Tras la monótona etapa del lunes, el Tour de France recuperó ayer toda su emoción, con un vibrante pulso entre los principales aspirantes al título. La jornada cobró intensidad en los últimos 50 kilómetros, donde Tadej Pogacar de UAE Team Emirates, volvió a exhibir su carácter ofensivo ganando la cuarta etapa.
El esloveno lanzó su ataque en la última subida del día, en un movimiento que muchos anticipaban, logrando abrir brecha en solitario durante algunos metros. Si bien no consiguió despegarse definitivamente, Pogacar coronó su esfuerzo con un brillante sprint final en Rouen, donde superó al líder de la general, Mathieu Van der Poel del Alpecin, y a Jonas Vingegaard de Visma- Lease a Bike, levantando los brazos en señal de triunfo. Con una demostración de potencia y precisión, se impuso con autoridad para conquistar su primera victoria en esta edición del Tour, la décimoctava que logra en la ronda francesa y, además, llega al triunfo número 100 de su carrera profesional. Pese a su victoria, no logró enfundarse el maillot amarillo, que continuará en manos del neerlandés Mathieu Van der Poel, ya que ambos figuran con el mismo tiempo en la clasificación general. El esloveno, no obstante, toma ventaja sobre el resto de favoritos a las puertas de la contrarreloj de hoy. Jonas Vingegaard se mantiene tercero, a 8 segundos, Matteo Jorgenson se ubica cuarto a 19”, mientras que Kévin Vauquelin se posiciona quinto a 26 segundos.
La etapa de hoy será la quinta del Tour y propone la primera gran contrarreloj de 33 km en Caen, Normandia. Esta contrarreloj apenas presenta complicaciones de altitud, con un desnivel acumulado que no supera los 200 metros. Se perfila como un recorrido perfecto para los rodadores puros y los especialistas en este tipo de pruebas, que dispondrán de una ocasión inmejorable para exhibir su potencia y marcar distancias importantes en la clasificación general.
