
Muchísimo público se hizo presente en la muestra anual de proyectos que realizó la Escuela 8 tanto en el turno matutino como vespertino con el objetivo de mostrarle a la comunidad sobre cómo se trabaja en el centro educativo. Esta muestra se enmarcó además en el proyecto de oralidad que lleva adelante Inspección Departamental, que se vincula con el que presentó esta escuela, generando espacios para que los niños expliquen a distinto público las propuestas presentadas.
Desde un enfoque de competencias, que se focaliza en los procesos cognitivos de aprendizaje, dos proyectos desafiaron a los niños y a los estudiantes de magisterio, así como también a los mismos docentes. Por un lado, la construcción de juguetes con fines lúdicos a partir de materiales de reciclaje, y por otro la huerta en un espacio cerrado.
Estos desafíos “han dado lugar a procesos que han permitido el desarrollo de competencias como la comunicación, puesta de manifiesto en este evento, así como la creatividad y el pensamiento crítico y científico, como por ejemplo cuando las plantas no crecen de acuerdo a lo esperado”, explicó la directora Alejandra Dos Santos.
“A través de la investigación en aula invertida, los niños proponen otra forma de producir alimento orgánico, apareciendo los brotes y recetas con los mismo, para complementar los productos que brinda una huerta”. Cabe destacar que además se tendieron redes con familiares que sí tienen huertas, para conocer más sobre la importancia de la sustentabilidad de una familia a partir del cultivo de tierra y observar en territorio cómo se planta y cómo crecen las plantas.
Durante la presentación se pudieron apreciar diferentes estands con distintas comidas, algunas preparadas con brotes y otras con alimentos que se producen en tierra. Allí, los niños explicaron la importancia del consumo de alimentos orgánicos en relación con las contraindicaciones que tiene el consumo de alimentos modificados genéticamente.
En este sentido, otros grupos profundizaron en la investigación de la transgénesis para lo cual investigaron la célula, sus tipos, las moléculas de ADN y las posibles manipulaciones de la mismas en distintos organismos. En otro de los puestos explicaban sobre el cultivo de plantas aromáticas y su uso en la producción de té, aceites, esencias y jabones; en tanto que se investigó también sobre diferentes usos de las hierbas, llegando a la producción artesanal de los mismos.
Otros grupos en tanto, mostraron el seguimiento realizado en lo que respecta a fauna autóctona, a la vez que participaron en la plantación de árboles nativos, dejando huellas en diferentes lugares de la ciudad.
“La muestra visibiliza un fuerte trabajo con las metodologías activas a través de las que se estimulan competencias como un continuo de procesos cognitivos, que debe ser activado en el camino de un desarrollo competencial”, destacó la directora.
Estos “procesos que hacen a un aprendizaje desde el saber, el saber hacer, el saber ser y el saber convivir con otros. Referimos a niños que aprenden haciendo con otros, en forma cooperativa, transformándose ese hacer con otro en un contenido que también aprenden y por qué no, docentes que rompen formatos y comprenden desde el hacer mismo, que trabajando con otros se torna más productivo el proceso de enseñanza y las comunidades de aprendizaje”, concluyó.