Una revolución que hay que sostener

El portal de la Universidad de la República publicó una entrevista con la doctora Diana Domenech, una de las coordinadoras de la carrera de doctor en Medicina en el Cenur Litoral Norte. Desde el año 2020 esta carrera se puede cursar íntegramente entre las dos sedes que componen el Centro Universitario Regional: Salto y Paysandú, aunque los dos primeros años, por las razones por todos conocidas, en su mayoría los cursos fueron virtuales, y fue recién en 2022 que se efectivizó el dictado de las materias de la carrera de Medicina de modo presencial en el territorio. Domenech calificó como “una revolución educativa y social” el hecho de que los jóvenes aspirantes a médicos puedan formarse aquí, y le asiste razón. Es bueno detenerse un poco en los argumentos y en la exposición de datos sobre el impacto que esta carrera está ocasionando en estas ciudades, porque —llegado el caso— serán argumentos para sostenerla.

Desde el punto de vista de la cantidad de alumnos interesados en cursar (por si había alguna duda) los números hablan solos del acierto que ha sido. Domenech dijo que en este período hubo “un crecimiento exponencial” en la región: “en 2020, se inscribieron a 2° año 100 estudiantes, en 2021 fueron 150 y en 2022, 180 estudiantes”.
A la vez el CIO (Ciclo Inicial Optativo) en Salud tuvo un gran crecimiento en su número de inscriptos, también a partir de 2020, por el aumento de la matrícula de estudiantes interesados en realizar la trayectoria Medicina.

“En 2022 de los 760 inscriptos al CIO Salud, 400 se inscribieron a la trayectoria Medicina. Y además, si se suman los estudiantes que realizaron los restantes años de Medicina en 2022, se presentaron los siguientes números: la trayectoria Medicina del CIO Salud contó con 400 estudiantes, segundo año con 180, tercer año con 100, cuarto año con 40, quinto año con 30, sexto año con 25 y el internado con 15 estudiantes”. Esto significa que “pasamos de 50 estudiantes previo a 2020, a 800 estudiantes en la región cursando algún año de la carrera de Medicina”.

Por otra parte se desprende de las palabras de la coordinadora que la carrera de Medicina está impulsando el crecimiento de la Universidad en la región, y no solamente en la cantidad de estudiantes sino además en la infraestructura. Domenech indicó que los estudiantes de Salto están viajando a Paysandú mientras se refacciona en esa ciudad una sala donde hacer prácticos y que al ser Anatomía “una unidad curricular compleja para los estudiantes”, los docentes trabajan con grupos pequeños y los estudiantes tienen muy buenos niveles de aprobación.
Acerca del nuevo edificio de la sede Paysandú, la coordinadora adelantó que hay muchas expectativas, dado que el número de estudiantes sigue creciendo y este nuevo local “permitirá contar con las aulas necesarias y que se monten los laboratorios que no serán solo para Medicina sino también para otras carreras”.

También indicó que tienen la perspectiva de armar un centro de simulación clínica en esta sede, “una forma de enseñanza y de aprendizaje de vanguardia para la enseñanza de la Medicina”, en la que antes de hacer clínica con el paciente real, el estudiante simula con pacientes o con pares. Los centros de simulación permiten, por ejemplo, practicar maniobras en muñecos como intubación, reanimación en paros cardiorrespiratorios, colocación de vías, entre otras”, lo que permitirá la formación de estudiantes de grado, no solo de Medicina sino en otras carreras como Enfermería y Psicología y los posgrados que lo necesiten.

Domenech agregó que se solicitaron más de veinte cargos para docentes de grados 1, 2 y 3, con el propósito de apoyar los núcleos académicos y al CIO Salud. Para el segundo trienio se cuenta en la región con 28 docentes —entre grados 2, 3 y 4 con baja carga horaria—, una dotación que se quiere mejorar. El pedido se realizó en función de las horas docentes necesarias para atender de forma ideal a 100 estudiantes por año, “número que ya rápidamente vamos a desbordar”, estimó. También destacó que es muy importante para la carrera contar con docentes con alta dedicación, radicados en la región, y que cumplan con las tres funciones universitarias —enseñanza, investigación y extensión— a lo que se suma la fundamental función de asistencia.

Esto, asegura la profesional, “va a ser un salto cualitativo” y el desafío ahora es lograr “que se ocupen esos cargos y que los profesionales sientan interés en acceder a la Universidad como un ámbito laboral, de formación permanente y de disfrute de todas las funciones universitarias”.

Pero lo sustancial de la entrevista con Domenech es lo referente al impacto que va a tener en el mediano y largo plazo contar con la carrera completa de Medicina en el Cenur Litoral Norte, en la calidad asistencial, que a la postre es lo mismo que decir que en la calidad de vida de quienes habitamos esta geografía. Lo define como “una revolución silenciosa”.

Es que en este alejado territorio al norte del Río Negro es muy bajo el porcentaje de médicos radicados, con respecto al Sur. “Se ha analizado que los médicos no se radican en el Norte porque donde se forman, luego comienzan a trabajar, desarrollan su vida, forman su familia y se quedan”, indicó. Revertir eso es justamente uno de los objetivos, radicar más médicos en el Interior. Un objetivo que todos, en la medida de las posibilidades, debemos defender.