Sergio Bianchini continuará con la proeza de nadar en aguas heladas

Sergio Bianchini, orgullosamente sanducero.

Natación en aguas heladas: así denomina a este deporte la International Ice Swimming Association (IISA), la organización que allá por el 2009 acuñó el término y empezó a organizar eventos, algo que hace sin pausa a pesar de su corta historia.

Y como en toda actividad, toda disciplina que requiera juntarse, competir, demostrar habilidades o destrezas, siempre hay un uruguayo y por conocimiento histórico podríamos decir que siempre hay un sanducero: en este caso es Sergio Bianchini, hombre nacido hace ya 59 años en la ciudad Heroica y que desde hace mucho reside en Suiza, a escasos kilómetros de la frontera con Francia.
Bianchini estuvo en Paysandú, visitando a su ciudad natal y familiares durante las fiestas de fin de año y EL TELEGRAFO pudo dialogar con el deportista.

“El deporte siempre estuvo en mi vida, desde chico iba al Club Remeros, hice básquetbol y natación al igual que muchos chicos en aquella época. También hice deporte en la Fuerza Aérea, a la que ingresé para formarme como mecánico de aviones, y cuando llegué a Europa me interesé mucho por las artes marciales, a las que les dediqué mucho tiempo” nos dijo sobre sus inicios deportivos.
Bianchini emigró en 1988 y tuvo un breve regreso al país a comienzos del siglo: “volví a Uruguay cuando la situación era complicada para el país desde lo económico, muchos se iban y yo llegaba con una familia formada. Tuve una academia en el Barrio Jardín y participamos en campeonatos de artes marciales en los que nos fue muy bien. Pero la vuelta duró poco y regresó al continente europeo “para empezar de cero, tratando de mantenerme activo”.

Su reencuentro con la natación se dio a mediados de la década del 200, cuando la recuperación de una operación de rodilla le demandó volver a las piscinas. “Me inscribí a un evento de natación en el que había nado libre en piscina de 25 metros, con un mínimo de 100 metros por participante, del que salías con un diploma; sin entrenamiento, me tiré al agua y nadé 5 kilómetros, era la primera vez en mi vida que nadaba tanto. Al año siguiente doblé la apuesta y nadé 14 kilómetros, eso me motivó aún más y para 2007 ya me lo tomé más seriamente: empecé a interesarme en técnicas de natación y en la nutrición. Mejoré bastante y en el mismo evento nadé 27 kilómetros, ganando un trofeo y me motivé aún más para seguir rompiendo marcas personales: en 2008 llegué a 39 kilómetros en piscina” contó el nadador.

MÁS HAZAÑAS

Bianchini, ya siendo mayor de 40 años, continuó compitiendo y cosechando resultados. “Atravesé el lago Leman (lago que comparten Suiza y Francia), con entre 14 y 15 kilómetros de ancho; lo hice por una causa benéfica, para ayudar a personas con problemas respiratorios, fueron 4 horas 50 minutos haciendo mi primera travesía. Me propusieron en una ocasión hacer el Canal de la Mancha por relevos con amigos franceses, también en un evento benéfico y desde ahí no he parado: hice dos veces el estrecho de Gibraltar, fui el primer uruguayo en haber nadado entre las tres islas de la Salvación, en la Guayana Francesa”.

LOS MUNDIALES

A principios de este año que se nos va se convirtió en el primer uruguayo en competir en Campeonato del Mundo de Aguas Heladas en Francia, quedándose con el bronce en los 250 metros y el cuarto puesto en los 100 metros. Ahora se prepara para un nuevo desafío: el mundial de Estonia en marzo. “Por el momento soy el único uruguayo participando, pero sería muy bueno que se sume más gente. Yo seguiré llevando la bandera de nuestro país, y también la de Paysandú, con muchísimo orgullo” cerró.