El 2025 cierra con los precios más altos de la lana desde 2019 en Australia y para los próximos meses las perspectivas son positivas, en tanto se activó la demanda a mediados de año, en el comienzo de la zafra 2025-2026.
En un escenario de oferta mundial decreciente los precios se dispararon y mantendrán la firmeza en la segunda parte de la temporada. La suba del mercado puede devolver la esperanza a un sector que ha tenido que enfrentar una competencia muy fuerte de las fibras derivadas del petróleo y derrumbes en la demanda, como en tiempos de pandemia.
Los últimos tres años se hicieron largos para los productores laneros y de ovinos que, en muchos casos, no lograban pagar los costos de la esquila, lo que convertía a la lana en un costo.
Diciembre cerró con el Indicador de Mercados del Este (IME) australiano en U$S 10,21 por kilo base limpia, el precio más alto para un final de año desde 2019, un aumento de 25% en dólares desde julio y de 40% respecto a diciembre de 2024.
La referencia del mercado de Australia que marca el pulso del comercio mundial venía de cruzar los U$S 10 por primera vez desde junio de 2022. La escasa oferta es un factor común entre los precios de la carne ovina y la lana.
Esta expectativa se renueva luego del ajuste de producción para la temporada 2025-2026 del Comité Australiano de Pronóstico de Producción de Lana que durante 2025 redujo su estimación desde 257 millones de kilos en marzo a 251 en agosto y a 244,7 millones de kilos en diciembre. La tendencia a la baja del stock ovino se aceleró también en Australia. La producción de lana suma su tercera zafra a la baja, con una reducción acumulada de 83 millones de kilos entre 2023 y 2026, una caída de 25% en el volumen de producción.
El volumen de lana australiana en la zafra actual será 12,6% inferior al de 2024-2025. Se prevé que el número de ovejas esquiladas será de 56,5 millones, un 10,3% menos y que el rendimiento por cabeza bajará 2,7% a 4,33 kilos de lana.
“Este pronóstico continúa destacando el principal factor impulsor del mercado en la industria: la menor disponibilidad de lana australiana”, señaló Australian Wool Intelligence. La recuperación del número de ovejas tomará entre 18 y 24 meses, por lo que es probable que las limitaciones de la oferta persistan hasta 2027, señala el informe de oferta lanera.
Mejora en Uruguay
En Uruguay los precios corrientes por ventas de lanas en diciembre registran subas interanuales de entre 20% y 40% en las lanas súper finas acondicionadas con grifa verde, con negocios por encima de los U$S 9 el kilo base sucia para fardos de 16,5 micras o menos.
En lanas finas de 18,5 a 21,5 micras los precios treparon hasta 50% en comparación al desalentador piso histórico de valores en 2024 y hasta 100% en lanas Corriedale tradicionales medias y gruesas.
Las referencias al cierre del año se ubican sobre U$S 8 por kilo para el rango de 18 micras, U$S 7 para lotes de 19 micras y entre U$S 6 y U$S 6,50 las lanas de 20 y 21 micras.
Las lanas Corriedale de 27 y 28 micras que llegaron a comercializarse a U$S 0,40 y U$S 0,50 por kilo en 2023, con muy pocas ventas y una creciente acumulación de stocks, recuperaron demanda en 2024 e iniciaron un repunte de precios que se consolidó en el segundo semestre con referencias de hasta U$S 2 por kilo.
Los valores varían por una demanda selectiva que determina los precios de cada lote por la calidad de vellón, que este año es mejor en comparación a la zafra anterior, los datos de rendimiento al lavado, largo de mecha, resistencia y color.
Peso lanero
Uruguay está en el top 10 de los exportadores de carne vacuna. En 2025 ocupa el noveno lugar mundial con unas 520.000 toneladas que representan menos del 4% del volumen de comercio global. En el ranking mundial de exportadores de lana Uruguay es un jugador con un peso relativo mucho mayor. Llega al podio en exportación de lana en estado natural medida en dólares donde ocupa el tercer escalón mundial detrás de Australia y Nueva Zelanda, con U$S 165 millones este año.
En volumen figura en el top 5: es el cuarto exportador de lana lavada y de tops (lana peinada) y quinto de lana sucia, con un total de 35,3 millones de kilos en 2025, el segundo mayor volumen en siete años detrás de 2024.
En 20 años, desde 2005 a 2025 la participación de la lana en la canasta exportadora cayó de 5,3% del total de bienes medido en dólares –a la par del arroz y cuadruplicando al incipiente cultivo de la soja– hasta 1,2% en el último año según datos de Uruguay XXI y el Banco Central del Uruguay (BCU).
La especialización en lanas cada vez más finas, incluso afinando la raza Corriedale hasta las 22 micras, se hace cada vez más notoria.
En 2025 la principal categoría exportada es lana de menos de 21 micras que representa 26% del volumen total y aumenta 38% respecto a 2024 pasando de 7,3 a 10,1 millones de kilos, según cifras de Aduanas hasta noviembre. Superó largamente a la categoría histórica más tradicional, la lana Corriedale de 28 a 29 micras, que cayó de 7,7 a 5,9 millones de kilos luego de desagotar el año pasado los stocks que se venían acumulando desde 2020, cuando la crisis de COVID-19 frenó la demanda mundial de lana.
En valor las exportaciones de lanas del segmento más fino aumentan 42,5% hasta noviembre, desde U$S 47 a U$S 67 millones en 2025.
En este año la faena de ovinos caerá 9% pero la de ovejas descenderá 24%, lo que muestra una mayor predisposición a retener vientres. Sin embargo los precios récord de la carne ovina, que subieron el doble que la vacuna en el último año, ponen al productor en una encrucijada.
La extracción para carne es un negocio más atractivo aún que el de la lana y los datos de la industria lo reflejan: entre enero y octubre cayó 36% la faena de ovejas, 94.000 cabezas menos que en el mismo lapso de 2024. Desde noviembre, la tendencia se dio vuelta y la faena de ovejas aumentó 56,7% en los últimos dos meses.