La oenegé Coendú, Conservación de Especies Nativas del Uruguay, hizo pública una declaración a raíz de un decomiso de animales realizado por la Dirección Nacional de Aduanas, entre los que menciona “tortugas de tierra, lagartos colorados, loros amazónicos, agapornis, cotorritas australianas”. De acuerdo a la versión que manejan, a solicitud del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca se procedería a la eutanasia de algunos de los animales. Ante esta situación el grupo expresó a través de sus redes que considera “urgente la tipificación penal de este tipo de delitos en nuestro país”, en alusión a la tenencia de estos animales silvestres en cautivero. Agrega que “la persona incautada ya tuvo un fuerte decomiso hace unos años, volviendo a introducir mediante el tráfico especies silvestres” y señalan que “la reincidencia en Uruguay es algo de todos los días, ya que las sanciones no son para nada adecuadas. Cada eslabón de la cadena del tráfico es igual de importante. Sin compradores no hay vendedores”.
La declaración de la oenegé insiste en que “los animales silvestres deben ser libres. Su hogar no es nuestro hogar” y sostiene que “el Estado debe incorporar estos mensajes en la educación. No solo es delito, no es ético el encierro de ningún animal para satisfacer un capricho humano”.
Afirman que, “en caso de ser cierta la información del destino de los animales, queremos expresar que no estamos de acuerdo con la medida de eutanasiar (Sic.) a estos individuos” y señalan como posible solución que “el Estado, o el infractor deberían solventar el costo de la mantención de estos animales”.
Además consideran que “la excusa de la gripe aviar debería ser sometida a prueba. Las aves conviven día a día con nosotros, en las plazas, en nuestros jardines, interactúan con nuestros niños y mascotas”. Reclaman también “basta de inculcar miedo a la población para justificar acciones desmedidas, es hora de hablar menos y actuar más” y consideran que es necesario contar con “leyes, decretos, controles y sanciones en pos de la conservación de la naturaleza”. Concluyen que “quienes forman parte de la cadena del tráfico (tenedores, compradores, vendedores, cazadores) no pueden seguir siendo beneficiados por acciones u omisiones del gobierno”.
