Lo más importante del comienzo de la semana es la recuperación de la firmeza de la soja, que había aflojado la semana pasada, según afirmó el analista Eduardo Blasina.
El trigo alcanzó un máximo de 3 semanas por la propuesta de impuestos a las exportaciones de Rusia que gravaría con 25 a 30 euros a las exportaciones del cereal. Pero la medida tuvo consecuencias ambiguas y generó volatilidad, ya que los agricultores rusos se lanzaron a tratar de colocar el grano antes de que la medida entre en vigencia. De ese modo el lunes terminó con bajas importantes, mientras que la soja parece retomar la firmeza y cerró con subas significativas este lunes.
En el mercado local la soja vuelve a acercarse a los U$S 430 y los cultivos siguen consolidando un buen comienzo en el oeste. La siembra está casi completada y las lluvias del fin de semana, en caso de ser continuadas el próximo como se proyecta, aunque con bajo milimetraje consolidan a los cultivos.
Del mismo modo parece irse configurando una buena cosecha de maíz de primera aunque no sea exuberante. Y también en este caso la firmeza de los precios del grano de la próxima cosecha parece el marco más probable.
La soja está siendo impulsada por problemas en Brasil, donde probablemente la proyección de producción vaya de los 133 millones actuales a 130 en la próxima proyección de USDA. Eso sumado al muy bajo stock de Estados Unidos (EE.UU) tiene al mercado nervioso. Por ahora las exportaciones de EE.UU siguen calmas, dice el informe.
Cebada y trigo: buenos rindes
En otro orden, Juan Manuel García, miembro del consejo directivo de Copagran, dijo que las tareas están finalizadas en un 100%, tanto la cosecha como la siembra de verano 2021.
Según dijo a Tardáguila agromercados, la cosecha de invierno fue excelente, con muy buenos rendimientos y calidades, con algún problema puntual de alguna variedad en cuanto al calibre. De cualquier manera con el rendimiento que hubo y el precio que se maneja de la cebada forrajera, el número para el productor cierra positivo.
Los rendimientos estuvieron por encima de los 4.500 kilos por hectárea, tanto en cebada como en trigo, y muchas chacras superaron incluso los 5.000 kilos.
En colza estuvo más variada la situación, dependiendo de la fecha de siembra, con eventos de heladas tempranas que le pegaron en la implantación y heladas de octubre que le pegaron en el momento del llenado de grano. Por lo tanto el resultado depende de eso, sumado a otros aspectos, con chacras desde mil kilos y otras excepcionales que se acercaron a los 3.000 kilos. También agregó que si además tenía seguro de helada, el número termina también siendo positivo.
