Fricasa pierde mensualmente 800.000 dólares pero mantiene “decisión de luchar”

“La industria frigorífica y obviamente el Frigorífico Casa Blanca (Fricasa) entró en una especie de temporal porque se está pagando el ganado más caro del mundo”, aseguró Eugenio Schneider, presidente de Fricasa. Eso ha llevado a que “no se pudo ganar un peso en todo lo que va del año 2019”. En agosto la pérdida fue de 800.000 dólares y en setiembre de 627.000 dólares.
No obstante, “lo que nos queda es seguir vendiendo pues la otra opción es interrumpir la faena con lo que perderíamos los clientes”.
En nuestro país el novillo gordo tiene un costo de 4,10 dólares el kilo en cuarta balanza, cuando en el otro extremo en Argentina su valor es de 2,29 dólares. En la Unión Europea el valor es de 3,90 dólares el kilo, en Australia 3,80 dólares el kilo y en Estados Unidos de 3,58 dólares el kilo.
“Sería tonto no pensar que la empresa está en peligro, pero reafirmamos la decisión de luchar y mantener los mercados”. Actualmente “aun no da pérdida faenar un novillo, pues se reciben 43 dólares por animal pero ese margen, con los pocos animales que matamos no da ni para cubrir los costos fijos. Por otra parte tenemos consignatarios que nos venden a mayor plazo pero eso genera intereses. La situación no es nada sencilla”.
Eso generó que el martes pasado “ante la falta de dinero decidimos pagar todo a los empleados de Producción, que son los más perjudicados por la baja de la faena, porque los de Mantenimiento trabajan todos los días”.
Eso motivó que dos de los 38 sindicalistas de la Asociación Laboral de Obreros y Empleados de Fricasa (Aloef) –asociado al Pit Cnt– trataran de colocar una pancarta en el ingreso a la planta con la leyenda “Yo no cobré ¿y vos?” que fue rápidamente retirada. En tanto, el resto de los afiliados a Aloef “continuaron trabajando normalmente”, dijeron Diego y Michael Torres, secretario y tesorero del Sindicato Nuevo de Casa Blanca (Sinuca), que cuenta con personería jurídica y 160 asociados. De hecho, la mayoría de los trabajadores de Fricasa no están afiliados a ninguno de los dos sindicatos.
“De hecho el pago al resto de los funcionarios se concretó rápidamente un par de días después, lo antes que se pudo. Este tipo de situaciones no las entiendo, porque no tengo problemas con el personal afiliado en sindicatos pero se debe comprender que este es un barco en realidad, donde estamos todos y debemos hacer nuestro mejor esfuerzo para llegar a puerto. Más allá que se tengan diferentes responsabilidades y que haya un capitán”, destacó Schneider.
La situación se ha vuelto tan compleja que afecta también a la cadena de carnicerías Fricasa. “De modo parcial, estamos abasteciéndolas con carne importada de Brasil. En el mercado de San Pablo está a 2,59 dólares el kilo de novillo gordo. Obviamente no la importamos nosotros, se la adquirimos a quien lo hace. Tampoco esa carne ingresa a frigorífico, se distribuye directamente a nuestra cadena. Lo hacemos porque de otra manera se pondría en riesgo a las bocas de venta”.
Valoró que colocar una pancarta en el acceso a la planta “por un lado viola el derecho de la empresa a tener liberado el acceso, pero especialmente perjudica a todos y no solamente al empresario. Porque si viene un consignatario y ve pancartas y movilizaciones, probablemente no tenga interés en volver. Digo esto en el contexto de que el atraso a ciertos funcionarios –que por otra parte tienen la ventaja de trabajar todo el mes– por un par de días. Todo se ha pagado, se ha cumplido y seguiremos cumpliendo, porque confiamos en que vamos a salir de esta situación”.
Actualmente Fricasa tiene un crédito aprobado por el BROU de un millón de dólares, una cifra que no es significativa dentro del nivel de negocios de la industria pero que “lo tomamos como precaución; hace muchos años que no operamos con créditos y que hemos pagado puntualmente a la banca y demás acreedores”.
Fricasa –si bien está perdiendo competitividad por el precio del ganado– ha podido mantener el mercado chileno, que se abastece en un 40% con carne de la industria sanducera. “Hace muchos años que tenemos ese mercado y nos siguen comprando, pero menos. Y claro, el producto llega a mayor precio al consumidor”.
Schneider señala como elementos que llevaron a la crisis del sector dos hechos claves. Por un lado el sesenta por ciento de los frigoríficos está en manos de capitales extranjeros y por otro los grandes frigoríficos tienen a su vez gran cantidad de cabezas de ganado. “Ganan vendiendo ganado y pierden en el frigorífico, pero van aumentando su participación en el mercado ante la caída del resto de los competidores. El pez grande se come al chico”.
En cuanto al incidente con dos sindicalistas, “le tengo que restar importancia porque la planta no se detuvo y se continuó trabajando. Eso pasa también cuando el sindicato afiliado al Pit Cnt se adhiere a una medida de fuerza. Se trabaja con normalidad. A quienes no trabajan se les descuenta el día pero no se lo tiene en cuenta para el presentismo. Aunque desde mi punto de vista equivocados, es su creencia. Y se la respeta”.