Mes: diciembre 2020

El vicepresidente del Instituto Nacional de Colonización (INC) Guido Machado, le comunicó este viernes a los colonos de Paysandú, que tras reunirse el directorio el jueves 3 de diciembre, y analizarse el petitorio realizado por las tres sociedades de Fomento de la zona de la colonia Ros de Oger y Baltasar Brum del departamento de Paysandú, la de Guaviyú, Santa Kilda y Santa Blanca, no accederá al corrimiento solicitado de la renta hasta que el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) declare la Emergencia Agropecuaria.
Como adelantara EL TELEGRAFO días atrás y previo a las precipitaciones registradas desde el 25 de noviembre, el ministro de Ganadería, ingeniero agrónomo Carlos María Uriarte, visitó a colonos del departamento de Paysandú para observar el estado de los campos debido al déficit hídrico que se extiende desde el invierno.
Los productores le explicaron que la situación era muy preocupante, y que habían destinado el dinero para pagar la renta del mes de noviembre para adquirir alimento para su ganado, debido a la falta de pasto en los campos de la región. Tras ese encuentro, los productores enviaron una carta al directorio del INC, solicitándole si podía haber un corrimiento de la renta a pagar en dos cuotas en las dos próximas rentas.
“La respuesta fue negativa”, confirmó en la víspera el productor Noel Fernández, manifestándoles desde el instituto “que dependen del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca para poder tomar las medidas pertinentes, cuando la zona sea declarada en Emergencia Agropecuaria”.
El citado productor señaló que “cuando el ministro Uriarte nos visitó semanas atrás, nos decía que más allá que se demore en declarar a la zona en Emergencia Agropecuaria por déficit hídrico, el INC, que es un ente totalmente autónomo, podía aplicar sus propias medidas y tomar sus resoluciones”.
“A la vista está con esta respuesta que no es tan así”, subraya Fernández. “Más allá que llovió y fue bastante buena en la zona, no llovió pasto y el ganado sigue complicado, y tenemos que ver como responden los campos; esperamos que las pasturas se recuperen porque el ganado está sentido. La gente había comenzado a tomar medidas y lamentablemente muchos van a quedar sin pagar la renta y después vendrán las consecuencias de mora, recargos, etcétera., al no ser considerada la respuesta”, dijo.
Noel Fernandez aclaró que “ni bien tuve la respuesta de Machado, que además es del mismo sector político que Uriarte, le mandé la respuesta al secretario de Estado por WhatsApp y aguardamos a ver que dice”. Y puntualizó que “haremos algo más formal, pero este viernes fue el último día para pagar la renta, así que estamos en una encrucijada. No sabemos que más está esperando el ministro para declarar la Emergencia Agropecuaria, o tal vez como vio que llovió no declare nada”.
Si no se resuelve nada, “después tendremos que ver en el INC las moras e intereses. Las multas no son pocas y cuesta mucho después agarrar la liebre. Se pierden beneficios de buen pagador, que siempre hemos mantenido y cumplido con el instituto, pero por esta situación muchos no podremos cumplir”, dijo.
A esta altura Fernández se siente “desahuciado, porque por un lado anuncian propuestas, que nos arrimemos porque vamos a tener diálogo, pero un diálogo de sordos como teníamos con el anterior directorio, donde hacíamos propuestas y no se consideraba absolutamente nada, no adelanta mucho”, enfatizó.

Faena de corderos y lechones

“Es una situación realmente lamentable para los productores chicos que no dependemos de un sueldo, de un aguinaldo o de un salario vacacional para hacer unos pesitos y pasar las fiestas, que no podamos faenar y comercializar lechones o corderos antes de las tradicionales fiestas”, sostuvo Noel Fernández.
Sus conceptos fueron vertidos tras las declaraciones de la víspera en EL TELEGRAFO, del jefe de Policía de Paysandú Eduar Alvez De Almeida Torres, quien sostuvo que se controlará la faena clandestina y que no está autorizada por el Instituto Nacional de Carnes (INAC), al no haber ningún comunicado oficial que lo permita.
“Podemos entender las declaraciones del jefe de Policía, pero vemos que hay una falencia tremenda en la comunicación, entre las máximas autoridades del MGAP y del Interior. El propio Uriarte cuando vino a la zona y conversó con nosotros, nos dijo que nadie iba a complicar a nadie”.
El ministro “nos dijo que la idea es combatir el abigeato y no complicar a los productores. Incluso el propio subsecretario del MGAP, Ignacio Buffa, hizo declaraciones en la prensa, al igual que el senador Sebastián Da Silva”.
Fernández señaló molesto que “todas las propuestas son de la boca para afuera y para la tribuna, porque la máxima autoridad policial del departamento dice que van a controlar las carneadas artesanales y no dejarán vender corderos y lechones a los pequeños productores”.
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El reciente acuerdo firmado denominado Asociación Económica Integral Regional (RCEP), involucra a 15 países, entre ellos los principales exportadores de carnes, Australia y Nueva Zelanda. Los flujos comerciales dentro del bloque tienen antecedentes de décadas y son significativos económicamente.
En términos arancelarios, el acuerdo no afecta a las carnes, y por tanto no significa un deterioro incremental a las condiciones de acceso arancelario relativo de Uruguay.
Es posible que el impacto se exprese a través de la facilitación del comercio intra-bloque. Adicionalmente, Australia y Nueva Zelanda ya tenían acuerdos con la mayoría de las naciones partes. Uruguay no cuenta con acuerdos comerciales en esta región ni habilitación sanitaria para varios de los importadores involucrados.
El domingo 15 de noviembre se firmó la creación del acuerdo comercial más grande del mundo: la Asociación Económica Integral Regional (RCEP, por sus siglas en inglés). El acuerdo de libre comercio involucra a 15 países: los miembros de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean) (Indonesia, Malasia, Filipinas, Singapur, Tailandia, Brunei, Vietnam, Laos, Birmania y Camboya), China, Japón, Corea del Sur, Australia y Nueva Zelanda. Estos países representan 30% de la población y 30% del PIB a nivel global.
En términos de comercio de carnes, los miembros del RCEP representaron 21% de las exportaciones mundiales, sumando carne bovina, porcina, aviar, ovina y menudencias bovinas en valor en 2019. Los principales exportadores fueron Australia y Nueva Zelanda, que en conjunto representaron 89% de las exportaciones del bloque de todas las carnes. Por el lado importador, el RCEP absorbió el 50% del flujo comercial internacional en valor de estos productos. China, Japón y Corea del Sur fueron los principales importadores, representando 88% de las importaciones del bloque en valor.
La carne bovina fue la más comercializada por los miembros del RCEP. En 2019, sus exportaciones representaron 26% del comercio global y sus importaciones el 48%: esto equivale a un flujo comercial de 10.000 millones y 17.000 millones de dólares respectivamente. Cabe mencionar que el 17% del comercio mundial de carne bovina tiene lugar entre los países miembros del bloque. Esta cifra es de 40% para la carne ovina.
A pesar de las dimensiones del RCEP, son varios los acuerdos comerciales preexistentes entre los países que lo conforman. La novedad sería el comercio preferencial entre Japón, China y Corea del Sur, dado que el resto de los miembros del RCEP ya tenía algún tipo de tratado previo. Aun así, este cambio no afecta sustancialmente al comercio de carne bovina, ya que los tres países mencionados anteriormente no tienen flujos comerciales significativos entre ellos.
Esto relativiza el impacto que el nuevo acuerdo puede tener en el comercio internacional. Según The Economist, de los 2,3 billones de dólares del comercio de bienes que tuvo lugar en 2019 entre los miembros del actual acuerdo, el 83% estuvo cubierto bajo algún acuerdo comercial preexistente. En términos arancelarios, aunque se prevé la eliminación del 90% de los aranceles existentes, su materialización se dará en un período de 20 años después de que los quince miembros ratifiquen el acuerdo.
Además, se espera que el impacto en términos de acceso arancelario sobre el comercio de bienes agropecuarios no cambie sustancialmente. Por ejemplo, Japón mantendrá un alto nivel de proteccionismo a la importación de alimentos, como arroz y carne bovina y porcina.
El potencial impacto de este nuevo acuerdo radica en la homogenización de las reglas de origen para todos los países miembros del bloque. Esto implica que se necesitará sólo un certificado de origen para comercializar en la región, salteando procesos de ajuste a las diferentes reglas de origen de cada importador particular. Además, habrá una simplificación de los procesos aduaneros, que aumentará la velocidad de despacho de bienes perecederos dentro de las seis horas siguientes al arribo.

EL RCEP VISTO DESDE URUGUAY

En la medida que no hay reducciones adicionales de aranceles para la exportación de carne australiana y neocelandesa, este acuerdo no significa un perjuicio adicional a las exportaciones de carne uruguayas.
En términos no arancelarios y de facilitación del comercio, el RCEP podría perjudicar a las exportaciones de carne bovina de Uruguay por el aumento de la eficiencia comercial intra-bloque. En especial, la flexibilización de los procesos previstos podría reducir los costos de exportación de Australia y Nueva Zelanda, aumentando la brecha de costos de los exportadores fuera del acuerdo.
Este fenómeno podría ser especialmente notorio con relación a los países de Asean. Por su parte, Uruguay cuenta con relativa poca experiencia exportando a dichos mercados. Actualmente menos de 1% de las exportaciones de la cadena cárnica van a esos países. Otro hecho saliente es que no contamos con acuerdos comerciales con ningún país firmante ni habilitación sanitaria para exportar a la mayoría de los miembros de Asean.

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