Sentenciaron a tres policías por el asesinato del empresario José “Chito” Bidart en Salto

En la sede del Juzgado Penal de Salto, el juez Paulo Aguirre y el fiscal Carlos Rodríguez Carrete brindaron una conferencia de prensa para dar a conocer la sentencia de tres de los cinco involucrados en el crimen del empresario de la industria cárnica, José “Chito” Bidart, quien además era accionista del Frigorífico Casa Blanca desde hacía más de 20 años. Como informara oportunamente EL TELEGRAFO, al mediodía del 13 de diciembre de 2018 Bidart iba llegando a su casa en Salto cuando fue sorprendido por un sujeto que arremetió contra él y le efectuó varios disparos con arma de fuego. El hecho ocurrió cuando “Chito” (como le conocían) pretendía ingresar a su casa denominada “La Chacra”, en el kilómetro 482 de ruta 3, a poca distancia de la avenida Gobernador de Viana que da acceso a la ciudad, antes de pasar por “La Gaviota”. Aparentemente, los disparos ocurrieron segundos después que el empresario accionara mediante control remoto la portera de ingreso a la propiedad. Según fuentes policiales, el empresario cárnico seguía con vida luego de recibir los disparos estando dentro del vehículo, ya que continuó la marcha en su camioneta, para chocar posteriormente con un árbol ubicado dentro del predio. Su esposa y un empleado tuvieron que romper el vidrio de la camioneta para abrirla y poder sacarlo. De inmediato el hombre fue trasladado en un vehículo particular hacia un centro de salud, donde llegó sin vida.

POLICÍAS ASESINOS

El Dr. Paulo Aguirre en su calidad de juez penal dictó sentencia luego de tener reunidas todas las pruebas, declaraciones que fueron más de 40, dijo durante la conferencia de prensa. Por lo que declaró a tres personas penalmente culpables por la muerte de Bidart, condenadas por “un delito de asociación para delinquir en concurrencia fuera de la reiteración, con un delito de homicidio muy especialmente agravado en calidad de coautores”. Dos de los asesinos fueron sentenciados con 21 años de prisión y otro a 24 años. La sentencia se dictó desde el Juzgado Penal a través de una videoconferencia con los homicidas que se encontraban en Montevideo. Asimismo, explicaron que para sentenciar a uno con más años de cárcel se tomó en cuenta que fue la persona que tenía contacto con Bidart, por lo que conocía detalles de sus movimientos y fue quien brindó información a los demás delincuentes y les aportó el arma homicida. En tanto, no se pudo establecer cuál de los sentenciados –dos expolicías de Salto y los otros tres que trabajaban como carcelarios en Montevideo– fue el que efectuó los disparos que terminaron con la vida del empresario, pero Aguirre explicó que eso “no es relevante”. “Lo importante es que todos tenían conocimiento de que se llevaba el arma para poder quitarle la vida a otra persona, y por lo tanto, todos son culpables sin importar quien disparó las balas”.

Al ser consultado por el autor intelectual, Aguirre dijo que los tres fueron condenados en calidad de coautores, lo que quiere decir que cooperaron en tareas en equipo indispensables para llevar adelante su plan.

INVESTIGACIÓN DIFÍCIL

Si bien se cometió el delito de homicidio, el objetivo de los delincuentes, de los cuales dos eran expolicías salteños y los otros policías carcelarios de Montevideo, era rapiñar a Bidart y llevarse un abultada suma de dinero que llevaba en su vehículo. Sin embargo, por alguna razón, no lograron concretar su cometido y los delincuentes huyeron tras asesinarlo. “La investigación policial fue muy difícil de llevar adelante”, según informó el fiscal Rodríguez Carrete, debido a que crimen ocurrió en una zona carente de cámaras para registrar lo sucedido y que los delincuentes dejaron pocas pistas. “Se utilizaron todas las herramientas existentes para poder aclarar el caso y pruebas anticipadas, por lo cual hubo necesidad de recurrir a testigos de identidad reservada, personas que podrían aportar información pero no quisieron que su nombre apareciera bajo ningún concepto”, y mucho menos conociendo que se hablaba de la participación de expolicías en el crimen.

“Partiendo desde la base donde hay policías y delincuentes involucrados en un crimen, es muy difícil reunir pruebas porque estamos hablando de policías o expolicías que están muy preparados para saber cómo evitar dejar información policial, por lo que no se dejaron pruebas directas, no habían huellas, el arma nunca apareció y en ese sentido, cobraron importancia las declaraciones de gente relacionada a los primeros condenados, que vieron movimientos que llamaron la atención y así lo informaron”, señaló Rodríguez Carrete.