
Normalmente, el corazón expulsa 5-6 litros de sangre por minuto. Por los riñones pasan cada día, unos 1.500 litros de sangre, que se depuran gracias a más de un millón de pequeños filtros que se encuentran en cada riñón. Las sustancias que filtran los riñones, junto con el agua, se transforman en orina.
Si los riñones no eliminan los productos de desecho, estos se acumulan en la sangre y afectan de manera negativa al organismo.
La Insuficiencia Renal Crónica (IRC) se define como anomalías en la estructura o función renal, presentes durante más de 3 meses y significa una tasa de filtración glomerular inferior a 60 ml/minuto/1,73 m², (obtenida a partir de la creatinina) o la presencia de uno o más de los siguientes marcadores de daño renal: albúmina en orina, anomalías en el sedimento urinario, sangre en la orina; anomalías detectadas por histología, o por anomalías en imágenes. La IRC afecta un 10% de la población adulta de nuestro país.
La IRC es silenciosa, solo tiene expresión clínica en las etapas avanzadas; se puede observar: Fatiga, oliguria, retención de líquidos, náuseas con/sin vómitos, prurito, cambios en la piel y las uñas, piel seca y escamosa, cambios en la pigmentación de la piel, piernas inquietas.
Población en riesgo de IRC:
Diabetes Mellitus, hipertensión arterial, obstrucción de vías urinarias, cáncer, enfermedad cardiovascular, Infecciones sistémicas –HIV--, disminución de la masa renal, obesidad, consumo de anti inflamatorios, tabaquismo, contacto con metales pesados, agroquímicos, metales pesados, mayor de 50 años, antecedente de preclampsia, enfermedades autoinmunes, bajo peso al nacer, infecciones urinarias, bajo nivel educativo, litiasis renal.
Complicaciones de la IRC: Anemia, insuficiencia cardíaca, infarto, arritmias, desnutrición.
Estrategias diagnósticas: Historia y examen clínico.
Identificación de personas en riesgo de padecer ERC.
Confirmar la IRC con: creatinina, azoemia, orina, ecografía renal, fondo de ojo, iones.
Evaluar etapa evolutiva: según los valores de filtrado glomerular: se clasifica en 5 etapas: Etapa 1: Normo función hasta Etapa 5 máxima alteración funcional.
Identificar causa: antecedentes médico quirúrgicos, anomalías de vías urinarias, afecciones sistémicas, historia familiar.
Valorar repercusiones: anemia, equilibrio, ácido base, metabolismo fosfocálcico, metabolismo del hierro, lípidos, HA1c.
Inicio tratamiento: Cambios estilo de vida, control de factores de riesgo vascular, derivación especializada a Nefrología (evalúa necesidad de diálisis).
Conclusión:
La IRC es una afección silenciosa que puede llevar a la necesidad de diálisis y trasplante renal, y aumenta el riesgo de infarto, derrame cerebral y cáncer. Como prevención es vital, por ello: Control de la presión arterial y azúcar,, chequeos anuales en presencia de factores de riesgo de enfermedad renal; dieta baja en sal, no fumar y practicar ejercicio físico. La detección temprana es clave.
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