Dr. Ricardo Diez: Várices de miembros inferiores (VMI): causas, síntomas y prevención

Las várices son dilataciones permanentes de las venas superficiales, típicamente en las piernas, que se producen debido a la disfunción en la acción de retorno de la sangre desde las extremidades hacia el corazón. La función de las arterias es transportar la sangre desde el corazón hasta el resto de tejidos y la de las venas es devolver la sangre del resto del cuerpo hasta el corazón. Las VMI se originan por una debilidad en las válvulas y paredes venosas, estructuras localizadas en el interior de las venas que permiten que el flujo de la sangre sea siempre en sentido ascendente (de las piernas al corazón). Si éstas fallan, aparece el llamado reflujo, es decir, la sangre, en lugar de subir hacia el corazón, se acumula dentro de las venas de las piernas comportando su dilatación y aparición de las varices. Se considera que un 25% de la población adulta tienen várices francas (tronculares), aunque considerando las arañas vasculares y las várices reticulares, el porcentaje llega hasta el 70 %.

Los síntomas incluyen:

Dolor, pesadez en las piernas, dolor muscular, hinchazón, sequedad cutánea, tirantez, picazón, irritación y calambres musculares. Varían en función de la posición y la actividad física; empeoran lo largo del día.

Factores de riesgo

Los dos más importantes son: antecedentes familiares y obesidad. Otros son: sedentarismo, embarazo múltiple, edad avanzada, sexo femenino, estar de pie durante mucho tiempo, historia de trombosis venosa.

Complicaciones con la evolución

Úlceras varicosas Flebitis superficial: inflamación de una vena superficial. Hemorragia: por rotura de la pared venosa debilitada. Infecciones en zona de lesiones de rascado con entrada de bacterias que puede llevar a supuración y celulitis.

Diagnóstico

Historia y examen clínico, complementado con ecografía doppler que valora el sistema venoso.

Tratamiento

Objetivo: mejorar los síntomas, reducir la hinchazón y prevenir infecciones y úlceras de la piel. Comprende: medias compresivas, escleroterapia, cirugía mínimamente invasiva o ablación térmica.

Prevención de las VMI

Mantener un peso saludable. Buena hidratación. Calzado y ropa cómodos. El ejercicio diario, especialmente la caminata sostenida, es beneficioso, activa la bomba del músculo de la pantorrilla. Dieta balanceada con suficiente fibra para evitar el estreñimiento. Evitar permanecer de pie o sentado durante períodos prolongados (a menos que tenga los pies elevados). Hacer pausas cada 30-60 minutos para caminar o estirar las piernas. Considerar uso de medias decompresión si hay riesgo de várices. El extracto de semilla de castaño de Indias reduce la inflamación. No fumar.

Conclusión

Las várices son una condición progresiva pero tratable. Consultar a tiempo con un especialista puede evitar complicaciones como úlceras o trombosis y mejorar notablemente la calidad de vida.

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