A través del programa específico de UTE y por convenios con otros organismos, de acuerdo a necesidades y público objetivo, se continúa avanzando en el marco de la meta de extender la electrificación rural a los puntos más lejanos del interior profundo, procurando llegar este año a cubrir el 100 por ciento de los requerimientos, de acuerdo a lo expresado por autoridades del organismo.
Sobre todo, la idea es aprovechar el desarrollo de fuentes de energía por fuera de la conexión a las redes de distribución, en los lugares en los que ello representa una gran extensión, con pocos usuarios, por lo que se uitilizan equipos fotovoltaicos. La presidenta de UTE, Silvia Emaldi, en una de sus recientes salidas al Interior para inaugurar emprendimientos, reafirmó que “el objetivo es llegar, a finales de esta administración, a todos los hogares de nuestro país que quieran recibir la energía eléctrica independientemente de la ubicación de sus fincas o establecimientos, permitiéndoles disfrutar de la autonomía y el confort que ello implica”.
Señaló que se han instalado más de 250 kits fotovoltaicos en el país y que a través de la extensión de la red de líneas eléctricas ya se ha llegado a más de 2.200 familias”, en tanto “seguiremos por ese camino”.
El kit fotovoltaico que UTE entrega a las familias que reciben el Plan Uruguay 100 por ciento electrificado está compuesto básicamente por paneles fotovoltaicos, baterías y demás accesorios, así como la estructura donde se asientan los distintos componentes. Asimismo, se realiza la instalación interior, que incluye un refrigerador Clase A de Eficiencia Energética, además de lámparas led de bajo consumo.
Convenio interinstitucional
El programa busca promover el desarrollo de obras de electrificación en el interior del país, procurando cubrir la demanda insatisfecha, reducir los costos operativos de producción y mantener el asentamiento de la población rural.
Con el objetivo de lograr el acceso universal a la energía eléctrica de pobladores y productores rurales, se suscribió un convenio interinstitucional que promueve el desarrollo de obras de electrificación en el interior del país, procurando cubrir la demanda insatisfecha, reducir los costos operativos de producción y mantener el asentamiento de la población rural.
Las instituciones que participan en el convenio son la Oficina de Planeamiento y Presupuesto de Presidencia de la República (OPP), el Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM), el Ministerio de Ganadería Agricultura y Pesca (MGAP), el Ministerio de Desarrollo Social (Mides), el Ministerio de Vivienda y Ordenamiento Territorial (MVOT), el Instituto Nacional de Colonización, la Comisión Honoraria Pro Erradicación de la Vivienda Insalubre Rural (Mevir), UTE y Antel.
Para alcanzar la meta de la universalización se trabaja desde el territorio promoviendo la organización de los vecinos para el ingreso al programa, identificando sus necesidades energéticas, fomentando la inclusión de todos los pobladores y productores rurales que vivan en la zona.
Subsidio estatal
La obra se considera de forma global y recibe un subsidio estatal en el entorno del 30% – 50%, respetando los acuerdos que surjan en la comunidad en torno a cómo afrontan y reparten los costos restantes, que pueden ser financiados por el Estado en un plazo máximo de 5 años. El monto del subsidio total a una obra específica se analiza en función de las características de la misma, y de la caracterización de los productores que se agrupan para el proyecto. La finalidad del subsidio es apoyar a los pobladores y productores rurales, particularmente a aquellos que tienen dificultades de afrontar el costo de una obra de electrificación, para viabilizar su realización.
