“Se tuvo la oportunidad de hacer que el impacto fuera menor pero no se aprovechó”

Lamentablemente, durante dos años en que había quedado interrumpido el pasaje por los puentes fronterizos no se se ha trabajado activamente como se requería para preparar respuestas ante el escenario que se sabía se iba a dar en la zona del litoral uruguayo- argentino cuando se levantaran las medidas restrictivas por la pandemia, destacó a EL TELEGRAFO el dirigente del Centro Comercial e Industrial de Paysandú, Juan Martín Della Corte.
Dijo que en la semana previa a Semana de Turismo ya se vio un adelanto de la magnitud del “desastre” que se genera en las ciudades uruguayas –sobre todo Paysandú y Salto– si no se efectúan los controles legales ante la compra masiva en el cruce, con las consecuencias de no reciclarse recursos, lo que provoca desempleo y pobreza.
Consultado sobre los contactos que mantiene el centro empresarial sanducero indicó Della Corte que “con la Intendencia no hemos tenido conversaciones ya desde hace un tiempo, lo que no quiere decir que no estén al tanto de lo que está pasando, respecto a lo cual hemos mantenido un ida y vuelta de las cosas, pero no hemos estado trabajando con ellos, realmente”.
“El año pasado tuvimos dos reuniones con los intendentes de la region, y después no hemos hablado más del tema con las intendencias, y en recientes declaraciones vertidas por el intendente salteño Andrés Lima lo que hace es recoger el trabajo de los centros comerciales y ponerlo nuevamente sobre el tapete, pero la verdad es que no hay nada en concreto. Sabemos que tuvieron una reunión hace dos días con el Centro Comercial de Salto, donde se lo puso en conocimiento de las cosas, pero en cosas de fondo no se ha estado trabajando nada, son los centros comerciales los que vienen llevando a delante el tema”, consideró.
“Sí es cierto que los intendentes se han mostrado siempre abiertos y dispuestos a cualquier acción que hagamos, pero no porque haya un trabajo dedicado a ello”, consideró el dirigente empresarial.
Consultado sobre si las respuestas que se están buscando son tardías, indicó que “el escenario ideal, si pensáramos en como debió haberse encarado esto, la realidad es que debió haberse empezado hace dos años, para llegar con algo pronto a abril, aunque no se sabía la fecha en que se iba a dar esta situación. Pero sí que en determinado momento se iba a dar, como ha ocurrido en estos días. Había que intentar tenerlo lo antes posible, no empezar a debatir esto y trabajar después, porque una vez que el trabajo se pierde y las empresas se endeudan y demás, las cosas no se reactivan de un día para el otro. Ahí es cuando ya la sociedad sufre esta situación. La posibilidad de intentar que el golpe sea menor la tuvimos, pero no se aprovechó”.
Sobre la repercusión en nuestro medio destacó que “Semana de Turismo es muy atípica, sobre todo para los sanduceros, donde hay algo de complementariedad entre lo bueno y lo malo, porque hay también una afluencia de público grande que dinamiza la ciudad, que tiene repercusión. Es una semana en la que hay mucha gente de vacaciones también, por lo que yo diría que recién el lunes vamos a poder decir como son las cosas”.
“Consideramos que es positivo que exista este turismo, no estamos en contra de la circulación entre países, en todo lo que tiene que ver con el vínculo cultural, etcétera, es sano en la medida en que sean cosas puntuales, pero el problema es cuando una ciudad entera vuelca toda su dinámica de todo un año o de muchos años, enteramente enfrente. Ese es un tema distinto”, reflexionó.

Se pretende “apagar incendios”

Lamentó que las acciones en el marco de esta problemática “siempre son para apagar incendios”, sin soluciones reales, “porque no se solucionó nunca y lo que se ha hecho es de alguna manera simular que se ataca un tema. Solamente los privados son los que asumen los costos. Creo que hay que trabajar, más allá de lo coyuntural, ante el desbalance que se origina desde Argentina y lo que hay que intentar es buscar soluciones para la diferencia media histórica, porque siempre tenemos diferencias. Hay que buscar soluciones coherentes a lo que serían las condiciones normales. Pero esto es la mayor expresión de la asimetría y contra esto podemos hacer poco con las herramientas que tenemos”.
Entre otros aspectos, consideró que además de instrumentar un sistema de microimportaciones, debería hacerse cumplir las normas legales en materia de control aduanero, para proteger el trabajo nacional y local, además de incentivos que permitan atenuar el impacto, “para no condenar a un montón de familias a la pobreza”, por menor circulación de dinero y pérdida de empleos en el sector privado.