Solicitada: ¿Por qué no?

El tema de la Zona Franca, del cual el diario dedicó el otro día una de sus tantas editoriales, su concreción, debería ser una de las grandes preocupaciones para las autoridades locales como lo fue para los “genios” de la década del ‘40 cuando cranearon las fábricas en nuestro departamento, con todo lo que eso nos dio y sigue dando.

¿Qué no tiene hoy ese predio de UTE cerca de Casa Blanca que sí tenía Zona América en Canelones cuando la fundaron?
Está en la misma situación. Es verdad que hay poca cosa, pero ese lugar de nuestro departamento queda a 6.000 metros de distancia por agua con Concepción del Uruguay.

Me dirán ¿qué tiene Concepción? Ni más ni menos que la cantera de ingenieros en sistemas, produce materia gris.
Encima, ahora el Cenur, inauguró en Paysandú la carrera de analistas en computación.
¿Por qué no pensar para ese lugar en crear un polo tecnológico que desarrolle y venda tecnología de la información a lo grande, como se hace en Zona América, haciendo un acuerdo con la Universidad Tecnológica Nacional (UTN – Argentina) para que la carrada de ingenieros (argentinos y uruguayos) que salen de ahí no tengan que irse al mundo para tener un buen salario y dejar de estar cerca de sus familias?
Paysandú tiene una ubicación geográfica innegablemente estratégica y además Uruguay, como país, garantiza estabilidad institucional, atributo muy codiciado y escaso en la región.

Basta ver que muchas multinacionales elijen Uruguay y no Argentina. Por algo será.
Levantemos la vara, hagamos que esas empresas, además de elegir Uruguay, aterricen en Paysandú.
Eso puede ser posible si se generan las condiciones, ya lo vimos con el sector forestal.
Si contextualizamos, cuando Zona América nació en los ‘90, era un baldío más. No había prácticamente nada en la vuelta y lo que había a su alrededor era poco y nada. Sólo tenía “a favor” que estaba cerca del viejo aeropuerto de Carrasco, en aquel entonces con una conectividad mínima porque no estaba explotado como ahora.

Para ir a trabajar a Zona América al principio, desde Montevideo, había que remarla porque la locomoción no era tan buena pero la gente –preparada– hacía y hace el esfuerzo porque los salarios que pagan son una bendición.
En Paysandú, el predio que UTE posee, cerca de Casa Blanca, tiene a un paso nuestro aeropuerto –que mantiene categoría internacional–, pudiendo a su vez por su intermedio conectarse con los aeropuertos de Montevideo y Buenos Aires en forma muy rápida.
Además de estar a un paso de Paysandú y de Concepción, tiene salida directa a Ruta 3.

Con sus 92 hectáreas, es un espacio grande en todo sentido, por lo que mide y por su potencial.
Si los cerebros del Paysandú del 40 pudieron hacer del departamento una potencia donde no había nada, ¿es tan loco pensar que una Zona Franca ahí pueda llegar a ser el nuevo gran motor económico como fueron las fábricas del ‘45, pero del siglo XXI?
Veterano sanducero