Enrique Saforcada: recordar a la persona y reconocer su obra

En la apertura de la VII Escuela de Verano de Psicología Comunitaria: Leticia Pereyra, integrante del equipo organizador, Líber Acosta, director de la sede universitaria de Paysandú, Cenur Litoral Norte, Helena Heinzen coordinadora de Educación Permanente y Francisco Morales Calatayud, director del Polo de Salud Comunitaria en la sala de actos Maestro Héctor Ferrari.

Con gran éxito, tanto en la cantidad como en la calidad de la participación, se llevó adelante durante la presente semana la VII Escuela de Verano de Salud Comunitaria 2024. La presente edición estuvo dedicada a la memoria del profesor Enrique Saforcada, quien fuera uno de los principales impulsores y participantes de este espacio académico en la sede Paysandú del Centro Universitario Regional (Cenur) Litoral Norte desde el año 2013 y que falleció durante el último año.

El factor humano en la Salud fue el tema central con diferentes participaciones que permitieron intercambiar y profundizar sobre problemas, perspectivas y experiencias de relevancia para las comunidades contemporáneas. Organizado por el Polo de Salud Comunitaria y con la coordinación general del profesor Francisco Morales Calatayud, las sucesivas jornadas fueron desarrollándose de acuerdo a lo planificado con participación de estudiantes, docentes, egresados del área de la salud y funcionarios universitarios. Al momento de dar la bienvenida a los asistentes el director de la sede universitaria local Mag. Líber Acosta agradeció a los organizadores y resaltó que “hablar de escuelas de verano es hablar de actividades extra que nos nutren y que siempre implican una dedicación y un esfuerzo relevante para hacerlo posible”. Acosta describió las particularidades de la sede universitaria anfitriona para este encuentro destacando el crecimiento exponencial de inscripciones que registra, siendo en los últimos seis años la sede universitaria con mayor número de ingresos del Interior.

Recordó también el momento en el que conoció a Enrique Saforcada, en el año 2012 y relató anécdotas que dieron cuenta del convencimiento y el apoyo personal con el desarrollo de la vida universitaria en Paysandú a partir de su presencia concreta y el impulso a través de formaciones, proyectos y debates. “Tuvimos en Saforcada a un teórico y un profesor referente que además fue una persona muy cercana en el proceso de generar universidad en el interior del país”, dijo Acosta. Agregó que “estas instancias de encuentro nos vienen bien para que la gente se vaya de esta sede conociendo y difundiendo lo que hacemos y al mismo tiempo nos aporte dimensiones para mejorar”, explicó.

VOLVER A LOS AFECTOS

La arquitecta Helena Heinzen, responsable de Educación Permanente, expresó su coincidencia con los dichos del profesor Acosta y remarcó que especialmente la edición dedicada al profesor Saforcada “tiene el plus de volver a los afectos y poder valorizar lo que los afectos significan en el proceso de desarrollo de una institución sólida”. Reinvindicando la emoción desde el rol más institucional dijo que “siempre es un gusto acompañar y apuntalar lo que es la organización de la escuela de verano y de otras actividades que el Polo de Salud Comunitaria siempre está planteado a lo largo del año, para precisamente, a través de esta herramienta de vinculación con el medio –que es la educación permanente– podamos tener las puertas de la Universidad abierta no sólo a los egresados del área de la salud, sino a otros públicos interesados en la temática, para propiciar discusiones que nos debemos como comunidad y como sociedad en temas relevantes”.

LA INEVITABLE EMOCIÓN DE PENSAR EN LA PRIMERA ESTANCIA EN 2011

Como responsable de la organización general el profesor Francisco Morales Calatayud destacó que la Escuela de Verano de Salud Comunitaria en su séptima edición estuvo planificada para ser dedicada a la memoria del “entrañable profesor Enrique Saforcada, un psicólogo argentino y un salubrista latinoamericano que honra a la región del Río de la Plata y que cuando uno aprecia su trayectoria de vida se da cuenta que, en el contexto de esa generación de psicólogos egresados de las primeras carreras de Psicología de América Latina en los años ‘60, hay pocas vidas tan fermentales en el sentido de promover el bienestar de las personas, de los grupos de las comunidades”.

Docentes, estudiantes, egresados e invitados que participaron de la actividad de cierre de la VII Escuela de Verano de Salud Comunitaria, celebraron la ocasión y la riqueza de todas las instancias transcurridas durante la semana de intercambio sobre el factor humano en la salud.

Morales hizo referencia a los aportes de Saforcada que son visibles y legado “en el campo de la psicología aplicada desde el ejercicio científico investigativo, trabajando directamente en la enseñanza, en la gestión y en la proyección en el medio”. Procurando controlar las emociones Morales Calatayud recordó la primera vez que en 2011, llegó a Paysandú junto a Enrique Saforcada invitados por la profesora Patricia de la Cuesta, para dar juntos un curso. “Vinimos ambos con enorme entusiasmo por hacer realidad aquellas ideas que la descentralización de la Universidad de la República estaba planteando para el país para que llegara a la mayor parte de las personas la posibilidad de tener acceso a la enseñanza universitaria”. Destacó la relevancia que tuvo para dicho proceso y en el mundo de la Psicología, el profesor Víctor Giorgi, participante y protagonista de la edición 2024 de la Escuela de Verano de Salud Comunitaria. “Enrique Saforcada se entusiasmó notablemente con este proyecto y estuvo por acá seis meses de un tirón, apoyando el inicio del Polo de Salud Comunitaria, la integración de otros docentes y hoy, con pocos recursos de carácter materiales, el grupo exhibe una experiencia y evidentes impactos. Hemos avanzado en la formación de psicólogos y logrado instalar una visión de la psicología desde una perspectiva amplia de salud, la sociedad y en todo ese quehacer ha estado presente de alguna manera la figura de Enrique Saforcada”. Morales Calatayud citó que se dice que “los hombres se conocen con los hechos no son palabras y ahí están esos hechos y están también sus palabras profundas de gran alcance teórico, conceptual y metodológico”.

Para cerrar la bienvenida celebró: “creo que acá hemos tenido la suerte de estar muy cerca de esos procesos” y resaltó entre las virtudes del homenajeado su capacidad para “tejer redes con personas, instituciones y buenas voluntades que nos permitieron –y lo siguen haciendo– la posibilidad de compartir con grandes personalidades del campo de la psicología de la salud”.