Rurales

Perro que mató en Artigas a 442 ovinos generó pérdidas por más de USD 60.000

Un perro que llevaba más de 442 ovinos, entre mordidos y muertos, en la zona que se extiende desde Javier de Viana a Topador, afectando en el proceso a un importante grupo de productores, fue finalmente muerto por otros canes después de ser visto nuevamente atacando a un majada en esa zona del departamento de Artigas.

Si bien se organizaron cuadrillas de búsqueda del can, el mismo era esquivo a productores y trabajadores rurales, que recorrían una vasta zona para ubicarlo.

Luego de varias recorridas, este fin de semana dos trabajadores en un predio de la zona, se dispusieron a buscar la majada para dejarla en un potrero cercano a la casa del predio, sostiene la información brindada por Faxlana. Al llegar al lugar se encontraron con el perro atacando las ovejas y teniendo en cuenta que no estaban armados, decidieron ahuyentar al animal. Al realizar esta acción, los perros del predio, que acompañaban a los trabajadores, salieron rápidamente a atacar al can y luego de una lucha entre los animales, los canes del establecimiento le dieron muerte.

En el recuento que se realizó por más de 12 productores de la zona, se afectaron hasta el fin de semana más de 700 ovinos, entre capones, borregos y ovejas, en algún caso preñadas. Teniendo en cuenta esta cifra, y que la gran mayoría estaba con lana y en el caso de las ovejas preñadas además del vientre también se perdieron los corderos, los productores estimaron que las pérdidas superan los U$S 60.000. Pérdidas que son irrecuperables, ya que el can no tenía un dueño responsable, ni quien se pueda hacer cargo de los perjuicios que ha causado durante todo este tiempo. Tenía un chip que lo identificaba, pero no había sido registrado en el sistema.

Esta problemática no es nueva y ha generado la salida de varios productores del rubro en distintos puntos del país. En las últimas semanas también se conocía el relato de Douglas Cortela, productor de Colonia, que padeció la misma situación pero con animales de plantel, con muchos años de avance genético, incluso animales que participarían en las exposiciones. → Leer más

Opinión

La hora de hacerse cargo

El 13 de marzo de 2020 ocurrió el primer caso de COVID-19 en Uruguay. De inmediato cundió el pánico en la población, alertada de lo que estaba sucediendo en el resto del mundo con la pandemia desde diciembre del año anterior.
En ese momento poco se sabía de la enfermedad que mataba al 1,7% de los enfermos y que demostraba una capacidad de contagio inusitada. No había nada que hacer, más que confinarse en sus hogares, usar tapabocas y alcohol para desinfectar manos y superficies que pudiesen estar contaminadas, a la espera de una vacuna que salvara al mundo pero que no se sabía cuándo estaría disponible. Ni siquiera había una vacuna en etapa de prueba.
Ante la emergencia, a pesar de que casi no se registraban casos, el gobierno exhortó a la población a reducir la movilidad y recluirse en sus hogares voluntariamente, algo que fue acatado por la inmensa mayoría de los uruguayos. También obligó a suspender los espectáculos públicos, cerró cines, gimnasios, espacios públicos, restaurantes, etcétera. Y nadie se opuso. Por el contrario, muchos pedían medidas más severas, como las que había tomado Argentina en sintonía con algunos países europeos. No había “negacionistas”, quizás porque el miedo podía más que la necesidad de trabajar o de relacionarse socialmente.
Sin embargo el problema con el COVID-19 no estaba tanto en la tasa de mortalidad –que es muy inferior a otras pandemias que azotaron a la humanidad en otras épocas– sino el potencial colapso de los sistemas sanitarios de cada país. En especial de los Centros de Cuidados Intensivos (CTI), así como la falta de respiradores artificiales, necesarios para asistir a pacientes críticos. Fue así que de inmediato aparecieron inventores de todo tipo, aportando ideas para construir respiradores caseros ante una eventual insuficiencia de equipos.
Desde estas páginas, en cambio, veíamos otra realidad. Alertábamos que un cierre total de la economía traería consecuencias aún más graves que la pandemia, porque el impacto económico sería tal que provocaría el cierre definitivo de miles de empresas, en especial de las PYME, que arrastrarían a decenas de miles de familias a la pobreza o incluso hasta la indigencia, con pocas posibilidades de revertir su situación en el mediano plazo. Y es bien sabido que la desesperanza es el caldo de cultivo para la violencia, el suicidio, la delincuencia y un montón de otros males que no se curan con una vacuna o 15 días de cuarentena.
El gobierno supo leer esta realidad y además de tomar medidas para evitar la catástrofe –que siempre serán insuficientes– optó por un camino intermedio, apelando a las “perillas” de la economía para evitar el colapso total que sería inevitable si se declaraba la cuarentena obligatoria; que además no iba a ser por 14 días sino meses, de acuerdo con la experiencia de otros países.
Y a un año de aquellos acontecimientos podemos asegurar que la decisión fue acertada, por cuanto estuvimos casi 10 meses esperando la “primera ola” de contagios, mientras los casos diarios casi se podían contar con los dedos de las manos.
Pero en febrero de 2021 llegó el tsunami, no por una “Carmela” sino por el movimiento de miles de uruguayos que se abastecían –y aún lo hacen– en las ciudades limítrofes con Brasil, o sobreviven del “bagayo” y que de esa forma introdujeron una cepa mucho más contagiosa y mortífera de la enfermedad, que circulaba en el país norteño.
La curva de contagios diario se disparó y desde el 25 de febrero hasta el 10 de abril no paró de crecer.
Pero la situación del país ya no era la misma que un año atrás, y en esta oportunidad ya muy pocos estaban dispuestos a encerrarse voluntariamente en sus casas esperando que algún día se terminara esta historia de terror. Algunos porque están cansados de la situación, otros porque la economía familiar ya está muy resentida por las medidas sanitarias en vigencia desde 2020, y otros –demasiados– influidos por la ola negacionista que ha copado las redes sociales. Las muertes ahora son números de una fría estadística que a una buena parte de la población le importa poco y nada y, por lo tanto, siempre encuentran la forma de relativizarlos.
Pero el 1º de marzo comenzó en nuestro país la inoculación masiva con la vacuna Sinovac, que no es buena para evitar los contagios pero sí para evitar los casos graves o muertes. El problema de las vacunas –de cualquiera de las que existen— es que para alcanzar la inmunidad de rebaño se necesita un 70% de la población inoculada y con al menos 14 días desde la última aplicación. Actualmente sólo un 30% está en esa situación. Sin embargo, los resultados ya se pueden apreciar: si bien la cantidad de casos diarios siguió creciendo, la ocupación de camas por COVID-19 ha permanecido estable por más de un mes, sin registrarse un colapso de los CTI, que en definitiva es lo que desde un principio se ha querido evitar.
El gran problema que tenemos actualmente no es el COVID sino el hecho que una buena parte de la población niega la pandemia y no está dispuesta a vacunarse. Pero dado que en poco tiempo se habrá logrado inocular a todo aquel que quiso recibir las dosis, es de esperar que el tan temido colapso del sistema de salud no se produzca.
Entonces el país tendrá que tomar una decisión trascendental para la población: hasta cuándo seguir con las medidas restrictivas de la actividad económica y social.
Como recordábamos al inicio de esta nota editorial, el gran problema de esta peste no es la tasa de mortalidad del COVID –que es muy baja e incluso similar a otras enfermedades corrientes–, sino que por su altísima velocidad de propagación contagia a tantas personas en tan poco tiempo que los sistemas de Salud se ven saturados, algo que dejará de ser una amenaza cuando la vacunación alcance un porcentaje más alto de la sociedad.
Dicho esto, corresponde entonces que, una vez inoculada la población que aceptó voluntariamente la vacuna, se libere completamente la actividad comercial, sin restricciones.
Ciertamente la enfermedad seguirá propagándose, incluso a mayor escala que ahora, pero en definitiva para quienes tienen la vacuna eso no será un problema, porque vivirán la enfermedad como cualquier otra de estación, con mayor o menor intensidad. Por supuesto que aquellos que no se vacunaron por decisión propia también serán susceptibles de enfermarse, con el agravante de que entre un 2 y un 4% de los enfermos en esta situación se sabe que morirán por esta causa; pero el Estado no estará omiso por cuanto habrá capacidad suficiente para atender los casos graves en los hospitales y sanatorios, y le ha dado a todos la posibilidad de cuidarse. Y, en definitiva, eso es lo que importa.
La sociedad toda no puede responder por quienes irresponsablemente, por decisión propia, deciden no cuidarse ni vacunarse. Es hora de hacerse cargo de las decisiones personales.
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Rurales

Buenos negocios de lana Merino en Paysandú

Continúan concretándose buenos negocios de lana Merino Australiano en el departamento de Paysandú, reflejando el firme interés de la industria por lanas finas, aunque también se concretaron algunas pocas operaciones por lanas medias acondicionadas, según se publica en la planilla de precios de la Unión de Consignatarios y Rematadores de lana del Uruguay.
El consignatario sanducero Andrés Castro, realizó un negocio de productor local, comercializando 12.000 kilos de lana de 18,7 micras, certificado RWS no orgánico, con un rendimiento al lavado de 77% a U$S 8.20 y U$S 1 los subproductos, tratándose de la venta de una sola zafra.
También anfirmó que recientemente adquirió para la industria nacional, “un lote de 10.000 kilos de lana Merino en el departamento de Paysandú, certificado de la zafra 2020, de 18,3 micras y 76% de rendimiento al lavado, a U$S 9,80 el kilo de vellón y U$S 1 subproductos.
Por su parte José Luis Trifoglio, indicó que “lentamente se percibe, por parte de algunos sectores de la demanda, un ligero interés por lanas acondicionadas grifa verde de 21 micras y más gruesas, a valores que varían de acuerdo a las características específicas de cada lote. En ese sentido, seguimos recomendando, y en especial de cara a la próxima esquila, que es muy importante que la lana sea acondicionada con grifa, pero que también cuente con datos objetivos del laboratorio”, dijo el responsable del departamento de lanas de Zambrano y Cía.
El informe semanal de Faxlana, sostiene que en las últimas semanas se han dado algunos negocios, que se señalan como puntuales por algunos operadores, con precios que generan expectativas y hace que algunos productores vuelvan a posicionarse con valores por encima de lo que la demanda está convalidando en los negocios”.
Agrega que “si bien tanto desde la industria como de la exportación en sucio se está dispuesto a pagar algún centavo más, esto se da cuando las características del lote y las certificaciones así lo ameritan, principalmente para lanas orgánicas”.
Al igual que toda la zafra, las lanas por debajo de las 20 micras tienen una mayor agilidad y mejor predisposición desde la demanda para la concreción de los negocios. En tanto que de las 21 a 26 micras el mercado está un poco más trancado y para las 28 micras generalmente se comenta por los operadores en el norte que “no tienen demanda” y en muchos casos lotes importantes en los galpones para comercializarse.
Otro de los puntos, que se observan en el mercado, es el aumento en los plazos para la concreción de algunos negocios, donde se han realizado operativas con 180 días o más. Esto es algo que no todos los productores están dispuestos a aceptar.
Por otra parte, en Tacuarembó se concretó un negocio, pero en este caso de lanas Corriedale. El periodista Gastón Aldabe informó a Faxlana que se trata de 30.000 kilos de lana de 25,7 micras, pertenecientes a las zafras 2019 y 2020. Es un lote que cuenta con las certificaciones RWS y Orgánica, que se comercializó a U$S 4 el vellón y U$S 0,70 los subproductos.

Exterior

Comenzó la recta final de la zafra 2020-21 en el mercado lanero australiano, ya que este, es el último mes de ventas. En un marco de buena competencia comercial por lanas de 19 micras y más finas, en general los precios subieron y hubo un buen nivel de colocación.
El Indicador de Mercado del Este subió 18 centavos de dólar americano respecto al cierre de la semana pasada (1,8%) y se ubicó en U$S 10,40 por kilo base limpia. Esta fue la séptima semana consecutiva, en que el IME permaneció (con altibajos) por encima del nivel de U$S 10 y se acercó al máximo de la actual zafra a la fecha, que se alcanzó el pasado 29 de abril, cuando cerró a U$S 10,45.
La oferta semanal fue de 38.590 fardos y la demanda adquirió el 92,6%, el mayor porcentaje de ventas desde fines del mes de abril de este año. Durante las últimas semanas, “se observó que hubo una mayor actividad (aunque aún algo limitada) de compradores de Europa, India y Japón, pero sin duda, su presencia aumenta la competencia por las pequeñas cantidades de lana de menos de 19 micras disponible y hace que los compradores chinos tengan que subir el nivel de precios para tratar de adquirir la materia prima que necesitan”, dijo Trifoglio.
Analizando el comportamiento de los precios con respecto al cierre semanal anterior, observamos que, en dólares americanos, la mayoría de las categorías de lana para peinar se tonificaron. El sector de las lanas de 19 micras y más finas, subieron entre 1,6% y 2,5%. Los vellones de 19,5 micras a 22 micras se tonificaron entre 0,5% y 1,9%. Las lanas de 28 y 30 micras que vienen muy retrasadas respecto a otros tipos, subieron en el entorno del 2%, mientras que los vellones de 26 y 32 micras bajaron levemente con carácter nominal.
El precio máximo esta semana lo logró un fardo de lana de 13,6 micras de diámetro promedio, 66 mm de largo de mecha y 69,5% de rinde al peinado, que se pagó U$S 26 centavos por kilo base sucia. Según Australian Wool Exchange, solo se realizarán remates en los centros del Este la semana próxima. Las subastas, se efectuarán los días 8 y 9 de junio y la oferta prevista es de 38.600 fardos aproximadamente.
La participación más activa en las últimas semanas de algunos sectores de la demanda, que estuvieron casi ausentes durante un largo período de la zafra, genera expectativas de una mayor competencia comercial en el corto plazo, al menos para algunos rangos de micronajes. Según las cifras publicadas recientemente por Australian Wool Testing Authority Ltd., (empresa que analiza en sus laboratorios la lana de Australia), se registró un aumento del 5,5% en el volumen total analizado entre julio de 2020 y mayo de 2021 en comparación con el mismo período del año anterior, pero hay que tener en cuenta, que en algunos meses del período anterior hubo restricciones sanitarias y el nivel de testeo se redujo.
“Sin embargo, si analizamos las cifras de algunos micronajes observamos una tendencia diferente. El volumen analizado de lanas de 16,5 micras y más finas fue un 27% inferior al mismo período de la zafra anterior y, para el rango de 16,6 a 17,5 micras, fue un 13,9% menor. En el sector de lanas de 12,5 a 14,5 micras se redujo el volumen un 50%. Sin duda, estas cifras son un factor que podría presionar a algunos sectores de la demanda especializados en la industrialización de este tipo de lana”, indicó el analista y consignatario. → Leer más

Destacados

En Paysandú descendió 60% uso de tobilleras por violencia de género


El uso de tobilleras electrónicas en Paysandú descendió un 60% entre el año pasado y lo que va de 2021, aseguró la directora del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), Mónica Bottero. “Disminuyó el uso de tobilleras electrónicas en Paysandú. En este momento hay 9 colocadas, cuando el año pasado había 23”.
Las tobilleras electrónicas se utilizan para violencia de género y arresto domiciliario. Son dispositivos de geoposicionamiento que permiten monitorear en tiempo real que las órdenes judiciales que establecen perímetros de protección y arrestos domiciliarios sean cumplidas.

“No es por falta de tobilleras, porque hay”, por lo que una de las causas –aunque no la única– de esa reducción es que “no se están detectando porque los equipos que son los encargados de detectar estas situaciones no pueden hacer seguimiento.
“Por otro lado hay algo que también es importante decir. El hecho de que en Uruguay no haya habido confinamiento obligatorio pudo haber ayudado a que la situación no explotara. Una cosa es si no puede salir de ninguna manera de la casa y otra es se tiene la posibilidad de ir a trabajar, de hacer mandados. La posibilidad que las mujeres pudieran ir al Mides a consultar, permitió amortiguar en parte la situación”, destacó la directora de Inmujeres.
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Rurales

Lauro Artía destacó la importancia del monitoreo del entore en Buiatría

Al presentar en el último día de las 48ª Jornadas Uruguayas de Buiatría los aspectos prácticos de la evaluación andrológica de toros y del manejo del entore en Uruguay, el doctor Lauro Artía señaló que es “fundamental asesorar al productor de la importancia del monitoreo del entore, ya que, si bien se inicia con toros que fueron calificados por nosotros como potencialmente aptos para la reproducción, esta situación puede cambiar y resultar en una falla de preñez en el rodeo”.

Por este motivo, entiende que es fundamental trasmitir al productor y a su personal, de la importancia de “parar rodeo” (juntar la hacienda en algún rincón del potrero) frecuentemente, con la finalidad de “facilitar la detección de los grupos de vientres sexualmente activos por parte de los toros; evaluar el desempeño de los distintos toros, y la evolución de su estado corporal; evaluar el porcentaje de celo en los vientres; detectar problemas de dominancia, y evaluar si es necesario separarlos del rodeo, dejando al toro más dominante trabajando solo en algún rodeo pequeño”.
Artía destaca que también se debe “detectar posibles lesiones en los toros, siendo frecuente la aparición de problemas locomotores, hematomas de pene, lesiones en prepucio y su complicación por miasis. Otra afección que se puede detectar es la desviación en espiral de pene, la cual cabe recordar, su carácter progresivo y que se detecta en toros de más de 3 años, y que alterna saltos normales con saltos desviados, todo lo cual puede conspirar con su detección en la prueba de corral. En el caso de detectar algún toro con alguna patología, se debe retirar el toro del servicio, instaurar el tratamiento indicado si corresponde, y evaluar si es necesario reponerlo en el rodeo”.

Monta natural

En los sistemas de producción de carne en el Uruguay, si bien en los últimos años se han intensificado, con mayor uso de la inseminación artificial, “la monta natural sigue siendo el principal método de servicio, y por ello los toros juegan un rol preponderante en la eficiencia reproductiva del rodeo nacional y como principales responsables del mejoramiento genético de las distintas razas del país”.
“Por tal motivo en nuestra práctica profesional, anualmente revisamos los toros, previo a la temporada de servicios, con la finalidad de establecer la aptitud reproductiva potencial de los mismos”, dijo el profesional sanducero.
A pesar de la importancia que tiene la evaluación andrológica de los toros, según un trabajo realizado por técnicos de la Dirección de Laboratorios Veterinarios (Dilave) y el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), junto a otras instituciones, “en los años 2000 y 2001, en el Uruguay sólo el 18% de los productores encuestados realizaba una evaluación clínico-reproductiva de los toros”.

Recordó que en los distintos trabajos publicados sobre evaluación andrológica, entre un 10 y un 30% de los toros revisados, son calificados como no aptos. La persistencia de dichos toros no aptos dentro de nuestros rodeos tiene una gran importancia económica, que es difícil de percibir y responsabilizar a los mismos, ya que al trabajar generalmente en servicios múltiples, en donde varios toros sirven cada celo, su ineptitud puede ser contrarrestada por los toros aptos, aunque si esto no sucede implicaría una baja de la preñez o una preñez más tardía, que a su vez implica terneros más livianos al destete y una mayor tasa de vientres fallados al año siguiente”.
Sostiene que una vaca de carne en nuestros sistemas productivos “tiene el potencial de tener aproximadamente 150 ovulaciones a lo largo de toda su vida reproductiva, si consideramos el potencial de tener 17 ovulaciones al año, durante 9 años ciclando ininterrumpidamente”.
Pero ese potencial reproductivo, por el propio manejo del rodeo de cría, en vacas que ciclen normalmente (sin considerar la probabilidad de prolongados anestros posparto), “se reduce a 15 oportunidades de quedar preñada a lo largo de toda su vida (tres ovulaciones por entore, durante 5 servicios promedio)”.

Pero en el caso del toro, “la naturaleza ha sido notoriamente más generosa, ya que en un eyaculado pueden existir 1.400 millones de espermatozoides viables, lo que determina que un toro no apto puede llegar a ser contrarrestado por uno apto, dificultando la visualización de la falla. Pero si esa cobertura no llegara a ocurrir, se puede perder esa ovulación, lo que implica una pérdida en la calidad de la preñez (preñez más tardía) o una falla reproductiva”.
Artía explica que cada celo perdido “implica una pérdida de 15 a 30 kilos en el peso al destete por ternero al año siguiente. Por lo tanto, un toro subfértil padreando con 30 vacas podría ser la causa de pérdidas económicas de entre U$S 1.500 y U$S 3.500, debido a bajos pesos al destete un año más tarde, dependiendo del grado de subfertilidad y los precios de los terneros destetados”.

Limitantes

Al referirse a las limitantes para que la evaluación de los toros –previo al servicio– se convierta en una actividad rutinaria en el manejo de los rodeos de cría en nuestro país, precisó que lo ideal “es realizar una evaluación clínico-reproductiva lo más completa posible, la cual debería incluir entre otros aspectos, la identificación y anamnesis, utilizando el tatuaje o identificación del SNIG”.
Indicó que “esto nos permite consultar su historia en los registros de anteriores, y chequeos en el caso que existan. En el caso que los toros no tengan tatuaje, es conveniente realizarlos, o utilizar un número de identificación con marca a fuego, ya que por las peleas es muy común que se pierda la caravana y el chip de la trazabilidad, perdiéndose la información del toro”.

Otros aspectos son el Examen Objetivo General (EOG) “en el cual se revisa el toro sistemáticamente con ojos y manos, tratando de detectar posibles anormalidades a nivel de cabeza, ojos, boca, tórax, abdomen, lomo, miembros anteriores y posteriores, y piel. Datos de peso y estado corporal resultan de utilidad”, acotó.
También se refirió al Examen Objetivo Particular (EOP) del aparato reproductor; revisación de pene y prepucio, y mediante tacto rectal se palpan las glándulas anexas. También opcionalmente se puede recurrir al ecógrafo, que puede ser de utilidad en la definición de algunos tipos de patología a nivel del saco escrotal, así como de glándulas anexas.

Prueba de Habilidad de Monta, por medio de la cual se evalúa cualitativamente la habilidad de un toro de completar un servicio, realizando una variación de esta, que consiste en permitir a los toros el acceso a la vaca encepada, desviando el pene en el momento del salto. → Leer más

Rurales

Cambio en condiciones arancelarias rusas impactará en cadena cárnica

A partir de 2022, la carne bovina y las menudencias uruguayas que se exporten a Rusia podrían estar expuestas a aranceles más elevados. De mantenerse los flujos exportadores, el pago de aranceles aumentaría U$S 3,5 millones anuales, de acuerdo a la información proporcionada por el Instituto Nacional de Carnes (INAC). Entre los posibles efectos indirectos, se menciona el empeoramiento de Rusia como mercado alternativo a China, para varios productos uruguayos que tienen este destino. Y mayor competencia de carne paraguaya en otros mercados, pues será uno de los productos más perjudicados con los cambios de acceso en Rusia.

En 2022, las exportaciones de carne bovina y menudencias con destino a Rusia experimentarían cambios en las condiciones de acceso y estarían expuestas a aranceles más elevados. Esto surge de dos modificaciones en la política comercial rusa: la modificación de la lista de países beneficiarios del Sistema General de Preferencias (SGP1) y un cambio en el sistema de cuotas para carne bovina. Mientras que ya existe información oficial que confirma el primer cambio, el segundo aún está en proceso de aprobación. Estos cambios afectarían a distintos productos de forma desigual: mientras que la carne bovina congelada vería un aumento arancelario de 11,25% a 27,5%, la enfriada aumentaría de 11,25% a 15%. En cuanto a las menudencias, pasarían de 9,38% y 11,25% a 12,5% y 15% respectivamente según el código arancelario.

PERSPECTIVA DE MERCADO

La relevancia de Rusia en el mercado importador de carne bovina ha disminuido desde 2012. Mientras que en ese año representaba el 12% de la importación mundial, en 2020 representó el 2%.
En la misma línea, las exportaciones de Uruguay a este mercado descienden desde 2011. El flujo exportador muestra una marcada tendencia decreciente hasta 2015, cuando se estabilizó en valores inferiores a 20 millones de dólares anuales.

En 2020, los principales proveedores de este mercado fueron Bielorrusia, Paraguay, Brasil y Argentina: estos cuatro exportadores representaron el 89% de la importación en valor. Paraguay fue el principal proveedor sudamericano, con una participación de 26% en el mercado ruso.
Por su parte, la participación de la carne vacuna y menudencias uruguayas en este mercado fue de 3%. El valor exportado alcanzó los 32 millones de dólares: el 46% fue por carne congelada sin hueso, 11% por enfriada sin hueso y 43% por menudencias.
El mercado ruso representó el 1% de las exportaciones uruguayas de carne bovina en valor en 2020. Para menudencias, esta cifra se elevó hasta 12%.

IMPACTOS DIRECTOS E INDIRECTOS

Este cambio tendría como impacto directo el aumento de los aranceles en Rusia, y también impactos indirectos potenciales que podrían manifestarse en otros mercados.
El referirse al impacto por aumento del arancel, el informe señala que los aranceles que pagaría la cadena cárnica de Uruguay por exportar carne bovina y menudencias a Rusia aumentarían U$S 3,5 millones anuales como resultado de estos cambios. Los exportadores pueden mitigar este daño en caso de contar con un mercado alternativo al cual desviar mercadería. En estos casos, la estimación anterior funciona como cota superior del daño económico. El cálculo se realizó considerando un flujo de exportaciones equivalentes al promedio 2015-2020.

Es posible que, ante el deterioro en las condiciones en Rusia, algunos exportadores de Paraguay opten por desviar el producto a otros destinos. Esto podría significar más competencia para las carnes uruguayas en dichos mercados. Existen tres mercados relevantes para Uruguay donde Paraguay está presente: Chile, Brasil e Israel.
Actualmente la mayoría de las exportaciones de carne uruguaya van a China. En algunas ocasiones, cuando existe algún enlentecimiento o problema puntual en dicho mercado, el producto se desvía hacia mercados alternativos. Rusia ha operado como alternativa en el pasado reciente. Cuando esto sucede, se experimenta un descenso en el precio. A partir de 2022, este descenso sería más pronunciado porque los aranceles rusos serían más elevados. → Leer más