
La experiencia de una emprendedora que comenzó en la cocina de su casa y hoy llega a casi todo el país
Vannesa Berrueta es una joven sanducera que en la elaboración de postres para celíacos que preparaba para familiares y amigos en la cocina de su casa, vio la oportunidad de unemprendimiento propio, y en apenas cinco años, pero con mucho trabajo detrás, ingresó sus productos “De la Casa sin Gluten” a gran parte del país e incluso Montevideo.
“En 2016 comencé a hacer postres para celíacos. Era como un hobby, pero como salían ricos y gustaban, empezamos a elaborar alfajores, galletitas y venderlos en comercios. Trabajaba en dos cocinas, una mía y otra de mi abuela, y mi esposo llamaba por teléfono a comercios de otros departamentos, buscábamos en las redes y los contáctabamos. De a poquito agrandamos las ventas y mi casa quedó chica, y además demandaba mucho tiempo hornear. Con la habilitación de Bromatología en 2019, hicimos nuestra primera inversión, que fue la compra de un horno, que instalamos en una habitación acondicionada al fondo de la casa, en 2020. Además tramitamos todas las habilitaciones que exige el MSP”. A medida que las ventas fueron aumentando, “se hizo necesario contratar a alguien más para que me ayudara a embolsar y empaquetar”; en 2018 ingresó la primera empleada y en 2019 la segunda, relató. En el 2022, “alquilamos un local poque ya éramos 4 trabajando y habíamos incorporado una amasadora, una sobadora”, en tanto que “hoy por hoy somos 6, que hacemos turnos desde las 6 de la mañana y durante todo el día”, detalló.
Este emprendimiento que comenzó en Paysandú se expandió, primero, con locales en “Tacuarembó, Dolores y Carmelo”, y ahora también en “Salto, Young, Fray Bentos, Durazno, Trinidad, Colonia del Sacramento, Cardona, Tarariras, Mercedes, San José, Canelones, Maldonado, Rocha, Rivera, Lavalleja y desde el año pasado también estamos en Montevideo. Estamos ultimando detalles para ingresar a la cadena de Supermercados Disco e implementando un sistema de revendedor (distribuidora) en las zonas de mayor venta”, detalló.
TIEMPO Y PACIENCIA
“De a poquito, pero siempre avanzando”, es la consigna que define el trabajo de Vanessa, para quien en el éxito de una empresa es fundamental “primero que nada dedicarle tiempo y mucha paciencia. Un detalle importante es que nuestros principales ingresos provenían de nuestros trabajos, lo que nos permitió que todas las ganancias se reinvirtieran en el negocio, pues al empezar de cero los primeros dos años fueron solo invertir y reinvertir. Porque, además, cada expansión, cada local nuevo, significa aumentar la producción y también nuevas inversiones”.
“Los tres primeros años son los más difíciles porque es cuando uno más tiene que hacer inversiones y dedicarle tiempo, porque uno tiene que hacer todo, como arrancás desde cero tenés que comprar todo para la elaboración pero también tenés que trabajar hasta 12-14 horas al día, ya que no podés permitirte en ese inicio distraer recursos en personal”, enfatizó. En este proceso de crecimiento y expansión, “las redes han sido y son muy importantes, el manejo de la contabilidad, la organización de la empresa, planificar y controlar los gastos y la producción, y salir a buscar nuevos clientes para llegar a los objetivos de venta. Hay que tener mucha perseverancia”, destacó.
RECETAS DE MAMÁ Y “TUNEADAS”
La elaboración de los productos se basan “en el caso de las malteadas, es una receta de mi mamá, y las otras son tradicionales pero adaptadas o ‘tuneadas’, como lo decimos acá”, indicó.
Junto a la demanda creciente y en permanente expansión, Vanessa ha ido innovando su oferta y es así que hoy elaboran 10 variedades de alfajores, polvorones de avena, coco y chips, y otros dos sin leche y con azúcar negra, pinitos, trufas, conos rellenos de dulce de leche y bañados en chocolate, y las malteadas, clásica, sin sal, con semillas y, recientemente la incorporación del producto estrella “malteadas de finas hierbas”.
APOYO A EMPRENDEDORES
Valoró también los apoyos a emprendedores desde lo estatal, proporcionando herramientas para el mejor desempeño, tanto a través de instancias formativas como en ayudas crediticias.
Citó entre los planes que apoyaron su empresa, Prodiseño, para armado de web y organización de redes sociales, Mi pime, para la compra del segundo horno, el Fondo Industrial (Ministerio de Industria, Energía y Minería) para la adquisición de la galletera y 8M para la de la chocolatera y dosificadora de dulce de leche.
“Recientemente hicimos unos talleres a través del Centro Pymes sobre buenas prácticas de manufactura, ofrecido por el LATU, que nos ayudó en todo lo que era organizar, donde se enfatizó en que debe haber ‘un lugar para cada cosa y cada cosa en su lugar’, lo que te permite regular los tiempos, aprender a dejar cada cosa donde se usa más y que siempre esté en su lugar”, comentó.
Ahora estamos haciendo una capacitación que se llama Modo Digital, para poder tener un sistema que nos ayude a organizar todos los movimientos de la empresa, desde que entra la mercadería hasta la venta del producto, para que procese esa información y nos permita manejar todos esos datos digitalmente. Es decir, hay una amplia variedad de herramientas para ayudar a los emprendedores”, subrayó.
Aclaró que la tecnificación “nos permite producir más”, pero en realidad “no hemos bajado el personal, sino que seguimos agregando, seguimos creciendo”, dijo orgullosa, para cerrar “de a poquito se van dando los pasos”. → Leer más