Tecnología y articulación, claves para desarrollar economía circular

En la Casa Universitaria tuvo lugar la charla sobre economía circular que ofrecieron expertas en el tema.

En Paysandú como en el resto del país y el mundo existe la sensibilidad hacia el cuidado del medio ambiente, de modo que está dado “el primer paso” hacia la economía circular, en un proceso en el que aparecen como claves la tecnología para llevarla adelante y la articulación entre los distintos actores y entre los que son protagonistas, las empresas y los propios consumidores.

Así se desprende de la entrevista que EL TELEGRAFO mantuvo con la contadora y licenciada en Administración, Inés Vázquez y la Ing. Química Silvia Belvisi, ambas con vasta experiencia en este tema, en oportunidad de la charla que sobre “Economía circular – Desafíos y oportunidades para Paysandú”, ofrecieron en el auditorio de la Casa Universitaria. La actividad se enmarcó en el proyecto Paysandú Agro Circular que lleva adelante la Intendencia Departamental de Paysandú desde la Dirección de Desarrollo Estratégico y Sostenible, con la financiación de la Agencia Nacional de Desarrollo (ANDE), el Congreso de Intendentes, la Unión Europea y el apoyo de la Agencia de Desarrollo Paysandú.

HACIA UNA ECONOMÍA MÁS SOSTENIBLE

“La economía circular busca utilizar los recursos por más tiempo, no generar desperdicios, no generar impacto ambiental negativo (basurales), de manera que al final del día podamos ir construyendo una economía más sostenible y que todos podamos ser parte de esta lógica”, explicó Inés Vázquez. En este proceso, “lo importante es ir entendiendo, darle visibilidad a lo que hacemos para aprender unos de otros y, a su vez, encontrar dónde están los desafíos y cómo entre todos vamos construyendo una nueva economía” y que está muy vinculada con “lo cooperativo, con lo colaborativo, con construir en conjunto”, observó. En este escenario, es importante el apoyo de la política pública y “la gestión pública”, como en este caso ANDE, así como de la academia, presente con la participación de esta docente de la Facultad de Ciencias Económicas de la UdelaR. “Es importante que la academia esté porque ayuda a ir comprendiendo, educando, investigar, encontrar los impactos”, apuntó. “Las empresas son los actores claves”, significó, a la vez de agregar que en este sentido “hemos trabajado con apicultores, con la huerta, con avicultores, los textiles –que tienen mucho para decir–, los alimentos. En todos los sectores se puede hacer algo”. A la vez, “los consumidores son actores muy importantes que impulsan también esto”, subrayó.

En su visión, “Paysandú es un departamento hermoso para construir todas estas cosas porque tiene una larga historia de capital social, de construir entre todos, de cooperativas, de sociedades de fomento”, lo que contribuye a “que esto sea posible más rápido”. Con ese objetivo, “necesitamos ponernos todos en la mesa para que las cosas ocurran bien”, resaltó.

LA EXPERIENCIA EN CANELONES

A propósito de la experiencia en el Polo de Economía Circular de Canelones, al cual asesoran desde hace tres años, Vázquez describió que en este proyecto que impulsa la Dirección de Cooperativismo del gobierno de aquel departamento, “un conjunto de empresas están incubadas o están en una vieja papelera, que también implicó recuperar ese espacio, y, a la vez esto todas las empresas del departamento se pueden unir a través de una plataforma y compartir buenas prácticas”, lo que posibilita que “unos pueden colaborar con otros. Toda esa lógica es bien interesante y se va construyendo paso a paso”.

“CADA TERRITORIO TIENE SUS SOLUCIONES”

En su experta opinión, “no hay recetas” en este tema, pues “cada territorio tiene sus soluciones. Sí es importante ir buscando y sí es cierto que podemos aprender de otros”.
En este sentido, refirió al aprendizaje recogido de las experiencias que se llevan en el País Vasco o en Chile, a modo de ejemplo. “Está bueno construir estas redes entre todos y hemos encontrado siempre mucha solidaridad de compartir conocimientos”, afirmó.

“Ahora tenemos un acuerdo con el Congreso de Intendentes, con el apoyo de la Unión Europea y ANDE para también seguir construyendo en esta lógica”, destacó, para cerrar que “seguramente hay algo diferente que está haciendo Paysandú de lo que también tenemos que aprender”. Precisamente, en el marco de este proyecto con el Congreso de Intendentes, Belvisi adelantó que se realizará una capacitación nacional, donde se formarán en este tema dos representantes de cada intendencia.

LA HOJA DE RUTA

“Si bien el motor de esto son las intenciones, las ganas –sabemos que hay una sensibilidad ambiental en Paysandú, en Uruguay y en el mundo entero–, pero es importante tener una metodología muy clara, para saber cómo y por dónde ir” y “un diagnóstico muy claro”, aclaró.

“Como siempre empezamos por el dónde estamos y el objetivo, a dónde queremos llegar con la economía circular”, observó, explicando que luego de esta sensiblidad por el ambiente, “viene la parte más rígida de medir.

Hay muchas normas, muchos reportes que pueden hacer las empresas, hay indicadores de corte estratégico que también hay que incorporar y de corte muy de ingeniería”, para conocer “cuánto reciclo, cuánto recicla Paysandú entero, Artigas, Canelones, Salto. Hay toda una metodología de indicadores, empezar a conectar unas empresas con otras”, pues “es muy frecuente que el residuo que una tiene que tirar al vertedero pueda ser un buen insumo para otra empresa que está al lado”, indicó. Ello “es una oportunidad de negocio”, resaltó, agregando que en este tema es necesario entender que el cuidado del medio ambiente no se debe vivir como en el pasado, como una carga, sino que “se trata de cuido el ambiente y a partir de eso estoy generando una oportunidad de mano de obra”, como lo demandarán procesos de recuperación o de instalar negocios de reciclaje.

TENEMOS SENSIBILIDAD, EL PRIMER PASO

Consultada respecto a qué tan rezagado se encuentra Uruguay en este tema, respecto a otros países como España, a donde recientemente asistieron a un congreso, Belvisi observó que de acuerdo a esta visita a universidades como a centros de economía circular, y en base a una encuesta de la Usina de Participación Ciudadana, en nuestro país “tenemos sensibilidad” por este tema, como en el resto del mundo. “Ya tenemos el primer paso dado, lo que falta es cómo nos juntamos, cómo trabajamos”. En este escenario, valoró el proyecto del Congreso de Intendentes pues “estoy haciendo una equidad territorial”, para facilitar el intercambio, ya que “esto se trata de redes, de entender, de divulgar y me parce que en eso vamos bien”.

En cuanto a los debes o desafíos, identificó la tecnología y la articulación entre los distintos actores. “Para esto se usa mucha tecnología, en trazabilidad, en medir indicadores como en facilitar el intercambio a través de plataformas. Entonces la tecnología tal vez nos está faltando. Pero acá en esto estamos con la Intendencia, el unir las 4 paletas de la hélice para que gire, las políticas públicas, está acá presente, la universidad, está acá presente, las empresas que están acá presentes y la comunidad entera”, porque esta “es sensible, mira, ve y de última es la que va a presionar”, analizó. “Entonces en integrar eso creo que va el primer empujón. Tecnología y articulación serían las dos palabras claves a mí forma de ver, que no es mucho”, concluyó.

SINERGIAS PARA EL DESARROLLO

“Creo que en Paysandú hay instituciones, asociaciones, empresas, mucha gente que está involucrada en muchas cosas que van desde la producción, clasificación, reciclaje, reutilización, divulgación de información de buenas prácticas, que todo eso junto tiene que ver con la economía circular”, significó por su parte el subdirector general de Desarrollo Estratégico y Sostenible, Manuel Appratto. “Desde la Intendencia entendemos que todo ese cúmulo de elementos, si se conocen entre ellos y pueden trabajar en conjunto, si saben qué es lo que hace el otro” y, a la vez, el aporte de información, como en este ámbito, dando respuesta a interrogantes como “para qué es buena la economía circular, cómo me sirve, cómo me involucro, por qué me conviene”, genera sinergias que “creo que desarrolla lo que es la economía circular”, y que tiene como “finalidad el mejor desarrollo económico así como el mejor desarrollo social y, por supuesto, ambiental”, subrayó.