Siembra de pasturas de invierno y la situación de campos naturales en etapa clave previendo fenómeno de La Niña

Tres años de déficit hídrico dejaron secuelas en los campos de nuestro país, pero también un aprendizaje en el manejo de los campos naturales y la siembra de pasturas de invierno, máxime si se tiene en cuenta que diferentes pronósticos anuncian nuevamente para la próxima primavera la aparición del fenómeno de La Niña (lluvias por debajo de lo normal). Esto quedó reflejado en la reciente Jornada de Pasturas realizada por la Cooperativa Agraria Nacional (Copagran) en las instalaciones del Paysandú Golf Club, ante una interesante concurrencia de productores y técnicos.
El ingeniero agrónomo Diego Vercellino, referente de la cooperativa en temas pasturas, explicó a EL TELEGRAFO que “estamos arrancando la zafra de siembra de pasturas de invierno, con algunas avenas que ya fueron sembradas. Aquellos de sistemas más ganaderos y de tambos, son los que avanzaron más, pero el resto, al haber siembras más tardías de cultivos de verano, habrá que ver los campos de quienes cuentan con maíces tardíos”.
Recordó que “al estar más complicados los márgenes la gente está haciendo de todo un poco. El año anterior con buenos precios de inicio de zafra, muchos hicieron pasturas de invierno y los precios de la carne se habían complicado un poco, y este año parece que habrá una vuelta para diversificar”.
Agregó que en su momento “estuvieron complicados, tanto los que remitían leche, como los que producían carne, que son los consumidores de forrajeras, y ahora será la revancha para ese sector”.
Al momento de analizar que pastura se realizará en el campo, Vercellino entiende que “depende mucho de la rotación que tenga pensado cada productor. Los que hacen agricultura realizan rotaciones más cortas, utilizando pasturas anuales y bi anuales, pero quienes son productores más de carne o de leche, y que hacen rotaciones más largas, se van a alfalfa o gramíneas de más largo aliento”.
En el caso de las gramíneas, dijo que los productores de ganado de carne, “utilizan festucas largas o dactilis, y en el caso de los tambos a veces mezclan una festuca más corta con un ciclo más compacto. Pero en general la gente utiliza materiales de los nuevos por temas sanitarios”.

UN ENFOQUE DISTINTO

Jorge Beceiro, gerente de Insumos y Semillas de Copagran, indicó que este tipo de jornadas, “que para nosotros es la décima, la encaramos con mucha importancia, porque le estamos dando un enfoque distinto a las charlas convencionales, ya que intentamos ir más por el lado de las tecnologías y los sistemas de producción, y el rol que juegan las pasturas en ese sistema de producción, además de los objetivos que cada productor tiene pretendiendo hacer mejor las cosas para lograrlo”.
Destacó la convocatoria que tuvo la charla. “Desde Vercellino, que está al frente de la investigación en pasturas de la cooperativa, como así también a colegas de instituciones amigas, que dan su propia versión de la temática, haciendo muy interesante la charla”.

DOS PLATOS DE COMIDA

El ingeniero agrónomo Marcelo Pereira Machín, técnico del Plan Agropecuario, señaló por su parte que “sobre pasturas venimos hablando hace muchos años en el proyecto gestión del Pasto, y la combinación con el tema de pasturas mejoradas, es muy interesante y vinculado directamente a la gestión de los campos naturales”.
Se refirió a la propuesta de la institución que comprende los módulos de alta producción forrajera, “que pretende dotar a los campos de cosas que le faltan, ponerle esa frutilla que precisa la torta, y hace a una de esas macro variables que hemos encontrado que interviene en la gestión del pasto”.
Estableció que atrás quedaron los tres años anteriores de déficit hídrico, con alturas de pasto de 2 centímetros, “y hoy estamos hablando de medidas promedio de 8 a 9 centímetros, con Indice del Pasto de Comida que dan hasta 12, que significa que tenemos hasta 2 platos de comida lleno, por lo que el panorama cambió sustancialmente”.
Manifestó que “lo lindo de esto es que podemos reflexionar con otra holgura, pensando en dos cosas que se vienen en el futuro. Uno es el invierno, que una cosa es analizarlo partiendo de poco pasto, y otra es partiendo de una situación como la que tenemos ahora. Pero más adelante, hay anuncios de que probablemente aparezca desgraciadamente el fenómeno de La Niña, a partir de la mitad de año para adelante, con muchas probabilidades”.
En este caso con pasto y agua, “es cuando el productor puede preparase, tomando precauciones y hacer muchas cosas. Si bien actualmente hay exceso de pasto, se debe reflexionar que puede pasar en el futuro”, precisó Pereira.

UN CLÁSICO

El ingeniero agrónomo Luis Simean, gerente de la filial Paysandú de Copagran, explicó a EL TELEGRAFO que las jornadas “ya son un clásico en la cooperativa, con la presencia del ingeniero agrónomo Diego Vercellino, un referente en el tema pasturas en nuestra zona, con mucho conocimiento y experiencia en el manejo de pasturas, producción en base a pasturas sembradas, y mucha información de lo que eran los campos demostrativos de Copagran y el comportamiento de las distintas alternativas forrajeras que dispone el productor”.
Al referirse al ingeniero agrónomo Fernando Bide, dijo que brindó claramente su visión como productor. “Maneja un sistema integrado de rotación agrícola-ganadero, donde la siembra de pasturas está integrada a su sistema de producción y nos dio una visión por demás interesante”, dijo.

TRABAJO DE MAS DE 25 AÑOS

Quien expuso sobre la experiencia en pasturas fue el ingeniero agrónomo Fernando “Cacho” Bide. “Hace mucho tiempo que venimos trabajando en las pasturas sembradas, que es lo que más hacemos, con rotaciones agrícolas forrajeras, profundizando en base a los conocimientos que se van generando”, precisó. Y aclaró que “es un trabajo de más de 25 años, por lo que hay varios potreros que han tenido 3 o 4 series de pasturas, intercaladas con agricultura”.
El productor, pero también directivo de las Cooperativas Agrarias Federadas (CAF) y Copagran, explicó a EL TELEGRAFO que “pensamos que hay pasturas para todos los ambientes, por lo que tenemos pasturas con más de una especie, y de una especie, de invierno y verano; especies que combinan bien como es dactylis con alfalfa, a la festuca la utilizamos en forma pura. Desde hace muchos años utilizamos pasturas estivales como paspalum notatus, adecuándolo a cada ambiente y cada período de rotación”.
Expresó que a veces se necesita que las pasturas “duren 3 o 4 años, a veces que duren 6 o 7 años, y en algunos casos en potreros y ambientes muy marginales, pretendemos que las pasturas duren mucho más años”.
Y como muy importante se refirió a las medidas de manejo, “como la fertilización, el control de malezas y por supuesto el manejo del pastoreo, que depende mucho del período de descanso y un montón de variables que juegan ahí”.