Dr. Ricardo Diez: Trastornos del gusto (TG )

Fisiología del gusto

El sentido del gusto comienza con unas pequeñas moléculas que se liberan al masticar, beber o digerir los alimentos. Las moléculas estimulan unas células sensoriales especiales llamadas células gustativas. Estas se encuentran agrupadas dentro de las papilas gustativas de la lengua, el techo de la boca y a lo largo del revestimiento de la garganta. Muchos de los pequeños bultos al tope de la lengua contienen papilas gustativas. Al nacer, tenemos alrededor de 10.000 papilas gustativas y, después de los 50 años, se puede comenzar a perderlas. Cuando se estimulan, las células gustativas envían mensajes al cerebro a través de tres nervios especializados del gusto. Allí, se identifican los gustos específicos. Las células gustativas tienen receptores que responden al menos a una de las cinco cualidades básicas del gusto: dulce, agrio o ácido, amargo, salado y umami que es el sabor medio salado del glutamato, que se encuentra en el caldo de pollo, los extractos de carne.

Definiciones

Con la disgeusia ocurre un sabor persistente (metálico) en la boca.
Con la hipogeusia, la capacidad gustativa se reduce.
Con la ageusia, se da la ausencia total del gusto.

Causas

  • Infecciosas: gingivitis, candidiasis de boca, caries dental, pos-covid.
  • Inflamatorias: trastornos autoinmunes, Sjögren, terapia sistémica con iodo.
  • Déficit de vitamina B12 y zinc.
  • Radioterapia de cabeza y cuello, quimioterapia.
  • Reflujo laringo gástrico.
  • Fármacos: antibióticos, allopurinol.
  • Exposición a sustancias químicas, metales pesados y organofosforados.
  • Trauma de cráneo, cirugía maxilofacial y craneal.
  • Laringoscopia (mirar la laringe).
  • Hipotiroidismo.
  • Alzheimer, Parkinson, esclerosis múltiple, ACV.
  • Tabaquismo crónico.
  • Insuficiencia renal.
  • Envejecimiento.

Diagnóstico

Evaluar causa transitoria o permanente.
Examen de cavidad bucal, senos paranasales y neurológico.
Se realizan pruebas para medir la sensibilidad al gusto. Se realiza la prueba de “sorber, escupir y enjuagarse”, que evalúa la capacidad de detectar sabores mientras se evita la ingestión de la sustancia probada. Se pueden aplicar sustancias químicas directamente en ciertas áreas de la lengua para ver cómo responde cada una. Evaluar el sentido del olfato.

Tratamiento

En función de la causa.

Conclusión:

Es vital el diagnóstico temprano del trastorno del gusto. Este no solo afecta la calidad de vida y la alimentación, sino que también pueden comprometer la seguridad al no poder detectar comidas descompuestas o sustancias peligrosas. Un TG puede tener repercusiones en la nutrición y en la salud con cambios en el peso, alteraciones en los hábitos alimentarios o incluso problemas de salud mental como la depresión.

 

 

Be the first to comment

Leave a Reply

Tu dirección de correo no será publicada.


*