Uruguay Sustentable pide renuncia del ministro de Ambiente, Robert Bouvier

El Movimiento Uruguay Sustentable, Movus, dio a conocer una declaración en la que manifestó que el ministro de Ambiente, Robert Bouvier, evidenció desconocimiento sobre “la misión y responsabilidad del Ministerio de Ambiente, por lo que debiera renunciar”.
Alude a expresiones públicas del ministro acerca del Proyecto Arazatí en las que dio a entender “que no tienen ‘marcha atrás’ y que, aprobada la licitación por el Tribunal de Cuentas, las obras comenzarán el próximo mes de febrero”. Al respecto los ambientalistas indicaron que el Proyecto Arazatí “no tiene aún presentado en el ministerio del contador Bouvier ni siquiera el documento primario del estudio de impacto ambiental. OSE tiene que realizarlo, ya que por resolución de ese mismo ministerio del 29 de agosto de este año se declaró que puede producir impactos negativos significativos”.
Para el Movus, estas manifestaciones condicionan “de manera inaceptable la futura actuación de los subordinados del ministro que deberán analizar técnicamente un proyecto sobre el cual la máxima jerarquía política del ministerio ya ha tomado decisión”.
En la declaración agregan acerca de la “inconveniencia” del proyecto Arazatí, que “ante sendos pedidos de acceso a información pública, OSE no pudo mostrar ni un solo estudio que justifique la decisión de hacerlo en Arazatí, ni ningún análisis económico que justifique la adjudicación al pago del proyecto de exactamente 5.377.271.690 Unidades Indexadas, equivalentes a más de 800 millones de dólares”.
Sumado a ello, también catalogaron como “igualmente desafortunadas e inconvenientes” otras expresiones de Bouvier, en este caso posteriores al “segundo derrame producido por la empresa UPM en los primeros cuatro meses de su operación”. Señalaron que en la declaración ministerial se parafraseó a la empresa atribuyendo las labores que se realizaban a “tareas de mantenimiento”. Agregan asimismo que acerca del derrame químico ocurrido a mediados de agosto “el ministro y el ministerio guardaron silencio, no informaron durante 40 días” y solo se expresaron “una vez que fue imposible ocultarlo debido a notas de prensa”, y que en ese entonces Bouvier “se refirió al mismo como un ‘incidente’, restándole importancia y magnitud”. Consideran los ambientalistas que “las actitudes y declaraciones del contador Bouvier son en todo incompatibles con la misión del Ministerio de Ambiente”, por lo que entienden que “el ministro debiera renunciar, o esa renuncia serle requerida por el presidente de la República”.