El Plenario Departamental del Pit Cnt organizó una convocatoria y marcha desde 18 de Julio y Cerrito hasta la sucursal del Banco de Previsión social, con un paro parcial de 9 a 13. Sin embargo, los sindicatos afiliados resolvían su adhesión con paros de distinta extensión durante la jornada, en rechazo a la reforma de la seguridad social, actualmente a estudio de una comisión especial en la Cámara de Diputados y con media sanción de la Cámara de Senadores.
“Entendemos que la discusión va más allá de esta reforma y se trata de la defensa de los derechos de todos los ciudadanos, sin banderías políticas. El Banco de Previsión Social es una institución que brinda los servicios de protección a los ciudadanos y ha sido un motivo de lucha de los trabajadores”, dijo uno de los oradores, Roque Apecetche, integrante del Movimiento de Jubilados y Pensionistas de Paysandú.
El dirigente agregó que “Uruguay es reconocido internacionalmente por su previsión social y no puede ser que, en vez de mantener los derechos, éstos se pierdan. Porque hoy se necesitan otros, como la vivienda pero uno en especial, y es el empleo que atraviesa grandes dificultades”.
Apecetche aclaró que “rechazamos la reforma porque lleva a los aportantes a trabajar más años. El Estado y el BPS van a tener cinco años más de aportes de los trabajadores. Como contrapartida, los trabajadores perderán salarios y eso está más que discutido”.
Con la extensión de la etapa laboral “recibirá una jubilación menor o igual. Pero si es igual, es de menor valor porque aportó por más años. Cuando se muestran los cálculos, de cada tres trabajadores hay dos que perderán salarios. Y al final, para el cálculo, no dice que son los mejores diez o los últimos veinte, sino los mejores 25 años”.
El dirigente reconoció que “desde hace años que se viene hablando de una reforma, pero todos pensamos en otra. Porque el Estado toma como deficitario al BPS, que recibe la plata de Rentas Generales y es una aporte a la sociedad más vulnerable”. En este sentido, resaltó que “para el gobierno es un déficit que no quiere aumentar, pero analicemos por qué le saca más al que aporta más –que es el trabajador– y no propone el financiamiento con nuevos ingresos. Por eso, es claro que cae sobre las espaldas de los trabajadores”.
Cuestionó que “somos uno de los países donde más aportan los trabajadores a la seguridad social, pero hay exoneraciones que no se tocan y que es válido reclamarlas. Hoy, en general, el aporte de los trabajadores es de 15%, contra el 7,5% de las empresas. Con esta reforma sería de 10 y 5 y las AFAP dejarían de llevarse el 2,5%. Y, por eso, es el descontento de las AFAP. Pero no se quejan de lo que ahorrarán cuando se aplique obligatoriamente a todos los trabajadores por igual, ganen lo que ganen”.
Según Apecetche, “pasarán a tener una base de trabajadores que antes no tenían porque no los alcanzaba la franja. Es decir, el gobierno financia el lucro de las AFAP y es una privatización encubierta”.
