Agosto cierra sin comercialización de lanas

La lana de muchos productores continúa en galpones, aguardando que el mercado se active y los valores sean interesantes para su comercialización.

“En el mercado local de lanas se va cerrando otro mes de una inactividad prácticamente total a nivel de comercialización interna, con un sector industrial y exportador con muy baja demanda del exterior y una situación que parece no va a cambiar en el corto plazo”, sostuvo a EL TELEGRAFO José Luis Trifoglio.
El responsable del departamento de lanas de Zambrano y Cía., dijo que “a la lana que quedó en manos de los productores cosechada el año pasado, se le suma la nueva esquila y la mayoría de los consignatarios, exportadores e industriales también tienen lana a la espera de que se reactive el comercio”.
Por su parte, el informe de Faxlana sostiene que “aún no hay una fecha estimada para retornar a los negocios en el mercado interno uruguayo, la ausencia de pedidos desde el exterior está determinando que la demanda esté retirada del mercado ante una oferta que hasta el momento no está posicionada a comercializar su lana a valores inferiores a los que estimaba antes de la llegada de la pandemia y detenimiento del mercado mundial”.
Las esquilas preparto avanzaron rápidamente, con buenas calidades de lana, y con ellas también continuaron los embarques hacia los galpones de intermediarios e industrias, sin fijación de precios.
Si bien se escuchan referencias de precios tanto para lanas Merino como para lanas Corriedale, por parte de algunos intermediarios, “en la realidad dichos valores no logran concretarse en negocios, por dos puntos muy claros: el productor tiene otra expectativa de precios y la industria no visualiza un piso en los valores del mercado internacional para comenzar a trabajar firmemente”.

EXTERIOR

A pesar del reducido volumen de lana ofertado durante la presente semana, el menor en lo que va de la actual zafra a la fecha, el mercado mantuvo la tendencia a la baja que no para desde que se reiniciaron las ventas pos receso de julio.
El Indicador de Mercado del Este bajó 17 centavos de dólar americano, (-2,5%), respecto al cierre de la semana pasada y se ubicó en U$S 6,68 por kilo base limpia. Si comparamos el actual nivel, con el cierre que se registró en los últimos remates del mes de diciembre del 2019, observamos una caída de más del 37%.
Excepto los vellones de 17 micras que se cotizaron a favor de los vendedores, el resto de las categorías de lana para peinar registraron descensos en sus cotizaciones esta semana. Las bajas se ubicaron entre 0,1% (18 micras) y 14,5% (30 micras). Claramente, el sector de lanas de 20 micras y más gruesas fue el más afectado. El precio máximo de esta semana lo alcanzó un fardo de 14,2 micras de diámetro promedio y 70,1% de rinde al peinado que se pagó U$S 14,20 por kilo base sucia.
La oferta totalizó 20.500 fardos, de los cuales se vendió el 88,8%. “Parte de ese aumento en el porcentaje de las ventas, se debió al mayor interés de algunos sectores de la demanda ante la buena calidad de la lana superfina y ultrafina ofrecida en el primer día de ventas”, dijo Trifoglio.
Las próximas subastas están programadas para los dos primeros días de setiembre, en las tres regiones. Los productores australianos ya han inscripto casi 33.000 fardos.
En las últimas semanas, cuando el IME se acercaba a los U$S 7, parecía que el mercado se estaba acercando al piso, pero lamentablemente la realidad demostró que no era así. “Si bien es cierto que el mes de agosto ha sido tradicionalmente un período de baja actividad comercial, en particular este año, con la pandemia se ha hecho muy difícil sobrellevar la situación. Los diferentes eslabones de la cadena textil lanera están sufriendo en el actual escenario, en el que además no se ve con claridad el futuro”.
Por el lado de Europa, “se observa que algunas industrias comienzan a armar sus colecciones de cara a la próxima temporada otoño invierno, teniendo en cuenta que la demanda será menor, más allá de que no se tiene claro cuál será su dimensión”.
Por el lado de China, “algunas de las industrias están trabajando a menos de su capacidad, mientras que otras siguen cerradas temporalmente. Para algunos analistas, en el marco de esta situación; con una pandemia que aún no se ha controlado, con rebrotes de COVID-19 en algunas zonas y con efectos negativos en la economía global, el futuro es incierto”.
Los bajos precios de la fibra, podrían alentar a una mayor utilización en mezclas con otras fibras, por sus notables características naturales, siendo esta la esperanza para que, cuando se vaya reactivando la demanda (no se sabe cuándo), la lana retome con más fuerza su posición en el mundo textil.