“La reforma que se plantea desde el Ejecutivo, no toma en cuenta que las mujeres uruguayas son quienes participan activamente en tareas domésticas y de cuidados –que no son remuneradas– lo que influye y condiciona las posibilidades de ingresar al mercado laboral. En muchos casos, aún insertándose laboralmente lo hacen con menor carga horaria y por consiguiente menor paga”, dijo la diputada Cecilia Bottino, refiriéndose al impacto que desde su punto de vista la “reforma previsional” causará en las mujeres.
Estudios del mercado laboral uruguayo “señalan que la tasa de participación femenina está un 15% por debajo de la de los hombres y estimaciones internacionales indican que para el año 2100, la brecha llegará a estar en un 10%”.
La legisladora del Frente Amplio destacó por otra parte que “desde el año 2004 las mujeres que trabajan de manera independiente aumentó un 80%. En 2019, el 40% de las mujeres trabajadoras lo hacen sin relación de dependencia. Asimismo “la pandemia en el año 2020 trajo como consecuencia laboral que muchos empleos formales dejaron de existir, muchas mujeres trabajadoras se ampararon en el subsidio por desempleo viendo que sus ingresos bajaban. Esta realidad provocó que se incrementara el trabajo precario o informal, principalmente ocupando a mujeres. Todo esto disminuye las chances de acceder a una jubilación en la vejez, al tiempo que afecta prestaciones que serán de bajos ingresos”.
Bottino recordó que cuando estaba en el gobierno el Frente Amplio “creó medidas para atender desigualdades de género en la Seguridad Social, como la ley de flexibilización de 2008 bajando los requisitos para configurar jubilación por causal común y edad avanzada. De este modo benefició a las mujeres por ser quienes cuentan con menos años de servicio”.
Asimismo “se sumó otro beneficio específico que les permite a las mujeres computar un año adicional de trabajo por cada hijo nacido vivo o adoptado hasta un máximo de 5 años. En el año 2006 se sumaron los resultados de la ley de trabajo doméstico formalizando dicha actividad, incrementando puestos cotizantes del 76% bajando el subregistro de 73% entre el 2006 y el 2018. Fue creado el Sistema Nacional Integrado de Cuidados apuntando a formalizar a quienes trabajan en el sector, mayoritariamente mujeres”. “En contraste –sostiene Bottino– “el actual gobierno presenta un proyecto de ley que establece un recorte en jubilaciones y pensiones, afectando especialmente a las mujeres”.
Explica que sostiene eso pues en el proyecto “no se contemplan todas las contingencias que una persona enfrenta a lo largo de su vida, no incluye políticas de Cuidados; aumenta la edad para jubilarse a 65 años afectando particularmente a las mujeres que tienen trayectorias laborales interrumpidas, ingresos más bajos generados por la inequidad del mercado de trabajo; rebaja los montos de jubilaciones, pues se tomarán 25 mejores años de aportes modificando los 10 años que se calculan en la actualidad, disminuyendo el monto a cobrar; incorpora el cómputo ficto adicional por hijos para madres de hijos nacidos vivos o adoptados, menores de edad con discapacidad severa; y para pensiones por fallecimiento (viudez), exige un mínimo de 3 años de antigüedad en el matrimonio –salvo que existan hijos–, y plantea una baja progresiva del monto de ingresos de las viudas que hoy es de 215.000 pesos y se pretende bajar a los 150.000 pesos, para acceder a una pensión por viudez”.
De aprobarse el proyecto de ley “las jubilaciones para las mujeres serán de mucho menos valor que ahora. Se verán más perjudicados las uruguayas y los uruguayos más vulnerables. La financiación saldrá de los bolsillos de los trabajadores. La mayoría de las mujeres no llegaremos a los años de aportes necesarios considerando los trabajos no remunerados sumado al tiempo de cuidados familiares”.
