Hoy jueves 23, a las 20, en el auditorio de Casa de Cultura (Leandro Gómez 852) se exhibe “Nieves, florecida en astros”, el segundo largometraje documental de Sergio De León.
Filmada en pleno confinamiento de 2020 con su celular, esta película surge de un impulso del director por documentar la cotidianidad con las herramientas a su alcance en ese momento. En ella, Sergio y su vecina Nieves sobreviven al período de encierro compartiendo conversaciones, comidas, vinos, risas, recuerdos, perspectivas y sueños. En ese tiempo, Sergio y Nieves no hacen muchas otras cosas más que compartir la vida. Y filmarla, también en conjunto. Se trata entonces de una película inesperada y luminosa en la que se brinda por los gestos cotidianos de la vida en común.
El propio De León relata cómo comenzó todo: “una madrugada de marzo de 2020, sin poder dormir, salí a mi balcón. Para mi sorpresa, mi vecina Nieves estaba en el suyo, también, desvelada. Poco después, sabría que además estaba triste: estaba perdiendo el mundo de las imágenes por una enfermedad degenerativa en sus ojos y, desde hacía unos días, también el de la calle. Debíamos estar encerrados a propósito de un nuevo virus que acababa de llegar al mundo. Me hablaba en un tono confesional, en voz baja. Estaba angustiada, tenía miedo. Sentía que no ver, y no poder salir, era un doble encierro”. “La película es un retrato fílmico de Nieves. Las circunstancias marcaron que tuviera un dispositivo muy determinado por el confinamiento y el distanciamiento social impuestos por la pandemia. La filmé desde mi balcón, vidrio de por medio, con un teléfono celular. El documental comenzó teniendo la estructura de un diario, de una bitácora. La fui filmando día a día y esa rutina nos mantuvo cercanos y ocupados. El tratamiento visual fue encontrando su lenguaje, y lo que en un comienzo era un retrato figurativo se transformó, primero en un retrato abstracto, para luego devenir en una esencia, un perfume a punto de evaporarse”, agregó Sergio De León.
“La vecina” de hecho es alguien muy conocida en el mundo cultural uruguayo. Nieves Silveyra ha estado vinculada al arte desde joven, primero como estudiante de arquitectura y como alumna de Jorge Romero Brest en la facultad de Humanidades, después como amiga y alumna de José Gurvich.
Más tarde fue colaboradora del arquitecto, docente, investigador, crítico, periodista y museógrafo Fernando García Esteban en la creación de la diapoteca y catalogación de obras del Museo de Historia del Arte (Muhar); y pasó por el taller de Guillermo Fernández.
Después de un viaje a Europa en el que se dedicó a estudiar en varios museos, comenzó a colaborar con Jorge Páez Vilaró en su Museo en Punta del Este. En la década de los ‘80 vivió en Buzios, en Brasil; y volvió a Uruguay en 1991, momento en que comenzó a trabajar en la parte administrativa del Espacio de Desarrollo Armónico de Graciela Figueroa. Hoy Nieves sigue siendo un pilar fundamental y significativo en la Fundación por la Paz.
Entradas a 250 pesos, pueden ser reservadas por el 098481421 o adquirirse desde las 19 en Casa de Cultura.
