Día mundial del piano 2024

El jueves 28 de marzo se conmemoró un nuevo Día mundial del piano. Se trata de una iniciativa que surgió en el año 2015 a instancias del pianista y compositor alemán Nils Frahm. ¿Por qué este día en particular?
Es que la mayoría de los pianos profesionales que se construyen desde el siglo XIX hasta nuestros días tienen 88 teclas, lo que inspiró a Frahm a crear una instancia de celebración precisamente el día número 88 de cada año, y así disfrutar de la invención de este instrumento de la mejor manera: difundiendo a lo largo y ancho del mundo su vasta literatura, compuesta desde el primer momento de su invención hasta la época actual.

Un poco de historia

Corrían los días del año 1698 en Italia, cuando un músico nacido en Padua, conocido como Bartolomeo Di Francesco Cristófori trabajaba en la invención de un instrumento musical que vería la luz como “clavicémbalo col piano e forte“, más tarde, “piano forte“.
Este italiano ya se dedicaba desde hacía tiempo a construir instrumentos musicales. A sus 33 años lo contrató el Príncipe Fernando de Médici, un apasionado de la música y coleccionista de instrumentos. Confió en Bartolomeo el cuidado de su colección y también en que se ocupara de conseguir avances e innovaciones en la construcción de nuevos instrumentos.

El instrumento de teclado “de moda” en la época era el clavicémbalo, también conocido simplemente como clave o clavecín, el preferido nada menos que de Johan Sebastian Bach. Cristófori había construido varios de ellos. Si bien resultaba ideal para la época por su potencia sonora, era muy limitado en cuanto a su expresividad dinámica. Prácticamente solo se podía tocar a un único volumen.

Él quería mejorar este aspecto y probablemente la mayor invención de Cristófori, haya sido lograr un instrumento que pudiera ir de sonidos suaves a fuertes según la intención del intérprete. El clave con piano e forte, como su nombre lo indicaba, podía emitir sonidos suaves o fuertes según la intensidad con que se presionaran las teclas.

Naturalmente, tendría que pasar mucha agua debajo del puente para que el piano inventado por Cristófori sonara como el piano que conocemos en nuestros días. Si bien los principios de la mecánica inventada por él son los mismos, fueron muchos los aspectos que se fueron perfeccionando con el paso del tiempo. Decenas de fábricas de pianos europeas trabajarían y aportarían significativas innovaciones.
Si bien es muy cierto que no sería justo establecer un escalafón o jerarquía entre los instrumentos musicales, puesto que cada uno es producto de mucho tiempo de estudio, investigación, inspiración y trabajo, cada uno es también una verdadera obra de arte en sí mismo. Cada instrumento tiene su lugar en el universo musical y éste no es reemplazable. Asimismo es de justicia reconocer que con la aparición del piano de Cristófori y su desarrollo, creadores e intérpretes se vieron beneficiados con una herramienta inexistente hasta el momento, con grandes posibilidades sonoras, capaz de ser solista y/o acompañante, con una extensión de grave a agudo más amplia que la de una orquesta sinfónica y que basta una sola persona para interpretarlo. Un instrumento que no necesita de ningún otro.
Se cree que las primeras composiciones que fueron creadas especialmente para este instrumento datan aproximadamente del año 1732 y lamentablemente es poco probable escucharlas en salas de concierto. Se trata de una colección de Sonatas, de Ludovico Giustini. (Ver en YouTube Sonata de Giustini).
La historia y evolución del piano es apasionante y tiene muchos aspectos para descubrir. Son varios los fabricantes a quienes se les debe importantes innovaciones en materia de tecnología pianística. Pleyel fue la fábrica más antigua, que se mantuvo en funcionamiento por aproximadamente 200 años, fundada por un músico y compositor alumno de Haydn en el año 1807, Ignacio José Pleyel.
Sus instrumentos estuvieron ligados íntimamente a las artes decorativas, ya que muchos de sus muebles eran adornados y/o intervenidos por reconocidos artistas visuales de la época. La marca Pleyel logró reconocimiento en toda Europa estando al frente Camille Pleyel, hijo de Ignacio José, quien con su trabajo aumentó considerablemente el prestigio de sus productos llegando a ser el piano preferido nada menos que de Fréderic Chopin, quien, estando instalado en Mallorca, donde compone sus preludios op 28, pidió especialmente que le llevaran un piano vertical de la marca.
Camille iría incluso más allá en los negocios y fundaría una sala de conciertos en París, que es considerada en la actualidad, aún en funcionamiento, como una de las mejores a nivel acústico en el mundo entero.

El también francés Sebastián Erard, fundaría en el año 1770 la que se convertiría en la primera fábrica de pianos a gran escala. Entre las innovaciones que presentó en sus modelos, diseñó el mecanismo del pedal, tal como lo conocemos en la actualidad y fue el primero en usar hierro fundido para la armazón, lo cual consiguió un mejor soporte para la tensión del encordado, pudiendo utilizar cuerdas más gruesas (bordonas) consiguiendo mayor sonoridad y potencia.
Si bien hoy en día los pianos franceses no tienen gran prestigio entre los pianistas (de hecho de las tres grandes marcas francesas: Pleyel, Erard y Gaveau, ninguna existe en la actualidad) han sido muy importantes para el desarrollo del instrumento y su evolución.
Steinway es probablemente hoy en día, el piano de concierto por antonomasia. Elegante, con estilo, potencia y sonoridad exactas. La gran mayoría de Auditorios y salas de concierto más importantes tienen un instrumento de esta marca. La fábrica fue fundada en Nueva York por Henry Steinweg, un inmigrante alemán que llegó a los Estados Unidos y empezó a fabricar pianos en el garaje de su casa. Tenía obsesión por la calidad extrema, los mejores materiales, la mano de obra más cuidada. Estudió y experimentó hasta patentar varios avances tecnológicos, entre otros el pedal tonal (pedal central en el piano de cola) que posteriormente otras marcas adoptaron. Antes de establecer su casa de pianos formalmente había fabricado casi 500 pianos en su garaje. Hoy en día presenta los estándares más altos de calidad, contando con dos fábricas: Alemania y Estados Unidos.

Se podrían citar decenas de otras marcas que han conseguido instrumentos de excelente calidad: Bosendorfer, Fazzioli, Schimmel, Bluthner, Bechstein, por mencionar unas pocas europeas. En Brasil la fábrica Essendelfer funcionó hasta 1997. Una historia que comienza a fines del 1800 con un joven alemán llamado Florían Essenfelder.

En los últimos tiempos las japonesas Yamaha y Kawai han conseguido importantes avances de calidad y ofrecen pianos de excepción.

Tres frases curiosas sobre el piano

“Cuando el pianista termina su recital, ni un solo piano se acuerda de lo que acaba de tocar” Stephen King.
“Con el piano me fío totalmente de los sentimientos. La ciencia se la dejo a la vida”.Oscar Wilde
“Señora, hay muchos pájaros en vuestro piano.” Vicente Huidobro (poeta chileno).