Sales marinas y del Himalaya contienen igual cloruro de sodio que la sal de mesa

Dr. Marcelo Santoro.

La sal marina o la sal del Himalaya, si bien tienen propiedades distintas a la sal común, su contenido de cloruro de sodio es el mismo, por lo que para una persona hipertensa no es recomendable su ingesta en cantidades mayores a los 2,5 o 3 gramos por día. Así lo aclaró a EL TELEGRAFO el cardiólogo Marcelo Santoro, al ser consultado por nuestro medio ante videos que circulan en las redes estimulando el consumo de este tipo de sales, con los riesgos que para la salud humana esa desinformación –tan habitual en estos días– podría generar.

El profesional, quien integra los servicios de Cardiología del Hospital Escuela del Litoral y de Comepa, también aconsejó que este tipo de pacientes eviten el consumo de alimentos procesados además de extremar cuidados en esta época de días fríos y refirió que la prevalencia de hipertensión en la población de Uruguay oscila en el 40%.

Si bien la sal marina o la sal del Himalaya “tiene otras propiedades que son minerales, que asocia a la sal, en realidad es cloruro de sodio igual que la sal de mesa. Lo que tiene son propiedades minerales agregadas que en cierta manera pueden ayudar en algo, pero en realidad lo que es en contenido de sal es igual o prácticamente igual que la sal de mesa, que es el cloruro de sodio que compramos en el supermercado”, explicó. “La sal que compramos es cloruro de sodio, tiene 100% de sal”, indicó, agregando que además ésta contiene iodo, cumpliendo con un decreto de Salud Pública relacionado con el crecimiento, con la glándula tiroides.

“La sal del Himalaya y la sal marina tienen otros minerales –magnesio, potasio, fósforo–, pero no está exenta de sal, no está exenta de cloruro de sodio, tiene un poquitito menos de contenido de cloruro de sodio, pero prácticamente lo mismo que la sal común de mesa”, observó. De modo que agregarle este tipo de sales al alimento, es prácticamente lo mismo que adicionarle la sal que consumimos todos los días. Por ello, “hay que reducir la ingesta de sal como se establece para aquellos pacientes que son hipertensos, que tienen problemas cardíacos”, aseveró, aclarando que para aquellos que no padecen de esta enfermedad igualmente “el consumo bajo de sal favorece que no aparezca hipertensión arterial”.

“Lo que se recomienda actualmente es comer hasta 5 gramos de sal por día, de sal de mesa, no más de eso” para personas sin problemas de presión alta, en tanto que para “aquellos pacientes que son hipertensos, que tienen problemas cardiovasculares, hasta tres gramos o dos gramos y medio de sal por día” es lo aconsejable, precisó. Ello equivaldría a una cucharadita de café o té. También advirtió que en el caso de la sal marina –que se produce a través de la evaporación del agua del océano—“hay que ver si se procesa y se elabora de forma adecuada para llegar a la ingesta de la persona humana, igual que la sal del Himalaya. Yo no conozco cómo es el procesamiento de esa sal, pero cualquier sal no va a ser buena para el hipertenso más allá de lo recomendable”.

A la vez, “hay que tratar de evitar alimentos que ya vienen con sal”, con el empleo de este producto en su elaboración y procesamiento, tales como “la mayoría de los alimentos enlatados, los embutidos, los fiambres, los alimentos harinados, el pan, las galletas, las galletitas, las bebidas colas, que muchas aparte del exceso de calorías en mínimas cantidades aportan sal”, recomendó.

HIPERTENSIÓN ARTERIAL, CAUSA DE ENFERMEDADES MUY GRAVES

“La hipertensión arterial es uno de los factores de riesgo cardiovascular más importante que hay a nivel mundial, junto con otros que llevan a determinar enfermedades cardiovasculares, riesgo de accidentes vasculares, infartos, insuficiencia renal, incluso la muerte”, indicó el entrevistado.
De modo que “la hipertensión arterial, si bien es una enfermedad indolora, es una de las causas más importantes de enfermedades cardiovasculares, junto con otras, como la diabetes, la dislipemia, el tabaquismo, la obesidad, el sedentarismo, que son factores de riesgo que también están presentes muchas veces con la hipertensión arterial”, observó.

Y reafirmó: “la hipertensión lleva a desencadenar enfermedades muy graves, incapacitantes muchas veces; un accidente cerebrovascular puede llegar a ser incapacitante, un infarto de miocardio puede ser incapacitante, una insuficiencia renal cambia la calidad de vida totalmente del paciente. Son enfermedades que pueden llegar a ser muy graves”.

PREVALENCIA DEL 40%

En Uruguay, “en general la población hipertensa anda en el 40% a mediana edad”, en tanto que luego de los “40-50 años aproximadamente entre un 40% y un 50% de la población puede llegar a ser hipertensa. Encontramos una prevalencia del 40%”, afirmó.
En niños “hay también una prevalencia de hipertensión arterial por causa genética o por causa alimenticia”, sostuvo. Es decir, el “consumo de alimentos elaborados con alto contenido de sal se puede empezar a ver también en la hipertensión de un niño y adolescente”, agregó. “Hay a veces causas genéticas o causas secundarias de hipertensión arterial”, siendo en este caso originada “por otra enfermedad”. Por lo tanto, “corregida esa enfermedad, la hipertensión se corrige. Es lo que generalmente hacemos y buscamos en un niño o adolescente, si hay una causa que desencadene la hipertensión arterial, porque no es tan frecuente” en esta población, como sí lo es en la edad media adulta, apuntó.

Frente a la llegada de los días fríos, para prevenir la presión alta recomendó “abrigarse bien, las extremidades, las manos, taparse la boca, las personas de cierta edad también usar gorros, campera, porque el frío aumenta la presión arterial. Si salen a caminar hacerlo en horas adecuadas” y los cuidados lógicos y normales que debe tener una persona hipertensa.