Guichón tuvo su sesión plenaria de la Junta Departamental, ejemplo en vivo de cómo luchan cuerpo a cuerpo los ediles

La Junta Departamental realizó anoche en la ciudad de Guichón su sesión ordinaria, iniciando una serie de reuniones similares en el interior del departamento. Presidida por Alejandro Colacce –quien cedió durante media hora su lugar al edil oriundo de Guichón, David Helguera, segundo vicepresidente del cuerpo– recibió en primer término al alcalde Martín Álvarez quien se refirió al temporal de lluvia y viento que soportó buena parte de su territorio. Aun no tienen energía eléctrica las localidades de Tiatucurá y Arbolito, donde el servicio se reanudará hoy, y OSE ha distribuido generadores para poder mantener la distribución de agua potable.
Asimismo Martín Álvarez subrayó que “la Junta Departamental gestione ante Antel que las antenas ubicadas en todos los pueblos del territorio tengan baterías de mayor duración, para que ante situaciones de emergencia, no tengan que salir en vehículo hasta Guichón, con todos los problemas que ello implica”.
En el temario se realizó la media hora habitual, con la participación de varios ediles, luego se pasó a régimen de comisión general para recibir a representantes de pequeños productores ganadores, de las aparcerías, del Club Nacional de Fútbol, de la Liga de Trabajo de Guichón y de la Escuela Agraria de Alternancia.
Vueltos a sesión plenaria, se tomaron algunas resoluciones relativas a las demandas presentadas por las instituciones guichonenses, aprobaron algunas comunicaciones y luego se enfrascaron en una dura discusión en torno al vertedero municipal, a partir del trabajo de las comisiones de Ambiente y de Asuntos Laborales.
Llegaron al plenario informes de esas comisiones con dos informes, uno en mayoría y otro en minoría. No obstante, los ediles del Frente Amplio que debían expresar en sala el informe en minoría no se encontraban presentes, solamente se votó el de la mayoría, lo que provocó el rechazo del Frente Amplio.
Igualmente los informes en mayoría fueron aprobados únicamente con los votos del Partido Nacional y del Partido Colorado. No obstante, en las dos horas restantes, todas las bancadas, desde sus trincheras, se dedicaron a denostarse mutuamente amparados en la posibilidad de “justificar el voto”. Así se arribó a la medianoche, cuando la edil Silvia Fernández (Frente Amplio) estaba haciendo uso de la palabra, y estando de nuevo Helguera en la Presidencia, se procedió a votar terminar la sesión. No quedó inconclusa pues las resoluciones fueron tomadas, pero con el impulso que traían atacando a tirios o troyanos, podrían haber seguido hasta bien entrada la madrugada. Otra vez será. Quizás en Quebracho.

EL ENFRENTAMIENTO DE LA NOCHE

Una de las mociones aprobadas solo por el informe en mayoría se refería a la cooperativa de recicladores del vertedero municipal, que al decir del edil Fernando Rodríguez (Frente Amplio) “ha sido saboteada por la Intendencia, dejándola de lado, apoyando a un empresario argentino, y ahora archivando el caso”.
Eso hizo que desde la Mesa, el presidente Alejandro Colacce expresara que “no se archivó, se pasa a comisión. Además, el edil del informe en minoría podía hacerlo por escrito, no tiene que estar presente en sala”.
También del Frente Amplio, Natalia Martínez aseguró que “no es nuevo que se archiven temas que están sumamente vigentes. Pasa a comisión un tema, pero el de la Cooperativa de Reciclados Paysandú se archiva. Hay gente que queda sin trabajo. Esos son temas que mucho me interesan, con una gestión que ha sido inventada en la empresa, en productividad. No están ayudando al pueblo, lo que están haciendo es blindando la gestión del intendente. Ese informe tiene solo tres firmas (de las cinco de la comisión) y lo archivan. Todas corresponden al partido de gobierno”. Javier Pizzorno (Partido Nacional), especialista en echar leña al fuego, sostuvo que “estamos gestionando una mejora de un vertedero, dejando atrás lo que ha sido durante muchos años un basurero a cielo abierto. Podemos recordar lo que fue la Administración pasada, cuando se vivía incendiando el lugar, donde mandaban los hurgadores, cuando fue apuñalado un funcionario de la Intendencia, cuando se gastaron millones de pesos en tendido eléctrico y alambrado que fue robado, que desapareció”.
Verónica Villareal (Frente Amplio) subrayó que “es de público conocimiento que toda la inversión realizada en la máquina fue inútil porque no está funcionando. El vertedero hoy se incendia mucho más que en la gestión anterior. Pero eso se usa de excusa. La realidad es que no puede ser que la Junta, que es quien debe controlar a la Intendencia no pueda tener respuesta de las Direcciones a las que se les envían los oficios”.
Emerson Arbelo (Frente Amplio), se lamentó que “otra vez el archivismo para blindar a sus directores y al intendente departamental. Una cooperativa de recicladores a la que no se le está dando otra oportunidad en otro lugar. Se los deja sin trabajo, justamente en este Paysandú donde aumenta el desempleo.
La respuesta vino de Mario Culñev (Partido Nacional) al decir que “creer o pensar que niños o cualquier persona en general pueda trabajar dentro de un vertedero sea digno es algo para estar totalmente en contra. Lo que menos quiero para un vecino de un departamento es que tenga que entrar en un vertedero. Felicito al intendente porque ese vertedero tiene que estar cerrado. No se le puede decir a ningún vecino que tiene derecho a trabajar en un vertedero. No es ningún derecho, porque no es trabajo”.
Adriana Uría (Partido Nacional) defendió el fuerte asegurando que “la planta funciona, tiene 36 funcionarios trabajando. Sin embargo se han hecho denuncias públicas a un edil de remera amarilla (se refería al frenteamplista Andrés Imperial) por los propios trabajadores, que le pidieron que se retirara porque no quieren hacer política sobre el tema”.
Obviamente, no quedó sin respuesta. Natalia Martínez volvió a la carga y negó “estar de acuerdo con el trabajo infantil. Pero lo que realmente ocurre es que los trabajadores siguen intentando llegar a un buen acuerdo y cobrar lo que le deben. Se habla de un incidente promovido por dos o tres personas, pero debo aclarar que muchos ediles fuimos llamados. Fui una de las edilas que llamaron para ver cómo podíamos solucionar la falta de pago de salario de Sandeco, la empresa protegida por la Intendencia”.
Y así siguió un rato más la sesión, en el mismo tono, los unos contra los otros. Hasta que el reloj finalmente –a diferencia de lo que expresa el bolero– marcó la hora y se terminó la sesión. Pudo haber seguido indefinidamente. Pero seguramente el resultado hubiera sido empate por puntos. Y sin consecuencias. Como lo marca la lógica legislativa, ganó quien tuvo más votos. Y en las juntas departamentales el partido de gobierno tiene mayoría automática. La mejor definición de la sesión plenaria puede ser que por fin los guichonenses saben de primera mano cómo es una noche en la Junta Departamental. Es lo que hay, valor.