarembó y Melo y la conexión con Brasil, “que es fundamental para el desarrollo regional que tenemos y que ha sido la una realmente una aparición revolucionaria”. Afirmó que “el mercado energético ha sido realmente un cambio estructural en toda la región, de modo que ahí están las prioridades, el tema es que ahora, con menos debates, nos orienten mejor los científicos, nos orienten mejor los tecnólogos, para poder realmente atender estas que son las grandes prioridades que tenemos por delante”.
Y a pesar de que los tres recordaron la frustrante experiencia del gas argentino, que dejó, a decir de Lacalle un caño para que “crucen cucarachas por arriba del río Uruguay”, también mostraron su expectativa por las reservas que se conoce que el vecino país tiene en Vaca Muerta, y que finalmente sí se pueda disponer de este recurso, aunque dependerá de que se establezcan normas claras con el vecino país, algo en lo que, según adelantó del director nacional de Energía, Fitzgerald Cantero –que ofició de moderador en la ocasión–, se ha estado trabajando en los últimos días.