Julio Villarreal presenta hoy su libro El indeciso y otros cuentos

La presentación tendrá lugar en los salones del centro universitario, en Florida 1065, casi Montevideo, y Margarita Heinzen va a oficiar como moderadora.

En la Sede Paysandú del Cenur Litoral Norte de la UdelaR, tendrá lugar hoy, desde las 18, la presentación de la antología de cuentos que Julio Villarreal dio en llamar El indeciso y otros cuentos, realizado por el sello No Excluyente, de Editora del Norte. Se trata de una compilación de 26 cuentos que el autor ha escrito en diferentes épocas y lugares, según relató a EL TELEGRAFO.
“En la mayoría de ellos actúan dos personajes que creé para que me sacaran de los pelos de las consignas de taller en taller, por el año 2011, más o menos”, dijo. Aunque en realidad ya dedicaba tiempo a la escritura antes de eso. “Como trabajaba en el ferrocarril y me trasladé a Paso de los Toros tenía mucho tiempo ocioso. Yo hacía turnos de diez por cuatro. Entonces, lejos la familia, solo, claro, tenía que buscar qué hacer, aparte de hacer caminata, andar en bicicleta y dar vuelta al pueblo, porque ya no tenía más recoveco para reconocer. Entonces opté por la lectura y escritura”, recordó. Empezó, como tantos, como una gracia con los amigos. Después, una compañera que iba a un taller lo invitó a probar y ya no se separó de las letras. El primer taller fue en Paso de los Toros y “lo empecé con Eduardo Aguirre, se llamaba Trenes de Papel. Ahí conocí entre otros compañeros a Zulma Rosadilla, una escritora galardonada de ahí de Paso de los Toros, con varios premios y que ha publicado cuentos para niños, hasta le tradujeron uno de sus cuentos a chino mandarín”.

PAYSANDÚ

Entre 2011 y 2012, jubilado ya de AFE, empezó en Paysandú en el recordado taller Aníbal Sampayo, que conducía María del Carmen Borda. “Ahí estuve un año y medio con ella, porque también parece que los talleres donde pasaba, los liquidaba –bromea–, pero ahí fue que tuve la primera oportunidad”. Un cuento suyo titulado El Último Escalón fue presentado al concurso de Lolita Rubial, donde obtuvo una mención, fue publicado y ahora integra esta selección. “Eso me incentivó para enviar cuentos a cuántos concursos hubiera, y entre ellos un concurso regional que hizo la Universidad, con motivo del aniversario de la toma de Paysandú, me acuerdo, y ahí saqué el segundo premio.

Allí conoció a Carlos Thomas, que también obtuvo una mención en ese concurso y fue quien le mencionó el taller de Ceupa, “donde me recibieron con los brazos abiertos en el 2015”, aunque su participación fue esporádica, por sus frecuentes viajes por razones familiares a Santiago de Chile. “Entonces lo hacía por correo, hasta por Zoom estuve haciéndolo, y cuando venía a Paysandú me unía de vuelta al grupo”. De allí participó en algunas antologías que editó el taller, coordinado por Margarita Heinzen. “Por cada consigna que daban, yo en lugar de hacer un cuento hacía dos o tres, aunque no tuvieran nada que ver con la consigna. Me preguntaban cuántos tenía y yo decía que como doscientos, pero hasta ahora digo que tengo doscientos, porque perdí la cuenta. Solo de los paisanos que están en el libro debo tener cincuenta, o más. Algunos publicables y otros no tanto”.

Como concepto unificador del libro, destaca la búsqueda del humor. “Yo quedo conforme en los talleres cuando hay una sonrisa de por medio, aunque el cuento sea malo, si alguien sonríe es que por lo menos logré algo y me siento satisfecho. Es lo que busqué con este libro, más allá de que hay algunas cosas que son un poquito para reflexionar, porque uno no puede escapar también a lo que siente y piensa”, dijo. La selección de los textos se realizó en conjunto con Mario Pons, de No Excluyente Ediciones y Marco Rivero se ocupó de la corrección de los textos, así como Carolina Neighbour estuvo a cargo de la diagramación y Juan Sebastián Monzón del diseño de la portada.