Experiencia sanducera del Encuentro de la Canción Infantil Latinoamericana y Caribeña

Se estima que más de 1.400 niños disfrutaron de los espectáculos que se ofrecieron en el Espacio Cultural Gobbi y en Auditorio Miguel Angel Pías.

Durante dos jornadas, Paysandú fue subsede del 16º Encuentro de la Canción Infantil Latinoamericana y Caribeña, que se realiza de forma bienal desde 1994, cambiando de país en cada edición. En Uruguay, el evento tuvo lugar entre el lunes 13 y el domingo 19, con la ciudad de Canelones como sede principal. En Paysandú, las actividades se llevaron a cabo el jueves 15 y el sábado 17.

En el Espacio Cultural Gobbi hubieron varias funciones de dos espectáculos musicales. Desde Chile llegó el grupo musical Wachún con su espectáculo “Carnaval Wachún”, el cual incluyó canciones originales, narración de historias, juegos y marionetas. El grupo está compuesto por tres músicos compositores, surgidos del ámbito universitario, a quienes se suma una cuarta integrante en los roles de actriz, bailarina y animadora. Un dato interesante es que muchas de sus canciones surgen de talleres de creación que realizan con niños de entre 4 y 9 años, centrados en la música, dinámicas participativas y relatos de infancia.

Desde México llegó Son de la Ciudad con su propuesta “Son pa’ los escuincles”. Con 32 años de trayectoria, este grupo se basa en los ritmos e instrumentos de la música tradicional mexicana para ofrecer una propuesta alegre y participativa, muy disfrutable para niños y adultos. A estos se sumó un tercer espectáculo en el auditorio Miguel Ángel Pías, donde el músico argentino Fran Olano ofreció cuatro funciones de “Cuentos de la Selva, una aventura cantada”, espectáculo basado en la obra homónima de Horacio Quiroga desde el humor, la música y el intercambio, con un enfoque didáctico. Olano también compartió otras canciones de su repertorio, ofreciendo una propuesta muy disfrutable para los niños.

TALLERES

Ambos días hubo también dos talleres, que se desarrollaron de forma simultánea. En la sala Elsa Morales tuvo lugar “Ideas musicales para incentivar el aprendizaje”, a cargo de Ethel Batres, pedagoga guatemalteca dedicada a la investigación y enseñanza de la música en su país. Partiendo de vertientes poco conocidas de la música guatemalteca –maya, garífuna y mestiza–, compartió con los presentes canciones, juegos y anécdotas. El intercambio generado dio lugar a interesantes reflexiones sobre la cultura, el arte y la necesidad de adecuar los sistemas educativos a las realidades de nuestros países, apuntando a estimular el desarrollo expresivo y creativo.

El otro taller fue “¡Se prendió el berroche!”, a cargo de la percusionista y docente colombiana Mayté Álvarez Ropain, con la asistencia de su hija Candelaria, y se desarrolló en el Auditorio Miguel Ángel Pías. En este caso la temática central fue la tambora, un género musical tradicional de los pueblos de la costa del Caribe colombiano, más precisamente del llamado Brazo de Loba, uno de los brazos del río Magdalena. A la información compartida se sumaron los aspectos prácticos, con la ejecución de los principales ritmos de esta música y su aplicación como herramienta educativa. Ante la falta de instrumentos originales, se utilizaron tambores de candombe, y se compartieron también juegos y bailes cantados característicos del género.

MUY BUENA ASISTENCIA

Más de 1.000 niños asistieron a los espectáculos en el Gobbi, y más de 400 al del Auditorio Miguel Ángel Pías. Entre ellos hubo alumnos tanto de escuelas de la capital sanducera como de localidades del interior. “Es muy importante destacar también todo el apoyo que hubo desde Inspección de Escuelas”, dijo Zully García, inspectora de educación artística. “Hugo Rodríguez (referente local del Comité Organizador del Encuentro) llevó la propuesta al equipo de inspectores, y estuvimos coordinando para que se aprobara. Y la inspección hizo posible que muchos niños, especialmente de las escuelas rurales, pudieran venir a Paysandú, en muchos casos desde muy lejos, y tener la oportunidad de disfrutar de todos estos espectáculos de música infantil. De otra manera, no hubiera sido posible”.

También fueron numerosos los docentes que se sumaron a los talleres, agregó Hugo Rodríguez, destacando que instancias como estas permiten conocer nuevas herramientas educativas a partir del encuento “con gente que es importante, que sabe mucho. No se ve todos los días que venga gente de otros lados a mostrar sus cosas, y a enseñar. Lo más destacable es que toda esta gente vino en forma gratuita, pagó sus pasajes hasta Paysandú. Y a la vez fue todo gratuito. No se cobró nada por los conciertos y los talleres, que si los fuéramos a pagar serían carísimos”. Todo esto, dijo, es fruto del trabajo del Movimiento de la Canción Infantil Latinoamericana y del Caribe (Mocilyc), conformado por artistas, grupos y entidades culturales de América Latina y el Caribe, que organiza estos encuentros. “Todo es parte de la filosofía del Mocilyc, para incentivar la canción infantil. Ese es el objetivo de todo esto”.

Rodríguez agradeció el apoyo de la Comisión Técnica Mixta de Salto Grande (CTM), de la Dirección de Cultura y la Unidad de Gestión de Eventos y Escenarios de la Intendencia de Paysandú, del Pit Cnt, del Centro Araí, que aportó su local, y de La Covacha y el músico Jorge Flores, que colaboraron con el préstamo de instrumentos.