Arranca el grueso de la cosecha de trigo y cebada

Ahora sí es el momento. Después de varios días de intento de ingresar a las chacras, de levantar cultivos con importante humedad en el grano, pero necesitados de preparar también el área para la siembra de la soja de segunda, las máquinas y camiones saldrán con todo en estos días a las carreteras, para ingresar a los distintos predios y avanzar en la zafra.
En algunos casos, este viernes fue “una locura”. Preocupados por un posible pregerminado de los cultivos, muchos probaron si el piso estaba en condiciones para el ingreso de las cosechadoras. Y también están los que se entusiasmaron y trillaron, a tal punto que varias empresas trabajaron en la noche para agilizar la descarga de los camiones. Pero también estos primeros viajes vienen con alta humedad, por lo que enlentece el trámite en las plantas de silos, porque se demora más de lo previsto con el secado. Y esto viene a alusión del título, muchas chacras estaban prontas y por el exceso de lluvias en el litoral no se podía trillar, por lo que se juntaron con los cultivos que debían ser levantados a partir de la segunda quincena de noviembre, sumándose muchas chacras.
Sergio Pastorini comentó a EL TELEGRAFO que “este viernes a las 23 estábamos descargando en la planta de Quebracho y se vino viento y lluvia, con registro de 22 milímetros, pero más hacia el norte, en zonas como Saladero y Chapicuy, no llovió prácticamente nada. Para el lado de Queguayar, Queguay, Constancia, las precipitaciones oscilaron entre 25 y 30 milímetros.

Agregó que el viernes “se pudo avanzar en la cosecha”, y el sábado en la mañana “estábamos tapados de camiones para descargar”. En cuanto a las calidades, el empresario de la zona de Quebracho indicó que en cebada “siguen habiendo problemas de alta proteína, y en trigo apareció algún problema de falling number, y esperemos que eso no se acentúe”. De todas maneras reconoció que los rendimientos “son muy buenos, pero habrá que ver el promedio de toda la zafra, tras el avance de por lo menos una semana”.
Por su parte, el ingeniero agrónomo Luis Simean, de Copagran Paysandú, dijo a EL TELEGRAFO que “se viene avanzando de forma importante, con una interesante cantidad de productores metiendo las máquinas, y se puede decir que en el norte venimos bien”.
Sobre los rendimientos, señaló que “están por arriba de los 4.000 kilos en general, tanto cebada como trigo. La cebada está bastante bien de calibre y de parámetros de calidad, no existiendo prácticamente rechazos, y en el trigo hay más diversidad de situaciones, con algún trigo que estaba pronto desde hace más tiempo que puede tener algún problema de calidad de falling number y germinado, pero en general los que se van aprontando ahora y la lluvia los agarró sin haber llegado a la madurez, no están tan afectados en la calidad”.
Simean agregó que en el caso de cultivos que “ya están maduros, el grano no sale con tanta humedad, y la que acumulan es solo la humedad ambiente, pero el grano ya está seco”. De todas formas, aclaró que “se viene avanzando bastante bien, dentro de las dificultades propias de que no tenemos días de sol y las amenazas de lluvias son prácticamente permanentes”.

VERANO

La siembra de cultivos de verano está prácticamente parada. Simean indicó que “viene más lenta porque las máquinas están con poco piso, y rompiendo un poco. Aunque se levanta la cosecha hay bastante humedad para la siembra de segunda, aunque la de primera también está un poco atrasada”.

MESA TECNOLÓGICA

Días atrás, se desarrolló el 12º Encuentro Nacional de la Mesa Tecnológica de Oleaginosas (MTO), titulado “Cultivando Resiliencia: Aprendizajes de una zafra histórica”.
La actividad, desarrollada de forma virtual, se dividió en tres presentaciones. La primera, “Observatorio de Oleaginosos Uruguay 2022/2023: Indicadores sectoriales y escenarios futuros”, a cargo de la economista Magdalena Borges y del ingeniero agrónomo Sebastián Mazzilli, ambos del INIA.
Luego se presentó un estudio de impacto en la cadena del proyecto MTO-ACG -LATU, denominado, “Aseguramiento de la calidad de los laboratorios de la cadena de los cultivos oleaginosos”, a cargo de la licenciada Mariangel Pacheco Troisi, Mag., LATU. Finalmente, se desarrolló un panel de seguros agrícolas junto a la ingeniera agrónoma Elena Loaces, responsable del departamento técnico de URF; ingeniero agrónomo Andrés Grunert, del Departamento Agronómico del BSE; ingeniero agrónomo Gonzalo Gutiérrez Ph.D, Integrante de la Comisión Técnica Agro de Audea; y el técnico Fabián Dávila, Consultor Senior en tecnologías de la información de DGRN-MGAP.
Entre otras cosas, se explicó que luego de dos zafras contrastantes, el sector muestra una estructura sólida y no parece decaer en su esfuerzo hacia el futuro. La competitividad de la cadena en el mediano y largo plazo dependerá de la capacidad de seguir generando y adoptando más y mejores herramientas –sistemas de rotación, prácticas de manejo, riego o seguros de cultivo– que permitan elevar su resiliencia y las posibilidades de reponerse rápidamente de impactos diversos.
La zafra de verano 2022/23 estuvo caracterizada por un déficit hídrico de magnitud sin precedentes. A pesar del pronóstico climático desfavorable al inicio de la siembra, el área sembrada de soja creció 6%, impulsada por la expectativa de buenos precios y se ubicó en 1,2 millones de hectáreas. Además, el incremento en la siembra de los cultivos de invierno durante 2022 permitió consolidar una participación de la soja de segunda por encima del 50% del área sembrada (57%).