Día Internacional del Pueblo Gitano

El Día Internacional del Pueblo Gitano se celebra el 8 de abril con el objetivo de reconocer el valor de este pueblo, gracias a las contribuciones que su cultura e historia han aportado al mundo.

HISTORIA DEL PUEBLO GITANO

No se conoce exactamente la verdadera procedencia del pueblo gitano. Lo que sí se sabe, es que su raza es antiquísima, que le da hoy en día un halo de misterio y fascinación. Su origen es legendario, el pueblo gitano representa toda una vasta y rica cultura que va más allá de los clichés y mitos que se le han atribuido con el tiempo de ser personas bohemias y errantes.

En abril de 1971 se fundó la Unión Romaní Internacional, que fue reconocida por las Naciones Unidas. Por primera vez se proclamó la unidad nacional de los gitanos a nivel internacional y un objetivo principal es la lucha contra el racismo y la discriminación. El año pasado (2021) se cumplió el 50 Aniversario del Primer Congreso Mundial Romaní – Gitano celebrado en Londres. Como parte de sus legítimos derechos, el pueblo gitano pudo institucionalizar su himno y bandera. Crearon una bandera que simboliza la vida y la historia de este pueblo. La parte superior es azul como el cielo y la inferior es verde como la tierra. En el centro hay una rueda roja. La bandera simboliza el largo camino que tuvieron que emprender los gitanos desde la India, en la época de la invasión islámica a partir del siglo IX. Su himno fue compuesto por Jarko Jovanoic, un músico de origen serbio. Fue titulado Gelem, gelem (Anduve, anduve), en honor a todos los gitanos que desaparecieron durante el nazismo.

EN URUGUAY

Mantener las tradiciones familiares que caracterizan su cultura es la esencia de esta comunidad que deambula por el mundo y que desde hace décadas se han radicado en nuestro medio. Las mujeres cuentan con una vestimenta particular propia de sus tradiciones, y son unidos como familia porque en sus valores impera la transmisión de la cultura gitana de generación en generación.

Por eso si bien la mayoría de los jóvenes nacieron en Uruguay, solo hablan español cuando están fuera de la casa, pero entre la familia, mantienen el dialecto como parte de sus tradiciones desde hace generaciones en todo el mundo. Por eso los bebés gitanos uruguayos lo aprenden antes que el español.
Procuran que las uniones conyugales se lleven a cabo entre personas de la misma comunidad para no romper con las tradiciones. Eventualmente se da que los integrantes de alguna de las familias conocen a gitanos que viven en otros rincones del país, para poder concretar su anhelo de casarse. Asimismo, algunas mujeres gitanas se han casado con personas que no integran esa comunidad y si bien advierten “que no es lo ideal, porque de esa manera es difícil mantener sus tradiciones”, reconocen que hay muchos casos que se han dado así.

Una familia de gitanos que reside en Salto recibió al diario local “El Pueblo” permitiendo conocer algunos aspectos que pintan la cultura gitana en nuestro medio. Una casa de varios ambientes, niños corriendo y jugando, mientras que los adultos se encontraban todos juntos, hasta los más ancianos, pero sin hablar demasiado. En la cocina, una suerte de barbacoa techada, algunas de las mujeres preparaban la comida. “Allí, no menos de una docena de pollos estaban sobre una mesada, prontos para ser parte de la cena. Son personas amigables pero discretas. Se dicen uruguayos, porque nacieron acá, pero por otro lado su tradición la mantienen arraigada”.

VIDA GITANA

“Te adivino la suerte” parece ser la frase más utilizada para producir un acercamiento; ellos explican que tienen la capacidad de hacer tal cosa, “son tradiciones, pero las mujeres gitanas tienen un don que permiten que esto sea así”, dijo en la oportunidad el gitano entrevistado.
“La gitana tiene el don de los antepasados, porque creemos mucho en la presencia de vidas pasadas, y eso nos guía como un instrumento, para poder lograrlo”.

El comercio a pie y el boca a boca que caracteriza a las mujeres de su comunidad, no es un antojo, sino la salida laboral que tienen arraigada desde sus tradiciones. “Nos gusta comerciar, vender y estar metidos en ese ambiente, también es parte de nuestra tradición estar acampando”.
Es un hecho, que aún en la actualidad, estas personas siguen luchando por una mayor integración a la sociedad.