Datos para defender la ganadería fueron presentados en jornada de Hereford e INIA
En las instalaciones del Laboratorio Tecnológico del Uruguay (LATU), se realizó la jornada “Genética para una ganadería sustentable, de la cría al consumidor final”, a cargo de la Sociedad de Criadores de Hereford del Uruguay y el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA).
Durante la jornada, se presentaron resultados relacionados con los proyectos de investigación que se vienen realizando junto a Hereford, que cuentan con financiamiento del INIA y abarcan distintos temas vinculados al impacto de la mejora de eficiencia de conversión.
Thais Devincenzi, investigadora de INIA, realizó una presentación denominada “Genética para eficiencia de conversión: crecimiento y performance reproductiva de hembras del núcleo informativo Hereford de INIA Glencoe”; y la ingeniera Federica Marín, de la Fagro, presentó resultados vinculados a la eficiencia energética de vaquillonas Hereford en pastoreo.
El bloque inicial de la jornada contó con los primeros resultados asociados a la relación entre la eficiencia de conversión y los grupos de características que son importantes dentro de la producción agropecuaria. Así, en lo que tiene que ver con eficiencia de conversión, se presentaron los primeros resultados sobre el desempeño reproductivo y en su recría de hembras Hereford, que son hijas de padres de alta y baja eficiencia de conversión y son criadas en condiciones de pastoreo.
Elly Navajas, investigadora principal de INIA, dijo a El País que “este es un trabajo que se viene haciendo desde hace algunos años. Lleva su tiempo, porque va desde la generación de las terneras hasta empezar a medir su desempeño reproductivo. Pudimos presentar algunos resultados del desempeño de esas hembras y, básicamente, en esto no vemos un efecto desfavorable de la mejora de eficiencia de conversión”.
Navajas agregó que “es posible utilizar animales y genética de alta eficiencia de conversión” y eso se traduce en buenas recrías que no afectan el desempeño reproductivo de las hembras. Hasta ahora, los resultados no tienen problemas con eso.
Explicó además, que “el estudio de Marin evaluó el tema de la eficiencia energética de las vaquillonas y se informó que la genética de alta eficiencia de conversión de los padres está asociada con una mayor eficiencia energética de las vaquillonas; es decir, mayor eficiencia de conversión de los padres está asociado con una mayor eficiencia energética de las hembras”, explicó la investigadora principal de INIA.
Aseguró que esto es interesante porque en condiciones de pastoreo “es muy difícil medir el consumo individual de alimento” y eso impide medir en las propias hembras la eficiencia de conversión que tienen.
“Para ver la eficiencia de conversión necesitas saber el consumo y no tenemos una medida directa; es muy difícil hacer una medición individual que sea precisa del consumo de los animales en pastoreo”, expresó.
Por otra parte, se trató el tema del impacto de eficiencia de conversión en la calidad del producto y Santiago Luzardo, de INIA, informó que se puede mejorar la eficiencia de conversión y, con eso, reducir los costos de producción por la reducción del consumo sin afectar la calidad del producto.
Pablo Peraza, también de INIA, habló sobre el consumo de alimento, emisiones de metano y producción, y el rol de la eficiencia de conversión para la mitigación de gases de efecto invernadero. “Existe la posibilidad de contribuir a la mitigación también a través de la mejora de la eficiencia de conversión”, expresó.
Finalmente, Gustavo Brito, del INIA, se refirió a la genética del área del ojo del bife (AOB) y su efecto favorable en la cantidad de cortes de carne producidos.