Opinión

Escribe Danilo Arbilla: Carolina va viento en popa

Carolina Cosse va viento en popa y a toda vela. Dicen que si gana tiene pensado una gran cena en el Antel Arena, con invitados especiales y seis cabeceras: Lula, Maduro, Ortega, Petro, Juan Castillo y ella. Además gran show con murgas y artistas contratados.

Una encuesta de Equipos que se conoció en los últimos días muestra una “paridad”, un “cabeza a cabeza” entre Yamandú Orsi y la intendenta de Montevideo. Según Equipos Cosse se ha acercado mucho a Orsi; ya se puede hablar de un empate técnico.

“Al Partido (Comunista) nunca hay que subestimarlo ni descuidarlo”, me comentó una fuente baqueana y conocedora de la interna frentista. “El ‘aparato’ cuenta mucho y en eso los comunistas llevan la delantera: militancia, disciplina, organizaciones paralelas –en el caso especifico el Pit Cnt– más otros ‘sellos’ y recursos, porque es una mentira que los comunistas son pobres; además son pícaros: aquello de que el fin justifica los medios les funciona”, advirtió mi informante.

El muestreo es de febrero y refleja lo que la gente pensaba que haría si las elecciones fueran en ese momento en que era consultada. Esto, que podría dar alguna tranquilidad a la gente del MPP y Orsi, es a la vez un dato muy preocupante: cuando al ciudadano simpatizante del FA se le preguntó sobre cuál sería su opción, no se conocían dos hechos que podrían influir mucho en su parecer. Se trata de la denuncia judicial que una prostituta trans hizo contra el exintendente de Canelones por abuso y agresión hace diez años, uno. Y dos: la recomendación del presidente Luis Lacalle Pou de que el Directorio de Antel apele la decisión del fiscal que dispuso el archivo de la causa sobre la construcción del Antel Arena y supuestos sobrecostos. El “agote de todas las instancias” que plantea el primer mandatario significa que otro fiscal retome el caso e investigue un poco más sobre eventuales ilícitos, los que, incluso, podrían comprometer a Cosse.

Ambos hechos tendrían efectos positivos para la candidata que apoya el Partido Comunista; el primero, el de hace diez años, porque en algo, aunque nadie sepa en qué medida, daña a Orsi, el segundo porque fortalece la imagen y le da más estatura a Carolina, sobre todo entre los frentistas decididos, los que constituyen un tercio del electorado nacional.

La semana pasada analizamos eventuales efectos de la denuncia contra Orsi y escribimos que ello tendría consecuencias favorables para Cosse en la lucha por la candidatura. En algunos casos se habló hasta de la eventualidad de que Orsi “se bajara”, cosa que éste descartó. Pero y aunque la denuncia no tenga andamiento siempre va a dejar una duda en algunos simpatizantes, salvo que la defensa del hombre del MPP “destroce” a la denunciante y eventuales cómplices en cuanto al “por qué”, a los resultados perseguidos o por sugerencias o encargo de quien (conspiraciones de afuera, de enemigos, o de adentro, fuego amigo).
En cuanto al planteo del presidente, que para muchos fue el esperado y el que correspondía frente a una decisión fiscal que sorprendió o “no sorprendió para nada”, entre los frentistas, en cambio, hace crecer a Cosse. Si los contrarios la atacan, y en este caso nada menos que el presidente, es porque le temen. Y por algo será.
Todos porotos a favor de la ingeniera. La cena no está servida, aún, pero Orsi y el MPP van a tener que afinar la puntería si no quieren perder. → Leer más

Opinión

Escribe Ernesto Kreimerman: La política se volvió radical y rústica

“Los años peligrosos. Por qué la política se ha vuelto radical”, de Ramón González Férriz, ensayista y periodista, es un libro de coyuntura que busca comprender el presente y explorar futuros. Este ensayo fue publicado en enero, y emprende unas reflexiones que son continuidad a una mirada crítica de la España de los últimos lustros.

Desde “La revolución divertida, una interpretación histórico-cultural de las revueltas desde mayo del ‘68 al 15M”, empieza a recorrer un camino de profundización de sus reflexiones. Estas miradas cada vez más densas, se fueron sofisticando en otros de sus textos, como “El nacimiento de un mundo nuevo”, “La trampa del optimismo”, sobre los años noventa, más acá en el tiempo, “La ruptura”, donde conjuga cuestiones autobiográficas con el análisis para abarcar la disgregación de un grupo de intelectuales reformistas. Con cuestiones propias de cada geografía, esta evolución, quizás por aquello del desarrollo desigual, fue instalándose y desnudando un proceso, que aún “con sus muchas diferencias, compartían la exigencia de que las autoridades corruptas dejaran paso a los verdaderos representantes del pueblo y que se hiciera justicia económica. Además, ambos lograron una gran popularidad gracias a la transformación de las formas de comunicación. Y los dos empezaron a cambiar rápidamente”. Los dos movimientos referenciados por Ramón son, uno, el Tea Party de los Estados Unidos, y dos, el 15M español.

En este “Los años peligrosos” la mirada se amplía, e incluye cómo esta “mancha de aceite” se ha expandido. Esta revisión es, en palabras del autor, “un relato de la mutación que transformó esos movimientos populares en Podemos, el Brexit, el trumpismo, el independentismo catalán, Vox, Alternativa por Alemania o Syriza”. En esta descripción del enfoque con el que encaró su misión, el autor destaca que todas esas transformaciones “apelando a la cultura woke, por un lado, y al nacionalismo reaccionario, por el otro, han convertido nuestra política en un agrio choque entre tribus polarizadas y un conflicto irresoluble entre identidades”.

La radicalización política

El motto del libro bien podría ser “¿en qué momento se jodió la política?” Expresión de la que se valió Mario Vargas Llosa en su “Conversación en La Catedral”, “una especie de interrogante retórica no solo por el punto de partida de ese hecho, el momento en que se cifra la decadencia peruana, sino en un análisis desencantado de su presente y de su porvenir”. Pero en puridad, Vargas Llosa rescató esa pregunta, entre melancólica y trágica, del dictador peruano Manuel Apolinario Odría (de 1848 a 1856). “Cuándo se jodió…”, como remate de “un análisis desencantado del presente y del porvenir”.

Pero José Antonio Marina, en su libro “Las culturas fracasadas; el talento y la estupidez de las sociedades”, ha reflexionado sobre la derrota electoral de Vargas Llosa a manos de Alberto Fujimori, y ensayado una conclusión: ¿Por qué las sociedades toman decisiones que llevan a su destrucción? ¿Cómo podríamos liberarnos de la estupidez colectiva y llegar a ser sociedades más inteligentes? Entonces, “sin perder la democracia, hay que removerlo todo”.

Democracia volátil

En “Los años peligrosos” el autor apela a un lenguaje directo, sin devaluar la profundidad de la reflexión: “Tras la crisis financiera de 2008, que devastó países enteros y se llevó por delante las expectativas de millones de personas, se produjo una gran crisis política. Empezó con protestas de distinto signo que, poco a poco, fueron permeando los medios de comunicación, las ideologías mayoritarias, los sistemas de partidos y las instituciones. Esa crisis, que subsiste hasta hoy, ha ido mutando con gran rapidez. Comenzó como una insurgencia contra el sistema económico y derivó en una gran lucha acerca de las identidades. En España, por izquierda apareció Podemos, por derecha Vox, y estalló el procés. Pero esos cambios formaron parte de algo más amplio que sucedió en toda Europa y en Estados Unidos. Fueron quince años particularmente volátiles en los que la democracia cambió más de lo habitual. Años en los que las ideas radicales se fueron apoderando de nuestra imaginación”.

Ramón asume que casi nada “fue del todo nuevo. No lo fueron el radicalismo de izquierdas ni el de derechas, ni la denuncia sistemática de unas élites consideradas corruptas e ineficaces, ni el hábil uso de los medios de comunicación para generar y consolidar nuevos liderazgos, ni la política puramente teatral y performativa, ni las apelaciones de determinados grupos a su identidad”.

Lo singular ha sido que “esa forma de (hacer) política ha ido ocupando cada vez más espacio en el debate público… hemos ido asumiendo como algo normal que la política y los debates en torno a ella generen mucho ruido y una agresividad inducida. Sin embargo, esa no ha sido su única consecuencia. Ha tenido efectos mucho más peligrosos: algunas sociedades se han partido por la mitad, surgieron planes que han socavado seriamente la democracia liberal, y debates importantes sobre el feminismo, el patriotismo, la libertad de expresión, la ciencia o el funcionamiento de la economía se han convertido en simples peleas grupales”.
Al buscar las razones de “porqué se jodió”, Ramón ubica la profundidad de “la crisis económica (que) fue brutal y suscitó un resentimiento genuino y justificado contra las élites políticas, financieras e intelectuales que en cierto modo fueron responsables de ella, bien por sus acciones, bien por su incapacidad para comprender los excesos del sistema”. A renglón seguido, el cambio profundo del mercado de las ideas, la forma en que las élites políticas e intelectuales las generan y difunden, así como la manera en que la sociedad las consume”. No desatiende el impacto de las emergentes redes sociales y los teléfonos inteligentes. Los medios de comunicación escritos cayeron en una profunda crisis existencial y económica. Las televisiones se politizaron mucho y partidizaron más aún, así como la figura del intelectual tradicional se depreció.

En contraposición, “la política y el infotainment” —la mezcla de información con entretenimiento— lo contaminaron todo y, al hacerlo, borronearon los contornos de las ideas políticas, la rectificación constante de los mensajes, la fugacidad de las promesas, la espectacularización de las propuestas y la inmediatización de los ciclos.

Ramón, con acierto, señala que “no solo los medios vieron en la polarización y el infotainment una manera de ser más relevantes y mejorar sus perspectivas del negocio: los líderes de casi todos los partidos políticos, y con ellos los pensadores y los asesores de comunicación que les surtían de ideas y argumentarios, se dieron cuenta de que este clima, dominado por el sectarismo y la velocidad, podía ser electoralmente propicio para sus formaciones”.
La nueva política es vivir una volatilidad constante. Así de claro, el rasgo principal de la nueva política es la volatilidad. Y la falta de reflexión profunda, incluso en este buen libro, acerca de la construcción y gestión de ese imperio que no busca administrar ninguno de los dos poderes elegibles del estado, sino desde la invisibilidad del nuevo tejido construido allende las fronteras del estado de derecho.
La conclusión del autor es tremenda y desalentadora: la política se volvió radical y rústica. Y así no se hace vida. → Leer más

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BROU deberá resarcir a clienta que fue víctima de robo virtual de sus ahorros

La Justicia dictó sentencia definitiva en contra del Banco de la República Oriental del Uruguay (BROU) que deberá devolverle a una clienta la suma de 1.600 dólares que le fueran sustraídos mediante robo virtual. De acuerdo al documento en poder de EL TELEGRAFO, se trata de una sentencia en primera instancia llevada a cabo en un Juzgado de Paz de Montevideo, y que puede ser apelada por la entidad bancaria.

La víctima indicó ante la ley que es titular de una cuenta bancaria de caja de ahorros en dólares desde octubre de 2001 y que al 29 de julio de 2022 contaba con 4.000 dólares depositados. Ese día al ingresar a la referida cuenta a realizar un movimiento en forma digital (a través de su cuenta de e-Brou) constató que el dinero ya no estaba. Inmediatamente concurrió a la Sucursal del Banco República de Los Cerrillos, en Canelones, donde se corroboró que había sido objeto de una sustracción maliciosa a través de medios digitales o informáticos que se desconocen, pero de carácter delictivo, mediante los cuales sustrajeron dicha suma en forma clandestina, conocidos como “hackeos” o Phishing. De inmediato presentó una nota al Banco por la que se reclamó información. Luego, la señora formuló luego la denuncia ante la autoridad policial de la localidad. El Banco contestó el reclamo efectuado, desligándose de toda responsabilidad y no haciendo lugar a la solicitud de reintegro del dinero hurtado de la cuenta, posición que mantuvo en oportunidad de la audiencia de conciliación.

En tanto, se indica en el documento judicial que “es obligación del depositario (BROU), el control y seguridad de las cuentas abiertas en esa institución tanto en forma física como digital. Evidentemente, el sistema de seguridad que utiliza es pésimo, y por esto, se dan estos lamentables eventos; y más allá, de la propaganda que realice por medios de comunicación, ello no los exonera de las obligaciones legales (obligaciones del depositario civil y comercial, así como las normas en defensa del consumidor)”.

La víctima, patrocinada por abogados, solicitó el reintegro de la suma sustraída, más los intereses legales a partir de esa fecha. Asimismo, debido a que la situación le generó una sensación de inseguridad, desconfianza y angustia, con consecuencias a nivel emocional y afectivo, se estima el daño en la suma de 10.000 dólares.

LA POSTURA DEL BROU

Por su parte, compareció un representante de la entidad bancaria que dio a conocer que, del análisis realizado, se pudo comprobar que la clienta había sido víctima de un robo virtual “desde la dirección de IP 138.255.170.120 ubicada en Buenos Aires, Argentina (Servicio Digital Savio S.A.)”, donde “se observan conexiones cercanas de otros usuarios e-Brou, a los cuales se les solicita inhabilitación preventiva. Asimismo, dijo que en comunicación telefónica con la clienta el 4 de agosto de 2022, ésta “informó que al momento que se suceden los hechos accedía a su correo electrónico (hotmail) y a su cuenta de e-Brou únicamente desde dispositivos personales (celular y computadora), no utiliza aplicaciones, sino que ingresaba siempre por la página web; e indica no utilizar la opción de autoguardado de contraseñas; y que detecta la operativa denunciada al chequear su estado de cuenta, donde observa el débito. También pone en conocimiento que previo, había recibido un correo aparentemente enviado supuestamente por el Banco, donde le informaban de la necesidad de actualizar sus credenciales; e ingresó al link y siguió los pasos indicados”, por lo que expuso que “los sistemas de seguridad del BROU no fueron vulnerados”. Por tal motivo, pidió que se exima al Banco de total responsabilidad, ya que “la víctima ingresó en un link falso en el cual entregó a terceros toda su información en forma increíble”.
Finalizada la instancia y amparando parcialmente la demanda, la juez de paz de la Capital, Dra. Veigan G. Eula condenó al Banco República a la “devolución de la suma de 1.600 dólares, más los intereses correspondientes, sin especial condenación y rechazando el daño moral reclamado”. → Leer más